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-Soo-

Estaba bajando hacia el primer piso, cuando de repente, escucho voces y quejidos que de inmediato me alarmaron.

Caminé hasta dar con un grupo de chicos que tenían acorralado a... El chico pelinegro/misterioso?! No podía creerlo, este se encontraba en el suelo, siendo golpeado y pateado por todos.

Mis impulsos me querían hacer correr de inmediato, pero preferí quedarme detrás de un muro que estaba cerca a ellos, logrando así, escuchar lo que decían.
—Que inepto! Cree que ignorando nuestra presencia va a olvidar que es un bicho raro - dijo uno de ellos, haciendo reír al resto y escupiendo en la cara del chico que se encontraba aún en el suelo
—Es todo un idiota, mírenlo nada más, raro, siempre anda solo y cree ser muy importante porque uno o dos traten de acercarse a él, iluso! Para colmo, usa maquillaje, ridículo! - dijo otro, pero esta vez, la voz se me hacía familiar y al asomarme más, pude confirmar que era el chico que había estado con las chicas molestando al mismo pelinegro

Mi ser se llenó de una rabia inexplicable, así que, callando todos los pensamientos que se desataron en mi mente, me acerqué a paso firme al grupo.
—Oigan, ustedes! - todos me miraron - Sí, ustedes. Quiénes se creen para tratar así a alguien, eh? Piensan que son mucho? O es que acaso su ego se vio amenazado por él - dije señalando al pelinegro que yacía en el suelo
—Vaya vaya, miren quien viene por ahí, no es más que la novia de este gusano. Ridícula, vino a su defensa porque el pobre no es capaz de lidiar solo con nosotros - dijo el mismo tipo de antes, haciendo reír a todos en aquel grupito

Continúe avanzado ignorando sus comentarios, solo quería sacar al chico de ahí y ayudarlo de una buena vez.

Cuando estuve lo suficientemente cerca, estiré mi mano para levantarlo, pero en eso, un tipo del grupo trató de tomarme del brazo, al instante giré y lo encare.
—Hey hey, no te atrevas a tocarme - estaba muy furiosa por lo que acontecía - Yo no les tengo miedo, que quede claro. Si es necesario, y obvio que lo es, hablaré con la directora de esta institución para que los expulsen a todos ustedes, por andar lastimando a cualquiera que se les cruce por su camino. No estoy para juegos y si quieren, tomen está advertencia como una amenaza - terminé de decir y uno por uno, fueron yéndose del lugar

Ya habría tiempo para ir y hablar con la directora. Por ahora, debía ayudar al pelinegro, quien se encontraba tirado y gimiendo de dolor a causa de los diversos golpes que debieron haberle proporcionado.

Me agaché y pasé mi brazo por detrás suyo para con todas mis fuerzas, levantarlo y llevarlo hasta la enfermería que quedaba cerca de ahí...

Llegamos y por suerte, aún estaba abierta, aunque nadie se encontraba en el lugar. Entré y coloqué al chico en una de las camillas, haciendo que se acostara para poder ir por algodón y alcohol para curar todas sus heridas, iniciando por su labio que estaba roto.

Cuando encontré todo, lo puse encima de una mesita y me acerqué al chico, aclaro que a una distancia prudente y de esta manera, empezar a limpiar una por una, las heridas y rasguños que tenía en su cara y brazos.
—Ven, podrías acercarte un poco para poder limpiar tu labio - pedí a la espera de una pronta respuesta

El pelinegro sin decir nada, hizo lo que le pedí y comencé a pasar el algodón por su labio, que se encontraba sangrando. Este por ratos se quejaba de dolor y yo me disculpaba procurando tener mayor cuidado.

Debía confesar que la corta distancia que habíamos generado, me ponía un poco nerviosa y no podía negar que de cerca podía apreciar mejor cada una de las facciones de su bello rostro, que a pesar de los rasguños que este traía, se veía tan perfecto e impecable. Eso produjo un leve sonrojo en mí y sacudí levemente mi cabeza, para conseguir concentrarme en lo que estaba haciendo y finalizar de una vez.

Habiendo terminado con eso, sabía que podía tener uno que otro moretón en su abdomen, preferí no intervenir en esa parte, sería muy incómodo e imprudente de mi parte, así que le entregué una crema para que él mismo pudiera aplicarla en las zonas de su piel que tuvieran algún moretón.
—Toma - le extendí el envase - lo necesitarás para aplicar en las zonas que aún tengan moretones - dije
—G-gracias - susurró casi inaudible pero capaz de ser percibido por mí
—No hay de qué - sonreí - Emm, yo... Tal vez no sea el mejor momento para preguntarlo pero, a que se debe que esos chicos te molesten? - pregunté curiosa y dudosa a la vez

El contario suspiró y pareció estar pensando su respuesta.
—No es algo de lo que realmente quiera hablar ahora - dijo mirando el suelo - Y gracias nuevamente, pero lo mejor será que me vaya - mencionó poniéndose de pie y agarrando sus pertenencias
—Espera - traté de detenerlo - Cuál es tu nombre? - pregunté pero él ya no estaba ahí

Agarré mi mochila y salí de la enfermería, viendo que a la distancia se encontraba el chico. Quería correr hasta él pero mi cuerpo solo se quedó ahí mismo, mirándolo.

El pelinegro volteó hacia mí y dijo.
—Me llamo Yang Jungwon - me dio una leve sonrisa y volvió a girar para seguir su camino, saliendo prontamente, de mi campo de visión

Yang Jungwon... lindo nombre chico pelinegro

𝗪𝗢𝗨𝗡𝗗𝗦 || 𝚈𝚊𝚗𝚐 𝙹𝚞𝚗𝚐𝚠𝚘𝚗 ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora