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CANCIÓN: Love Shot de EXO.

GAVREL

– Y bien, ¿qué es lo que me tienes que decir? – dice Alessa mientras los meseros nos retiran los platos, dando por terminado el almuerzo.

– ¿Qué vas a hacer desde el miércoles hasta el lunes de la semana entrante? – Alessa me mira confusa.

– Supongo que trabajar y descansar, ¿por qué?

Si acepta acompañarme voy a aprovechar la oportunidad y quedarme unos cuantos días más de lo planeado y disfrutar de su compañía.

– Porque el miércoles a las 8:00 pm tengo programado un viaje de negocios y regreso hasta el lunes de la semana entrante, y quería saber si ¿querías acompañarme? – le hago un gesto con la mano al mesero, dándole a entender que ya puede traerme la cuenta, el mesero asiente con su cabeza.

– ¿Pero a donde se supone que vamos a viajar? – sonrío.

– ¿Eso es un sí? – Alessa solo rueda los ojos.

– Dependiendo de a donde vamos a viajar.

– A Zante, Grecia.

– Nunca he ido a Grecia – murmura pensativa.

– ¿Entonces? – el mesero llega con la cuenta y la deja frente a mí, saco del bolsillo del pantalón mi billetera y tomo la American Express, pero Alessa toma la cuenta y deja su American Express, le entrega al mesero la cuenta, pero se la quito – yo te invite a almorzar, yo pago – tomo la tarjeta y pongo la mía.

– Pero, no quiero que pagues todo tú – dice con el ceño fruncido.

– Yo invito la comida y tú el postre, ¿qué te parece? – le entrego al mesero la cuenta junto con mi tarjeta – agrega el cuarenta por ciento de propina, por favor – el mesero asiente y se retira dejándonos solos nuevamente, le entrego la tarjeta a Alessa y la recibe disgustada.

– Esta bien, ve pensando que quieres comer de postre – sonrío.

– No contestaste mi pregunta acerca del viaje – Alessa me mira con una sonrisa.

– Acepto acompañarte, pero primero tengo que avisarle a Alek que no voy a ir a trabajar lo que resta de la semana.

– No te preocupes, yo ya me encargué de eso en la mañana, tú solo preocúpate por hacer tus maletas – el mesero regresa con mi tarjeta y me la entrega.

– Muy bien confió en ti y espero que regresando del viaje aún tenga trabajo, sino tú me vas a tener que pagar mi salario de por vida y te lo aseguro que no es nada barato – me apunta con un dedo mientras sonríe.

– No te preocupes liebe, puedo hasta aumentarte tu sueldo sin ningún problema y pagártelo toda la vida – guiño un ojo y sonrío triunfante – bien vamos por mi postre – nos paramos al mismo tiempo y comenzamos a caminar hacia la entrada del restaurant.

– ¿Ya sabes que vas a querer de postre? – cuestiona.

– Ein kuss dein ding wäre perfekt (un beso tuyo estaría perfecto).

– No sé qué es eso – me mira con el ceño fruncido.

– Que un helado estaría perfecto – sonrío fingiendo demencia.

– Muy bien – llegamos la entrada del restaurant y veo a la gerente y una mesera esperándonos, antes de que hablen el lugar se empieza a inundar de destellos intermitentes, lo cual significan que hay cámaras esperando por nosotros.

– Señor Müller, no sé como se enteraron que estaban aquí, ya llamamos a la policía, pero aun no llegan y el personal ya trato de alejarlos del lugar, pero son demasiados – dice apenada la gerente.

AMORE E PIACERE [EN PAUSA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora