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CANCIÓN: Dandelions de Ruth B.

ALESSANDRA

Estamos a unas cuantas calles del club de Gavrel, todo el trayecto estuvimos en silencio, pero no fue un silencio incomodo, sino todo lo contrario.

Gavrel gira hacia la avenida donde está su club y conforme nos vamos acercando vemos la inmensa fila para entrar al club y también vemos que la entrada del club está llena de paparazzis y periodistas, esperando por nosotros.

– Che cazzo? (¿Qué mierda?) – paramos frente al club y de inmediato todos se giran hacia el auto, pero aun no comienzan a tomar fotos.

– Mierda, aún no bajes del auto, espera a que yo te abra la puerta para poder entrar rápido al club – asiento y Gavrel sale rápido del auto, los flashes de las cámaras no se hacen esperar comienzan a tomarle fotos a Gavrel, el interior del auto comienza a llenarse de flashes intermitentes, por suerte el auto de Gavrel tiene un polarizado oscuro, por lo que les hace difícil la tarea de ver hacia dentro y poder tomar fotos.

Todos se acercan a Gavrel y al auto, como puede comienza a moverse entre la multitud, después de uno cuantos minutos y de unos cuantos empujones, por fin lo veo al otro lado de la puerta, abre la puerta y de inmediato los flashes comienzan a llenar el interior del auto, pongo mi mano en mi cara para no quedarme ciega por la fuertes luces, me ofrece su mano y la tomo saliendo del auto, cierro la puerta como puedo y entrelazó mí mano con la de Gavrel.

Comenzamos a caminar entre la multitud de personas; todos empiezan a bombardearnos con demasiadas preguntas, todos hablan a la vez haciendo un poco complicado la tarea de escuchar algunas, Gavrel me guía hacia la entrada, pero antes de llegar escucho que una mujer dice algo que de inmediato hace que mi cuerpo se llene de ira.

– Señorita D'Angelo, ¿está comprometida con el señor Müller por interés? – me detengo en seco, Gavrel sigue caminando y jalándome de la mano, pero al ver que no estoy caminando detrás de él sé gira hacia mí y me mira confundido.

Aún tomados de la mano doy media vuelta hacia la mujer que me pregunto eso, pongo una sonrisa egocéntrica, sin dejar ver que lo que acabo de escuchar me molesto, la mujer me mira con una sonrisa burlona y petulante viendo que lo que dijo llamo mi atención.

– ¿Acaso usted cree que necesito comprometerme por interés?, déjeme decirle que está en lo incorrecto señora, soy una de las mejores abogadas de la cuidad, soy socia nominal de uno de los mejores despachos del país, soy una de los herederos de una de las mejores empresas aeroespaciales del país, he salido en varias revistas importantes tanto del país como de Italia, dígame usted ¿estoy comprometida con el señor Müller por interés?, yo... no lo creo – la mujer borra la estúpida sonrisa burlona que tenía hace unos segundos antes, ahora me mira avergonzada e incómoda, mi sonrisa crece más al ver que cumplí con mi cometido.

Doy media vuelta para continuar hacia el club, y veo que Gavrel me mira con una sonrisa de oreja a oreja, comienza a reír por lo bajo y niega con la cabeza.

– Vamos liebe (amor) – dice Gavrel con una sonrisa, retomamos el camino hacia la puerta aún con los flashes de las cámaras y las preguntas de los demás a nuestras espaldas, cuando por fin logramos llegar a la gigantesca puerta, hay dos hombres de seguridad, que en cuanto nos ven acercándonos de inmediato las abren, ingresamos rápidamente y los hombres cierran las puertas evitando que los paparazzis y periodistas entren detrás de nosotros.

De inmediato la música comienza a inundar mis oídos, el club esta iluminado por luces de color azul y rojas, haciendo un poco complicado ver con claridad, aún seguimos tomados de la mano por lo que Gavrel me guía hacia la zona VIP que vi la ultima vez que vine junto con Vi, la zona VIP es un segundo piso que da vista hacia la el centro del club, caminamos hacia las escaleras y como en la puerta también están dos hombre.

AMORE E PIACERE [EN PAUSA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora