Kiss Me // Fyoya

Afrontar las consecuencias

¿Qué se supone que debería hacer ahora?

Su vida se había vuelto algo desastrosa, sin embargo no podía quejarse de mucho. Kouyou lo mantenía vigilado con una escolta durante su horario laboral, mientras que por decisión de Mori, sus reportes y misiones eran más tediosos y aburridos.

No era lo único, ya que Dazai no se atrevía ni a dirigirle la mirada cuando tenían algún trabajo como el Doble Negro. La gran mayoría de la Port Mafia no hacía gran cosa por averiguar sus causas, no era necesario preguntarle si ya lo habían visto con sus propios ojos.

Y al contrario de lo que todos creían, las botellas de alcohol siguieron intactas después de tanto tiempo.

- ¡Rechazó un pétrus! ¿¡Comprendes la gravedad del asunto!?- Gritó Ozaki bastante fuera de su habitual tranquilidad

- Kouyou, comprendo que Chuuya-kun esté pasando por un derrumbe emocional, y si rechaza un vino quizás es porque simplemente está algo resentido

- No lo he visto sonreír en días

Mori poco a poco se quedaba sin excusas, era obvio que la situación del menor daba para preocuparse y ponerse de esa manera. La pelirosa no era la única histérica, literalmente todos se encontraban en la misma situación pero no decían ni una palabra por miedo a cometer o preguntar alguna estupidez.

- ¿De verdad no hay algo que podamos hacer al respecto? Ya no estoy hablando de entrometernos en su vida personal, me refiero a por lo menos entregarle el sobretodo que Dostoievsky le dejó

- Le dará esperanza, una esperanza que ya no existe pero aún así querrá proteger

- Tú tenías esperanza de que él no fuera un traidor a pesar de las pruebas que todos te dimos... y miranos aquí, discutiendo sobre una situación que ya no está en nuestras manos

Chuuya hacía su trabajo a la perfección, no había ningún desperfecto en sus reportes y daban resultados perfectos. Sin embargo no servían de nada, había dejado  de gritar emocionado, de insultar con la gran variedad de vocabulario que tenía, de reír por chistes tontos y sobre todo, de sonreír.

Saludaba a todos cada mañana, se despedía como normalmente, pero su mirada reflejaban cansancio. Podía llegar hasta mediodía e irse hasta muy tarde, y a veces Kajii le permitía ayudarlo con sus experimentos, Hirotsu le pedía realizar algún inventario en la armería, Akutagawa socilitaba su ayuda con ciertos papeles, cualquier cosa con tal de mantenerlo distraído.

Eso era de gran ayuda, pensar en otra cosa que no fuera el ataque de hace tiempo. Su mente podía descansar un poco luego de tanto esfuerzo, despejar ese cielo nublado por un rato y dejar que sus pensamientos divagaran en algo más.

- Haré lo posible- Accedió luego de un largo silencio - Con la condición de que se respeten nuestras condiciones como organización

- Sabes que aceptaría con tal de saber que ellos están bien- Contestó más relajada, incluso recuperando su leve sonrisa

- Estoy seguro de que lo sabe

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Por mucho que odiara a Fyodor, tenía que admitir su habilidad para calmar al mafioso. Cuando sus ataques de ira daban comienzo, lo mejor era apartarse y dejar que Chuuya se tranquilizará por cuenta propia.

Fue buena idea mientras duró, pues algunas veces ya no podían mantenerlo bajo control y la situación se tornaba... complicada.

Ya no era rabia, era una mezcla de emociones negativas que formaban un tornado, el cual lentamente arrasaba con todo a en su propio interior. Las pocas veces que presenciaron eso, no volvieron a tocar el tema por petición del mismo Chuuya.