Él nunca tiene una sonrisa en la cara.
Pero ella llega y lo cambiará todo...
••••
Empezada: 03•01•2022
Terminada: ??•??•????•
!Los personajes de esta historia no me pertenecen
!Parte de la historia está basada en el anime "haikyuu"
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
-¿Sabes jugar a voleibol?- preguntó Hinata con cierta emoción.
-He aprendido del mejor- habló la pelinegra refiriéndose a su hermano.
-¡Guau, eso es genial!- el peli naranja comenzó a hacer unos gestos bastante divertidos- ¿Y en qué posición juegas?¿Estás en algún equipo?¿Puedes enseñarme a recibir? -preguntó muy rápido sin que a la pelinegra le diera tiempo a responder.
-Con calma tarugo, déjale que responda- dijo Kageyama poniéndole una mano en el hombro.
-Respecto a lo primero, no juego en ningún equipo, se me da mejor observar las jugadas. Segundo, mi posición es rematadora, como mi hermano. Y por último, claro que puedo ayudarte ¡Soy la mejor de este gimnasio recibiendo!- la chica se rio al ver el brillo de los ojos del pequeño.
-¡Increíble, muchas gracias!- agradeció Hinata.
-Bueno, bueno tampoco exageres hermanita- dijo Daichi mientras daba suaves golpecitos en la cabeza de su hermana.
-Por cierto, no sabemos tú nombre- preguntó Kageyama a la pelinegra.
- Me llamo Emiko, Emiko Sawamura- contestó la pelinegra- Aunque podéis llamarme Emi.
-Emiko Sawamura... Sin duda su nombre va a la perfección con ella- pensó el chico de pelo azabache.
(Emiko significa mujer sonriente, feliz y risueña)
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Hinata practicaba las recepciones con Sugawara en la hora del patio y por las tardes con la pelinegra.
Mientras él entrenaba en la hora del patio, Emiko ponía en marcha su plan.
-Tienes que intentar hacer un ataque rápido con Hinata- decía la pelinegra mientras iba tras Kageyama.
-No voy a hacer ningún ataque rápido, no después de... -no llegó a terminar la frase y continuaba andando si hacerle mucho caso a la chica.
-¡Pero con su rapidez y agilidad podría rematar tus difíciles colocaciones!
-¡Te he dicho que no!-se giró a mirar a la pelinegra- Además, cómo estás tan segura de que podrá rematarlas?
