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Pasaron el resto del día jugueteando en la cama hasta la medianoche cuando pidieron la cena. Ahí el azabache le contó sobre su vida, era un año mayor que él, tenía 22; trabajaba en la cadena de gimnasios de su padre y le gustaba hacer ejercicio (Felix notó eso y muchas veces tocaba sus brazos inconscientemente para disfrutar ese bello cuerpo); era soltero y también disfrutaba bailar pero solo como hobbie. No toleraba la comida picante y casualmente la cena que pidieron era comida india muy especiada; así que ambos estuvieron comiendo pan y tomando agua para disolver un poco ese sabor. Se rieron y prometieron no volver a pedir esa comida sin preguntar antes.

Volvieron a la cama a continuar lo que empezaron hace semanas, ninguno podía detener sus manos y su mente, deseaban eso y por esa noche eran libres de hacerlo.

Al día siguiente Felix seguía mal del estómago por la comida, no desayunó nada de lo que el azabache preparó (que solo eran tostadas y café). Fueron a vestirse y el mayor lo llevó a la academia luego de una rápida sesión de besos en el baño, las manos del rubio no podían despegarse de ese cuerpo, sus lugares favoritos ahora eran ese trasero y sus brazos.

Cuando llegaron a destino el menor le entregó el casco -Te prometo que compraré otro si me vuelves a contestar las llamadas- comentó Changbin un poco en broma y un poco reprochando esa actitud.

-Quiero usar este casco y quiero volver a verte- el otro solo sonrió y lo abrazó. Sabía que eso no era posible, necesitaba proteger a su hada (le decía así en su mente) y para ello iba a comprar un lindo casco de su tamaño.

Felix entró a su primera clase con alguien corriendo detrás de él.

-¿Quién era él y por qué le tuve que mentir a Chan?- preguntó Han inquisitivamente mirándolo con el ceño fruncido.

-No es nadie-

-¿Nadie? Le mentiste a Chan por nadie, cuéntame la verdad o llamo a Minho para que te meta al air fryer-

Felix abrió los ojos, nadie quería ver al mayor del grupo enojado -¡Esta bien! Almorcemos juntos y te cuento- Han iba a decir algo pero ingresó su profesor de Técnica de la Danza Clásica y todos sabían que era mejor hacer silencio en su clase.

A la hora del almuerzo Felix supo que no tenía escapatoria, pensó en huir pero cuatro brazos lo agarraron y arrastraron a un restaurant cercano. Lo soltaron en una silla al lado del ventanal y lo miraron esperando a que soltara la lengua.

-¿Por qué le dijiste a Minho?- preguntó el pecoso intentado ofenderse y desviar la atención.

-Porque él va a generarte la presión necesaria para hablar...el chico que te dejó no parecía tu amigo y últimamente solo dices que estás cansado y te vas-

-No es mi amigo-

-¿Te lo coges?- preguntó Minho sin filtro.

-¡Oye! No hables así, él...- Han iba a seguir callando al mayor pero el otro lo interrumpió.

-Si-

Los amigos se miraron, con la boca abierta, sorprendidos por todo. Su afirmación y su semblante serio pero nervioso los descolocó.

-¿Y coge bien?- otra vez Minho.

-¡Callate idiota! ¡Oye tú! ¡Tienes a Chan! ¿Por qué mierda haces eso?¿Hace cuánto?-

Felix suspiró y le contó toda la verdad a sus amigos pero en ese momento se empezó a sentir muy mal y tuvieron que llevarlo al baño. Han lo miraba con preocupación, su enojo se pasó cuando lo vio pálido y con los ojos llorosos.

Ambos lo llevaron a su casa porque eso quería él y solo le dijeron a Chan que la comida de ayer les había caído mal, su novio le hizo una sopa que no tomó y durmió muy mal en el sillón porque ahí había aire acondicionado y quería estar fresco y, también, no ver al mayor.

En la mañana el rubio amaneció peor y estando solo se tomó un taxi al hospital. Lo atendió su médico de siempre pero lo mandó a hacer análisis y una dieta llena de alimentos acordes a su ritmo de vida. Los días pasaron y este mejoró un poco; rindió algunos exámenes bien y siempre que podía veía a Changbin, ya no era solo en su casa, salían y hablaban mucho por mensajes. Había dejado de ir a correr para estar con él y éste lo pasaba a buscar para llevarlo a la academia y a su trabajo cuando hacía un espacio en su agenda, que ahora estaba completa de cosas que le gustaban: Felix y su empleo. El azabache amaba su trabajo, organizar el gimnasio, ver a gente haciendo lo que le gusta y ayudarlos le divertía mucho; hasta elegir la música y pelear amistosamente porque siempre ponía rap le gustaba. Cada anécdota que contaba él, el menor la guardaba y atesoraba como cosas importantes para saber en la vida; en la computadora de su mente esa carpeta se llamaba: Binnie's life♡.

Con él su relación se iba profundizando cada día pero con los demás todo cambió: con Chan ni hablaba pero tenía miedo de dejarlo, con Han había discutido porque su amigo no quería que siguiera así y Minho le preguntó por un trío cuando vio lo hot que era su amante.

VITA - ChanglixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora