[]El chico del apartamento 512
[]Él que hace a mi pobre corazón saltar
[]Es a quien le hago cartas noche y día
[]Que no puedo entregar
[]El chico del apartamento 512
[]Es él quien me hace tartamuda y más
[]Es en quien yo pienso y sueño noche y día
[...
Pov. ___ Sali tranquilamente del elevador, mientras mi mirada estaba en mi celular, había sido un largo día en la universidad y yo ya me encontraba cansada, solo quería llegar a mi departamento y descansar. Termine de teclear algunas palabras y envié el mensaje, mientras caminaba por el pasillo y acomodaba mi mochila mientras esperaba que mi amiga me respondiera.
-???: ¡¡___!!- levante la mirada para después voltear y poder ver a la persona que me estaba llamando
-___: Oh, hola Mateo- le doy mi mejor sonrisa al chico de ojos azules
El me devolvió la sonrisa mientras se acercaba más a mí, Dios si en realidad existes por favor sálvame de esto.
-Mateo: Oye ___, me preguntaba si ¿quisieras salir a comer mañana?-
Le iba a responder cuando escuché el sonido del elevador, voltee para ver si era mi amiga pero para mí mala suerte no lo era, bueno si mala suerte me refería a un chico de bellos rizos castaños, hermosa piel morena y unos bellos ojos verdes, ¡¡Por todos los chocolates que alguien me sostenga!!
-Mateo: Buenos días vecino- le saludo al lindo chico
El joven le devolvió el saludo para después voltear a verme y dar una linda sonrisa dejando ver sus blancos dientes y después entrar a su apartamento, creo que e visto el cielo.
-Mateo: Entonces ¿Qué dices?-
Yo aún seguía en mi trance, ya lo había visto varias veces pero no tan bien, Dios creo que me enamore.
-Mateo: ¿___? ¿Estás bien?- movió su mano frente a mí.
Sali de mi trance y después lo mire disculpándome para entrar a mi apartamento sin darle importancia a lo que me quería decir.
Agarre mi celular y marque un número, mientras mi corazón y respiración se calmaban, espere un rato cuando al fin me contestaron.
-???: Hola ___ ¿Qué sucede?-
-___: Hola, ¿Mirabel? Tengo algo que decirte- Y le comenzó a hablar de lo que había sucedido.
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Habían pasado unas semanas desde que ví a ese chico, una que otras veces lo veía en los pasillos del edificio y el me saludaba, ¿Alguna vez sintieron que su corazón quería salir de su pecho? Pues ahora se lo que significaba eso, día y noche esa linda sonrisa blanca estaba en mis sueños.
Me despedí de mis compañeros y salí del café, desde hace un tiempo que trabajaba en ese café para poder pagar y comprar algunas cosas.
Mientras caminaba sentía como si alguien me siguiera, no quería voltear, debía hacerle a caso a mi mami cuando dijo que practicará karate.
-???: ¡¡OYE MUÑECA, CUANTO LA NOCHE!!-
Volteé a ver furiosa de dónde venía esa voz y ahí lo pude ver, un señor de unos cincuenta, mal arreglado y con una botella de alcohol en la mano, habían policías cerca pero no prestaron atención.
