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CANCIÓN: Begging de Laura Dalla.

GAVREL

Paseo la mirada por el escritorio asegurándome que tengo todo lo importante, tomo de debajo del escritorio el casco, salgo de la oficina y veo a Brooke haciendo algo en la computadora, cuando se percata de mi presencia se acerca a mí con la llave del auto que le pedí hace unas horas.

– Aquí tiene la llave del Ferrari señor Müller, ya trasladaron su motocicleta a su casa y también ya está la reservación en el restaurante como usted lo pidió – me entrega la llave.

– Gracias Brooke, voy a salir a almorzar, aun no sé si voy a regresar a la oficina después, pero si sucede algo importante me llamas – tomo la llave.

– Entendido señor Müller, que disfrute de su almuerzo, hasta luego – continua con lo que estaba haciendo hace unos minutos en la computadora.

– Gracias, igualmente, hasta luego Brooke – camino hacia el ascensor y presiono el botón.

Cuando estoy dentro del ascensor saco mi celular del bolsillo y abro su chat.

Gavrel Müller: Estoy saliendo de la empresa, llegó en 10.

Alessa: Muy bien:).

Guardo nuevamente el celular, las puertas se abren en el estacionamiento y camino hacia el auto, subo la lado del piloto y dejo en el asiento del copiloto el casco, enciendo el auto y me pongo el cinturón de seguridad.

Enciendo la radio y conduzco hasta la salida del estacionamiento, ya en las calles me percato que ya no hay tanto tráfico como en la mañana, por lo que creó que voy a llegar antes de lo que esperaba.

El despacho no esta tan lejos de la empresa, pero aun así me tomo mi tiempo en llegar.

Estaciono frente al edificio, salgo del auto y comienzo a caminar hacia el edificio, en la recepción veo que hay algunas personas en la sala de espera, la recepcionista se percata de mi presencia y me sonríe, se levanta de la silla y comienza a jugar con un mechón de cabello.

– Buenas tardes señor Müller – sonríe coqueta.

– Buenas tardes – me limito a decir, mientras paso de largo y me dirijo al ascensor.

Presiono el botón, saco mi celular y veo algunos mensajes pendientes mientras espero que se abran las puertas. Las puertas comienzan a abrirse y mando un último mensaje antes de subir, pero escucho como alguien carraspear frente a mí.

Subo la mirada y veo que dentro del ascensor esta Alessa, como dijo por mensaje trae puesto un vestido de color blanco que se le ajusta perfectamente al cuerpo, el vestido le llega justo a las rodillas, en una de sus manos trae su bolso de color claro y en la otra su celular.

– Scheiße (mierda) – digo por lo bajo.

– Bueno vamos, porque me muero de hambre – sale del ascensor y comienza a caminar hacia la recepción.

– Vamos liebe (amor) – camino junto a ella.

Cuando estamos por salir la recepcionista habla a nuestras espaldas, doy media vuelta hacia la recepcionista.

– Señor Müller, ¿qué le parece si algún día vamos a cenar? – sonríe picara.

Antes de que pueda contestarle Alessa da media vuelta y habla.

– No creo que el señor Müller pueda ir algún día a cenar contigo – la recepcionista mira furiosa a Alessa.

– Disculpa, pero le pregunte al señor Müller – frunzo el ceño.

AMORE E PIACERE [EN PAUSA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora