Secretos de Sumisión

Capitulo 4

Escucho a Nathan hablar con mi madre. Le escucho llorar. Le escucho disculparse con mi madre. Se acusa como el culpable de lo que me ha ocurrido. No le culpo, si yo estuviera en su lugar haría lo mismo, pero cada cual tiene que soportar lo que le ha tocado vivir. Yo, esta cama, él, la culpa. Llevo dos meses en coma. No consigo moverme, por más que lo intente. Intento no sumirme en esta oscuridad que me rodea, sé que si lo hago jamás volveré a sentir su olor, su sabor, su amor...sé que jamás podré volver a estar a su lado si no lucho por salir de aquí. Lo sé, pero es tan doloroso...les oigo, les siento...pero no puedo hacer nada para que lo noten. Es horrible, es lo más duro que he tenido que vivir....

: : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : :

Nathan

-Nathan, para. Deja de pasearte de un lado a otro.

-Joder, es que no se me ocurre nada. No sé qué hacer. Ariel me ha echado de su vida, no quiere saber nada mas de mi. La he llamado una y mil veces y no contesta a mis llamadas. Sé que me pasé, lo sé, pero no quiero perderla.....

-¿Nathan, eres consciente de que vuestra relacion, es solo fisica?

-Ya, lo sé. Pero no quiero que otro la toque, ella es mía.

-Estas siendo irracional, ella es tu ama y no al contrario. Ella no es tuya, tú eras de ella y si ella ha decidido que ya no le perteneces, no puedes hacer nada. Ha sido decisión de ella.

-Lo sé, pero no pienso abandonar así como así. Ya se me ocurrirá algo para recuperar la.

-Suerte, tio, porque la vas a necesitar.

: : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : :: :: :: :: :: :: : ::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

Ariel

-¿Y esa cara? Ya veo que tu sumiso no te ha dejado pegar ojo en toda la noche.

-Por favor, no me hables de él. Además ya no es mi sumiso.

-¿Que dices?

-Lo que oyes.

-¿Pero si estabas super bien con él?

-Me trató como si fuera una niña tonta, como si no importará nada. Tu ya sabes lo que me pasó y por un momento cuando comenzó a gritar me revivió todo lo vivido con ese malnacido que me hizo transformárme en lo que hoy soy.

-Lo sé, Ariel, por eso es que no dudo de que tengas razones de peso como para dejarlo con él, pero lo que me extraña es que de la noche al día te haya tratado tan mal.

-No sé cómo sucedió la verdad, por un momento creí estar viviendo en otro cuerpo distinto al mio. Sólo sé que él realmente no tiene vocación de sumiso, es 100% dominante. Tiene carácter, pero no más que yo, y ese es el problema. Tendría que domesticarlo, tendría que enseñarle de nuevo cual es la actitud a tratar aquí. Tendría que enseñarle a dar y no recibir nada a cambio... Tendría que enseñarle demasiadas cosas y no creo estar dispuesta a ello.

-Ariel, la decisión que tomes creo que será la acertada. Tu sabes escoger soberanamente bien. Confío en tu criterio, pero ten en cuenta una cosa. Tu sumiso lleva demasiado tiempo siendo amo y es normal que de vez en cuando saque su genio dominante, deberías darle una oportunidad. Es difícil el cambio y creo que él debe de sentirse tan mal como tú.

-No digo que no sea difícil, todo lo contrario. Sé que lo es pero por esa misma razón no voy a dejar que se crea que es fácil convencerme. No voy a mandar la cláusula del contrato hasta ver cual es su reacción; dejar que todo acabe aqui o intentarlo todo aunque el final sea el mismo. Quien sabe que decisión tomará él.