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Mi sueño siempre había sido actuar. Mentir de una manera artística y poder ser alguien quien no eres, era maravilloso. Los actores de teatro eran mis favoritos; tan cerca de la perfección pero a la vez tan lejos.

Era por eso que siempre había soñado con ser uno. Pero no me creía con el talento suficiente para hacerlo. No había sido hasta a principios de semestre cuando Jane me motivó a intentar realizar mi sueño y a pesar de que nunca realizaba lo que ella me proponía, seguía consiguiendo material para mí.

Es por eso que me sorprendí al verme haciendo fila y leyendo el guión de la película para la cual iba a audicionar. Se trataba de una película gay, e iba por uno de los papeles protagónicos. No tenía problema de que la temática fuera homosexual, pero hubiera preferido que el casting hubiera sido para un secundario. Y la razón era que tenía tendencia al pánico escénico. Ya sé, vaya sueño de querer ser actor.


El actor y el aprendizDonde viven las historias. Descúbrelo ahora