Kiss Me // Fyoya

Cierra tus ojos

Hoy no era un buen día para levantarse siquiera de su cómoda cama, pero ya se había convertido en una responsabilidad hacerlo y llegar puntual a su trabajo.

Habían pasado varios días desde su "secuestro", y aunque no fue tan malo como lo esperaba, su mente se sentía como huevo revuelto. Las cosas se habían vuelto extrañas, no en el mal sentido, en realidad era todo lo contrario.

Tener que convivir con personas diferentes por el día y la noche lo confundía, se sentía raro tener que convivir entre dos organizaciones distintas.

Y le fue para bien, aunque solía confundirse de nombres entre tantas personas. Ahora podía hacer su trabajo igual que siempre, y también disfrutar de una buena pelea cuando tenía ganas.

Fyodor supo complacerlo, no era necesario tenerlo en sus instalaciones las 24 horas del día, y cuando su presencia fuera requerida, nunca llegaba tarde.

Y aún así, después de tanta confusión, ya era el último día de su visita en aquel lugar.

- Chuuya-kun, ¿qué haces aquí?- Preguntó Nikolai ladeando la cabeza - Se supone que estabas ocupado

- Y así era, pero enviaron a alguien más porque supuestamente me vieron cansado o algo así

Chuuya caminaba con dirección a la oficina principal, donde se encontraba con el ruso y él le diría su próxima tarea. Pero esa sensación de inquietud volvió. Por supuesto que no la olvidaba, sin embargo que apareciera otra vez tan de repente le preocupó.

- Hoy no Chuuya- Interrumpió Agatha frente a la puerta - Esta pasando por una crisis nerviosa en estos momentos

- Quise ofrecerle un poco de té para que se calmara un poco, pero se veía muy mal y mejor lo dejé para después- Mencionó Sigma un poco cabizbajo

- Entonces con mayor razón debo entrar

- No, no, no, Chuuya-kun, esa no es una buena idea- Contestó alterado - Lo único que nos pide cuando esto sucede es que no lo molestemos

- Sé lo que se siente una crisis nerviosa, así que se como tratarla- Dijo el mafioso con la mano en el plomo - No debe sentirse muy bien, serán unos minutos ¿de acuerdo?

Sabían que entre esos dos comenzaba a existir algo más intenso, algo de lo que ellos aún no podían enterarse, pero ya se lo suponían.

- ¿Una manita de pato no hará daño?- Preguntó una vez más, recibiendo un asentimiento por parte de los demás - Okey, suerte Chuuya-kun

Les sonrió a todos antes de girar la perilla y adentrarse en la habitación, esperando encontrar al pelinegro. No fue sorpresa verlo así. Estaba hecho bolita en su silla, estrujando su gorrito entre sus manos con fuerza.

- Fyodor, ¿te encuentras bien?- Susurró despacio, acercándose con cuidado y esperando pacientemente a que respondiera algo

El ruso levantó la mirada lentamente, intentando recobrar la compostura y aparentar que se encontraba de maravilla. Aunque era obvio que nada estaba bien.

- ¿Cómo te sientes?

- Mal

- ¿Puedes contarme?

Un usuario de habilidad le daba muchos problemas en estos días, y por más que intentó guardarse el estrés para sí mismo, no lo logró. Acabó siendo como una bola de nieve que baja por la montaña.

Habían muchas opciones, pero en cada una, alguien resultaba muerto. No quería perder a sus compañeros, quienes casi podía considerar familia luego de borrar cualquier rastro de su pasado.