BREAK UP

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Luisita iba acelerada por los pasillos, tratando de ignorar las miradas de todos a su alrededor, ya había recorrido casi media escuela y aún no encontraba a Amelia, no estaba en su salón de clases, tampoco en el salón de la banda, la cancha estaba ocupada con el equipo varonil de baloncesto y la biblioteca vacía.

Iba por el pasillo que conducía a los laboratorios, seguramente estaba allí ayudando a Natalia con algo de su club de ciencias. Amelia era inteligente y le gustaba ayudar en experimentos, aunque la parte de explicarlos y teorizar le parecía un poco menos interesante que mezclar sustancias.

Llegó a los laboratorios y estaban cerrados, así que regresó sobre sus pasos para buscar en otro lado. Estaba cerca de la cafetería cuando alguien la detuvo.

-¿Podemos hablar?- Otra vez su voz.

-Déjame en paz. Te lo dije al sábado, no quiero nada contigo- Dijo rápidamente, intentando seguir su camino.

-Luisita, por favor, déjame explicarte-

-Lo que vi no necesita explicación Sara. Vi como besabas a tu "amiga", no necesito saber más- La rubia intentó alejarse pero Sara la retuvo nuevamente.

-Por favor. Es que de verdad no es lo que crees. Fue un error, no significó nada para ninguna. De verdad que no se va a repetir. Solo quiero que tu y yo estemos bien, como antes. Luisita, yo te quiero, de verdad- Otra vez el mismo discurso del fin de semana.

Estaban al lado de la cafetería, con muchos estudiantes viendo a la chica más popular del colegio y a la estrella del equipo de baloncesto discutir. Si no estaban al corriente de la situación de la pareja (Algo que Luisita no creía posible, ya que desde que había llegado a clases esa mañana había notado los murmullos y las miradas de sus compañeros de escuela), estaban a punto de enterarse. La discusión era como un espectáculo y ganaba espectadores a cada frase que soltaban las protagonistas.

-Para de una vez- Luisita intentaba mantener la calma para no llamar más la atención, pero realmente quería gritarle que dejara de burlarse de ella y la dejara en paz de una vez.

-Sabía que ibas a escucharme Lui- había intentado abrazar a la rubia, quien se apartó y cortó su discurso.

-No dije que te perdonaba. Te digo que pares de disculparte y de hacer un espectáculo porque se terminó. Ya no quiero discutir por ir a fiestas en las que no quiero estar, ni alejarme de mis amigas y mucho menos fingir que somos la pareja ideal. Ya me canse de tus amigos, tus fiestas y discusiones estúpidas. Y no quiero estar con alguien que busca a otras personas en cuanto me voy- tomó aire para reunir el valor de decir su última frase- No quiero nada contigo. Entiéndelo de una vez-

Su voz salió fría y cortante, le sorprendió poder hablar con esa firmeza, ya podía sentir lágrimas formándose en sus ojos y no sabía si era capaz de retenerlas. Se dio la vuelta y caminó hasta el patio del colegio, dejando a Sara y a todos los espectadores atrás.

Ya en el patio, se sentó al pie del árbol en donde habló con Amelia al inicio del curso. Recordó lo que habían dicho y no pudo evitar reírse, ironías de la vida, le había dicho a Amelia que no la reemplaza con un Romeo de la obra escolar y ella se había distanciado de su amiga por una chica.

Luisita estaba tan absorta en sus pensamientos que no se dio cuenta de la presencia de Amelia hasta que rodeó sus hombros con un brazo, la rubia dejó caer su cabeza en su hombro.

-¿Estás bien?- preguntó Amelia en voz baja después de un rato -Escuché que discutieron frente a todos-

-Le dejé claro que se terminó. Es raro, no me siento mal por eso, son las miradas de los demás, cómo si se sintieran mal por mí, además me desespera, vino con el mismo discurso, cómo si mágicamente fuera a olvidar todo y cambiar de opinión- Explicó la rubia

-Creí que lo habían dejado todo claro en esa llamada el sábado- No había estado presente durante la llamada, pero había estado después, con una Luisita enojada y cansada.

-Yo también creí eso pero me encontró mientras te buscaba e intentó disculparse de nuevo-

-Y terminaste con ella por segunda vez-

-Sip. En frente de todos los que pasaban por ahí y los que nos veían como si fuéramos el último capítulo de Lurelia-

-¿Por eso estás así?- Amelia había aprendido que Luisita podía ser muy abierta, no le importaba atraer las miradas de los demás cuando se reía demasiado fuerte o cantaba a todo pulmón en medio de la calle, tampoco que la conocieran por jugar baloncesto, pero su vida privada era el límite, no le gustaba que sus padres contaran historias sobre su infancia, que otros conocieran a fondo sus relaciones o sus grandes aficiones. A la rubia le gustaba elegir a las personas a las que dejaría conocer su mundo interior.

-No me gusta que toda la escuela tenga los detalles de "la gran ruptura"- dijo mientras gesticulaba las comillas al final de la frase

-Podemos desaparecer por hoy- sugirió la morena

-¿Y qué se supone que vamos a hacer?-

-¿Maratón de Lurelia en mi casa? Podemos comer galletas de chocolate- la empujó suavemente

-¿Y jugo de naranja?- preguntó Luisita

-Todo el que quieras- Respondió Amelia mientras se levantaba del suelo, extendiendo una mano para ayudar a su amiga a levantarse.

Salieron de la escuela y pasaron la tarde en casa de la morena, con suficientes galletas y jugo para no levantarse de la cama de Amelia en un par de horas. No hablaron, solo pasaron la tarde juntas, rozando sus manos ocasionalmente y mirándose cuando creían que la otra estaba distraída.

Sabían que debían hablar, eran vagamente conscientes de los sentimientos de la otra y ninguna dejaba de pensar en ese beso que nunca llegó, además el mundo estaba lleno de posibilidades ahora que Luisita había terminado su relación con Sara, aún así no hablaron, estaban seguras de que tendrían tiempo de sobra para eso.

You Belong With Me (Luimelia)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora