Un Amor Incondicional •Sokka•

005

Ya han pasado varios años desde que estamos en la busca del Avatar, Zuko últimamente perdía demasiado el control, su temperamento se había ido por la borda, era más explosivo y agresivo, no tenía respeto por nada ni nadie, ni siquiera para mi padre o para mí.

Zuko: ¡Tn!

Tn: ¿Que?

Lo mire con enojo, pues el sabía que no me gusta cuando me gritan, el ignoro mi mirada para señalar el lugar donde una luz salía de entro los grande bloques de hielo

Zuko: al fin, después 3 largos años en exilio, podré recuperar mi honor y volver a mi nación

Irho: príncipe Zuko, a lo mejor es un aura celestial... Las hay en muchas partes de polo sur

Zuko: no, es el Avatar, estoy seguro. ¡Capitán fije rumbo a esa luz!

Tn: Zuko, creo que padre tiene razón..

Zuko: ¿Acaso ni quieres volver a casa?

¿Casa? Ese lugar no es mi casa, lo mire con el ceño fruncido por decir semejante idiotez. El paso de mi para ir a dentro y colocarse su armadura ordenando a todos hacer lo mismo. Mire a mi padre quien solo negó con la cabeza y entro para seguir bebiendo su te tranquilo.
Fui a mi habitación para tomar mi espada y colocarla en su lugar al igual que mi mochila, bueno en esta solo metí lo que había sacado hace tres años de la nación del fuego.
Si en realidad es el Avatar, tengo que ayudarlo

Zuko: ¡todos fuera!

Zuko se posicionó en la compuerta en medio de todos y yo a su derecha. Cuando está se abrió dejo ver a la tribu agua del sur, eran todas mujeres y niños, un joven pintado del rostro se acercó a Zuko para atacarlo con una tipo espada pero mi primo lo golpeó mandando lo lejos, el empezó a bajar seguido de nosotros, aquel chico volvió a ir contra Zuko pero el logro derribarlo varias veces más.
No sé si esté chico es idiota o valiente por seguir luchando contra Zuko, al final el lanzo su Boomerang hacia Zuko, pero este paso de el a lo que mi primo lo lanzo hacia una torre echa de nieve dónde se quedó atorado

Zuko: ¡¿Dónde está el Avatar?! ¡Se que lo tienen aquí! ¿Acaso eres tu vieja?

El se acercó a una señora mayor a lo que la jalo con fuerza asustando a todos, yo me acerque a el para hacer que la soltará pues la estaba lastimando. Ella me miró sin creer que la defendi de Zuko, pero solo me dió una media sonrisa. Me acerque a ella dándole una sonrisa y diciéndole en susurro

Tn: será mejor que se aleje de aquí, Zuko es algo temperamental

Le di un pequeño empujón para que volviera a dónde su hija o nieta, sepa que sea suyo. Mi primo entro en desesperación y enojo cuando el Boomerang del chico estampó en su casco, no puede evitar reírme ante aquello cosa que lo molesto más, se quitó el casco y lo lanzó a la dura nueve para después lanzar fuego hacia los aldeanos. ¿Acaso está loco? ¡Los va a lastimar así!

Tn: ¡Zuko, ya basta!

El no me hizo caso así que me acerque a el para detener su fuego sujetando su mano, pero el me empujó haciéndome caer aun lado del chico valiente, le ayude a salir de ahí al verlo en problemas. El al verme se dispuso a atacarme pero lo detuve con mi mano

Tn: alto ahí chico valiente. No quiero lastimarlos, así que mejor ve a cuidar de tu gente, yo detendré a mi primo

Lo solté para voltear me a ver mi primo volviendo a lanzar fuego pero esta vez más cerca de la mujeres y niños, me asusté y enoje por ello que no dude en colocarme frente a ellos creando un pequeño y débil muro de hielo... Zuko me miró sorprendido

Zuko: ¡¿Que rayos haces Tn?! ¡Alejate de estos pueblerinos!

Tn: no, Zuko no tienes que lanzarles fuego de esa forma

Zuko: ¡Ellos esconden al Avatar!

El volvió a lanzar fuego el cual desvíe, pero sus guardias igual me atacaron, supongo que ahora creen que me revele. En fin me aleje de los aldeanos evitando que el fuego roce el muro de hielo, mientras luchaba con ellos. Logré derribarlos a todos dejando solo a Zuko quien deshizo el muro y lanzó fuego a los aldeanos, pero antes de que los tocará un niño con un palo disipó el fuego de Zuko.

Niño: si voy contigo, ¿Dejaras a esta gente en paz?

Zuko: echo

Mi primo aprisionó al niño quitándole su vara mientras los guardias que recién se levantaban lo llevaban hasta la puerta de la nave, hice lo mismo sin antes mirar al chico valiente quien nos miraba con odio..
Dos guardias se habían llevado a aquel niño al calabozo por lo que decidí seguirlos, mientras Zuko llevaba la vara del niño a su habitación.

Niño: ¡lo siento!

El logro soltarse de los guardias haciendo aire control, ese niño es el Avatar, solo que creí que sería un anciano, pues desapareció hace 100 años. El se topo conmigo justo cuando iba a salir de ahí, se detuvo a mirarme

Niño: tu eres la chica que defendió la tribu de Katara

Tn: hola Avatar... Ven, te ayude a escapar de aquí

Tomé sus mano rompiendo las cadenas con mi fuego y así empezar a correr lejos de los calabozos.  En el camino luchamos contra varios guardias, lo leve a mi habitación para tomar mi mochila e irnos de aquí. Pero el quería ir por su planeador o eso me dijo que era aquella vara, lo guíe a la habitación de Zuko pero la puerta se cerró

Tn: ¡Zuko!

Intente abrirla pero no cedía, hasta que después de varios ruidos y minutos está se abrió dejando salir al Avatar quien tomo mi mano y corriendo salimos del interior de la nave pero habían ya varios guardias esperándonos para atacarnos.
Yo luchaba con unos cuentos mientras que el Avatar luchaba con otros cuando salió Zuko y lo lanzó al agua

Tn: ¡Avatar!

Rápidamente noque a los guardias con los que luchaba para ir tras el Avatar, pero el salió del agua en una especie de remolino de agua el cual lanzó al resto de tripulación y a Zuko. Los amigos del Avatar volvieron a subir a su bisonte   justo cuando el Avatar me tomo de la mano y me llevo arriba del mismo junto a el.

Tn: gracias

Katara: ¿Que hace ella aquí?

Sokka: es una maestra fuego

Katara: Aang esto...

Aang: ella es de los nuestro, me ayudó cuando estaba en problema. Igual los ayudo a ustedes

Sokka: es verdad pero..

Tn: cuidado

Los soldados que quedaban estaban lanzando bolas de fuego hacia morros, ho desvíe dos y Aang una la cual dió contra el glaciar aun lado nuestro frenado una avalancha la cual estampó directo en la nave impidiendo moverse y seguirnos