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Como estudiante de danza el cansancio y exigencia eran algo normal pero Felix sentía que le faltaba resistencia y debía empezar a complementar el baile con entrenamiento físico como correr o ir al gimnasio, aunque el tiempo no le sobraba.

-¿Por qué no te compras pesas y vas a correr al parque con Han? Ya que viven cerca y él siempre quiere que lo acompañes- dijo Minho mientras elongaban al finalizar la clase.

-Tienes razón, iré a la tienda de deportes porque necesito mejorar mi estado si quiero hacer esto toda mi vida.

-O puedes practicar más con Chan- lo miró pícaro y le guiñó el ojo, Felix solo río.

-Tonto, no soy así con Chan-

-¿Así cómo?- su confundido amigo lo miraba raro.

-No lo hacemos mucho, somos cercanos pero no veo la necesidad de estar como conejos como tú y las chicas con las que sales-

Minho se rió muy alto -¡Eres muy gracioso!- rápidamente se acercó a su rostro- Habla bajo desgraciado que quiero casarme con Sunji y no puede escuchar eso- Ambos se rieron y compartieron un par de golpes suaves.

-No te imagino casado, idiota pero espero que te vaya bien en tu próxima conquista, me voy ahora- El rubio acomodó sus pertenencias y salió rumbo a su trabajo, mañana iría a hacer compras ya que tenía libre hasta la tarde.

En la soleada mañana ingresó a su local favorito aspirando el agradable olor a plástico nuevo y lavanda mezclados. Se dirigió a comprar nuevas zapatillas de baile y de ahí fue a mirar detenidamente y por largo tiempo las pesas, sin entender realmente cuál tenía que elegir.

-¿Necesitas ayuda?

Felix se giró y lo vio.

Lo vio y se olvidó de las pesas.

-No me mires así lindo, te vi un poco perdido con las pesas y pensé que necesitabas ayuda para elegir- el rubio se descongeló y respondió -Ah.. gracias... si, estoy buscando pesas para complementar mi entrenamiento de danza.

-Ohh...entonces te recomiendo las de pocos kilos, para ayudarte a tener estado físico sin tener mucho músculo ni tanta exigencia- respondió el otro joven, un poco más bajo, mirada intensa y pelo oscuro y ondulado. Llevaba una musculosa que permitía ver que ponía en práctica su conocimiento en pesas y Felix no dudó en apreciar eso.

-Gracias, ¿trabajas aquí?

-No, estoy comprando también pero no podía evitar ayudar a alguien tan bonito- el desconocido dijo eso y le guiñó el ojo al rubio para seguidamente girar e ir a pagar sus propios instrumentos de gimnasia.

Felix un poco atontado seleccionó las pequeñas pesas y fue al mismo sitio a pagar pero unas personas lo distanciaban del pelinegro que robó toda su atención. Él sentía que era la primera vez que había visto un hombre, vio a un hombre de verdad.

El objeto de su atención pagó y giró yendo directo hacia él -Te espero afuera- dijo con su tono de voz alto y grave y siguió caminando a la salida mientras el más alto veía sus brazos y su trasero. Solo podía pensar que quería tocarlo, el único pensamiento que no cruzó por su mente fue Chan.

VITA - ChanglixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora