Mis pies tocaban el pavimento pesadamente, el sonido de la nieve siendo pisada por mis pies se escuchó. Mientras lloraba, corría, corría lo más rápido posible que podía, para llegar a ese lugar que había dicho no regresar. Pero ahora lo hacía, con un dolor en mi pecho que hacía doler mi corazón y pulmones. Cuando llegue y mire a los policías y paramédicos quise morir, pero lo único que pude hacer fue vomitar en una esquina mientras mi pecho dolía y un policía sobaba mi espalda para aliviarme. Los paramédicos sacaron tu cuerpo, un poco azulejo, lleno de sangre y con una cuerda en tu cuello. Temias a no poder morir despues de colgarte por eso decidiste cortarte las muñecas para asegurarte que todo saliera a tu acuerdo. Pero después de hacerlo te arrepentiste, las marcas de tu cuello lo dicen, unas marcas que enseñaban tus uñas tratando de quitar la cuerda que tenias puesta, cual no pudiste quitar con éxito. Llore al verte así, más al ver esas marcas en tu cuello, me pregunto si fue por miedo, por tu familia o por mi, cual querias quitar esa soga después de haberla puesto. Pero en ese entonces eso ya no importaba, no importaba porque al final del día, tú no estabas mirándome, no estabas a lado mio y no estabas vivo. Al día siguiente la policía me preguntó que éramos, después de todo tu habitación estaba llena de fotos nuestras, y por primera vez no corrí y mentí, como lo hice cuando mis padres me preguntaron. Por primera vez pude decir que eramos novios, por primera vez pude contar todos los momentos que vivimos juntos sin tener miedo de que me miraran mal porque dos hombres no pueden ser más que amigos. No me importo, porque después de contar nuestra historia, yo también me fui contigo.
