The King's Queen /Kageyama Tobio\

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El partido del Kitagawa Daiichi contra la escuela media Yukigaoka estaba a punto de comenzar. Estaban en las preliminares del torneo de primavera.
El Kitawaga Daiichi era bastante conocido por ser uno de los mejores clubs entre sus rivales. Sin embargo, cuatro personas que observaban atentamente el comienzo de este partido, nunca habían oído hablar de la escuela media Yukigaoka.

-¡Que ya empieza, que ya empieza!- avisaba a sus amigos la chica más joven de los cuatro.

-Relájate hermanita que te va a dar algo- dijo con una sonrisa el chico de pelo castaño acercándose a ella y alborotándole un poco el pelo.

La más joven se rio y le sacó la lengua a su hermano. Luego se acomodó de nuevo el pelo.

Su hermano tenía razón. A la chica le apasionaba el voleibol, todo lo que sabía lo aprendió de su hermano. Y aunque ella no juegue de manera oficial en ningún equipo es una buena jugadora. Pero lo que realmente se le da bien es observar. Analiza al rival y sus jugadas y con ello puede determinar la mejor manera de contraatacar al rival para ganar el partido.

-¡Tanaka, Tanaka!- dice girando su cabeza al chico del pelo rapado- ¿Tú quién crees que va a ganar? - preguntó la chica.

-Pues obviamente el Kitawaga Daiichi, el otro equipo tiene pinta de estar formado por retacos - dijo entre carcajadas mientras señalaba a la escuela media Yukigaoka.

-Pero Tanaka hombre, dilo con un poco más de tacto - dijo el chico de pelo grisáceo siendo el último en acercarse a sus amigos.

El pitido que daba comienzo al partido sonó y los cuatro amigos observaban atentamente a los equipos. A Tanaka no le faltaba razón, el equipo del Yukigaoka era bastante peor respecto al Kitawaga Daiichi.
Les costaba bastante conectar los pases y se notaba que les faltaba demasiada experiencia. Aunque había un jugador de pelo naranja que destacaba por su agilidad física y su control corporal.

-Es impresionante cómo lucha por salvar cada balón y no se rinde aunque haya una gran diferencia en el marcador- dijo en un susurro y con asombro la pelinegra.

- Sí, pero aún así le falta mucha experiencia. Es como -se quedó pensativo durante unos segundos- como un diamante sin pulir- dijo su hermano sin apartar la vista del anterior nombrado.

En ese momento el colocador del Yukigaoka colocó el balón, pero parecía que había fallado y la bola se dirigía al lado contrario en el que el rematador estaba. No habían sido dobles así que la bola era válida y aunque todos los presentes en el pabellón pensaban que era imposible rematar esa bola, el pequeño rematador de pelo naranja empezó a correr. En un abrir y cerrar de ojos el rematador saltó y remató el balón, dejando impresionado a todos, incluyendo a los jugadores del Kitawaga Daiichi.

-¿Qué ha sido eso?- preguntó el chico de pelo gris bastante asombrado por la jugada del pequeño rematador.

-A pesar de ser tan bajito salta muy alto- dijo el del pelo rapado riéndose- Aunque el balón ha ido fuera.

-A sido capaz de ir corriendo de un lado de la pista al otro y de rematar una colocación fallida por parte de su colocador - dijo, aún sin creerse lo que acababa de ver, el chico del pelo castaño.

- Tiene un gran potencial, solamente necesita practicar más. Estoy convencida que llegará muy lejos -afirmó la pelinegra.

-Y no hablemos del colocador del Kitawaga Daiichi, ese si que va a llegar lejos- habló el chico de pelo rapado.

-Está claro que tiene un gran potencial, pero necesita mejorar algunos aspectos- dijo el hermano de la chica analizado las jugadas del recién nombrado.

-Debería adaptarse más a sus rematadores y no hacer colocaciones tan rápidas si ellos no son capaces de rematarlas - continuó diciendo el chico de pelo gris.

La chica más joven solo observa al colocador del Kitawaga Daiichi. No se había fijado mucho en él ya que su atención había sido captada por el rematador de pelo naranja. Miraba atentamente sus colocaciones. La mayoría eran muy rápidas y sus rematadores remataban la bola con dificultad.

-Es un genio colocando eso está claro, pero demasiado egocéntrico. Parece que juega el solo- pensó la pelinegra, mientras observaba las jugadas de ese colocador.

Antes de que se diera cuenta, el partido ya había acabado. Tanto el rematador de pelo naranja como el colocador de pelo azabache estaban junto a la red. El rematador estaba cabizbajo por su derrota y el colocador le observaba aparentemente frustrado.

-¿¡Qué has estado haciendo los últimos tres años!?- se llegó a escuchar el grito proveniente del colocador del Kitawaga Daiichi.

No obtuvo respuesta por parte del rematador. Y ambos se fueron con su equipo a saludar. El Kitawaga Daiichi había pasado a la siguiente ronda.

-Con que el rey de la pista ¿Eh? -dijo el chico de pelo gris.

-Va a ser un oponente complicado cuando empiece en la escuela superior- dijo el de pelo castaño.

-Pues el retaco también promete- concluyó Tanaka.

Los cuatro amigos bajaron las gradas y salieron del pabellón. Iban comentando el partido que acababan de ver. Aunque la pelinegra no les prestaba atención a lo que decían. En su cabeza se repetían una y otra vez las jugadas que habían sido decisivas en el el partido.

-Ese pequeño rematador y ese genio colocador harían un buen equipo. Con la rapidez y agilidad de uno y la gran capacidad y precisión del otro creo que podrían hacer grandes cosas -pensaba la chica mientras andaba al lado de su hermano.

-¿En que piensas?- le preguntó su hermano sacándola de su trance- Suga y Tanaka se acaban de ir y ni siquiera te has despedido de ellos.

La chica había estado tan concentrada en sus propios pensamientos que no se había dado de que estaban parados en frente de la puerta principal de su casa.

-En el rey de la pista -contestó la chica entrando en su casa.

Hasta aquí el primer capítulo de esta historia. Hace tiempo que quería escribir algo pero no tenía inspiración suficiente.

Espero que os guste lo que leáis en próximos capítulos y acordaros de votar :)

Me despido por ahora!

Anzu <3