Es estúpido para ti

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Contestó la llamada de Ozaki, desesperada y con un tono de voz bastante alarmado. Intentó tranquilizarla con la naturalidad más grande posible y le aseguró que todo estaba bajo control. Tal vez Chuuya no sabía sobre que trataba aquella reunión, pero si la bola de vendas se encontraba ahí, seguramente sabía algo.

Luego de dejar a Yumeno en un pasadizo para que estuviera protegido, pasó por su oficina y abrió una botella de licor como si nada hubiera ocurrido.

En el camino se encontró con Gin y Tachihara, quienes preguntaron por él de inmediato.

- Tengo un aviso para Mori-san, ya todo está bien, descuiden- Calmó a los menores - Les contaré el chisme más tarde

Su sonrisa era sincera, ¿cómo podía mentirles sin hacer que pareciera una verdadera ofensa? A pesar de que estaba mintiendo, sus ojos reflejaban otra cosa muy distinta.

No era la peor mentira que les había dicho, y le dolía un poco tener que esconderles la verdad, pero era la mejor opción hasta el momento. Los dos eran muy preciados, como los pequeños retoños que acudían con él cuando necesitaban un consejo o simplemente querían contarle algo.

Normalmente la relación entre ejecutivos y subordinados era parecido a "Ojalá Kouyou-sama no se entere de esto", pero con Chuuya siempre era algo como "¡Me muero de ganas por contarle esto a Chuuya-san!". Le parecía muy importante mantener una buena conexión con las personas bajo su mandato, así que por lo menos les ayudaría cuando lo necesitaran.

Aunque algunos son unos completos desgraciados y después hablaban a sus espaldas, pero eso hasta él lo hacía, entonces no pasaba la gran cosa.

- Sólo estoy algo preocupado por ti, ya sabes, últimamente no te ves en muy buen estado- Mencionó el pelirrojo, cruzándose de brazos en señal de enojo

- Nada que una buena siesta no repare- Respondió como si nada, sonriente y tratando de esconder la botella de alcohol

- Gin dijo que sales mucho, cuando se supone estás descansando

- Eso hago, descanso a mi manera

Akutagawa interrumpió su conversación, algo ansioso. Entendió que ya era hora de ir a dar la cara, se despidió de ambos chicos y le siguió el paso al azabache, tanto nervioso por el plan que ya había repasado incontables veces en su cabeza, pero que de alguna manera le saldría mal si llegaba a verse la duda en su rostro.

- A veces me preocupa- Escribió Gin en su teléfono, apretando ligeramente su agarre y frunciendo el seño con angustia

- Si, en eso estamos de acuerdo...- Dijo para suspirar, y finalmente seguir con su siguiente misión del día

No dijo nada en todo el camino, en cambio repasaba una última vez y con lujo de detalles el plan de Ranpo para evitar ser descubierto. Todo normal, calmado y sereno, fue un simple atentado y ya.

- Quédate aquí para que puedas responder tus dudas ¿bien?- Le sugirió al menor, tocando la puerta de la oficina pidiendo permiso para pasar

- Es que... disculpe, estoy muy paranoico en estos días- Contestó apretando sus labios, una clara señal de que algo malo le sucedía

- Podemos hablar después de esto si quieres- Dijo poniendo una mano en si hombro - Te escucharé y te ayudaré en lo que pueda, ¿de acuerdo?

- Gracias Chuuya-san

La pequeña Elise abrió la puerta, pero antes de entrar, el pelirrojo le dio un último trago a la botella de licor. Retomando energías y su actitud de siempre, se adentró en terreno desconocido, bajo la atenta mirada de Dazai.

Kiss Me // FyoyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora