En la familia Madrigal

Ver el pasado, escuchar el presente.

Dolores apenas había recibido su don hace unos días pero sus oídos le dolían. Tantos sonidos a la vez le causaban dolor de cabeza. No podía soportarlo más. Tapaba sus oídos todo el día.

Bruno se percató de esto, sabe lo que se siente ser agobiado por un don, aunque en otro nivel totalmente diferente pero de cualquier manera él decidió ayudar.

-"Dolores, ven un momento, por favor" llamó el tío Bruno desde lejos. Igualmente lo escucharía.
-"¿Pasa algo, tío?" Preguntó la niñita aún con los oídos tapados. Acercándose a Bruno hasta estar justo en frente de él.
-"Si, veras...yo tengo una amiga rata, Gabriela, pero no logro encontrarla ¿podrías ayudarme a buscarla? Como escuchar sus patitas o chillidos"
-"No creo poder diferenciar sus sonidos." Dolores tenía la mirada baja y decepcionada de si misma.
-"Por favor. Intenta concéntrate en solo su sonido, nada más solo una cosa. Yo sé que puedes hacerlo". Bruno le dio una sonrisa ladina la cual daba confianza a Dolores.

Dolores asintió, respiro hondo y cerró sus ojos. Estuvo así unos 10 segundos. Bruno la miraba atento, esperando por ella. Hasta que Dolores abrió sus ojos de golpe.

-"Pero...está aquí. En tu ruana." Dolores señaló a Bruno.

Bruno dejó salir a la rata, la cual posó en su mano derecha. Bajó hasta la altura de su sobrina.
-"Shhhh. Toma. Concéntrate en Gabriela. ¿Qué sonido hace?" Bruno le entregó la rata en ambas manos de la niña. Dolores acercó a la rata más a su cara.
-"Escucho...sus latidos, sus orejas moverse, su respiración...solo a ella."
-"Tienes que concentrarte en solo una cosa. No dejes que los demás sonidos te agobien. Solo piensa en Gabriela."

Bruno le dedicó una sonrisa mientras Dolores jugaba con su nueva amiga peluda.

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-"¡¿Si algún día me fuera acaso si a ella le importaría?!" Escuchó Dolores de 8 años susurrar a su tío Bruno con ira después de una discusión entre la Abuela y él. Bruno estaba subiendo las escaleras pero gracias al don de la pequeña podía escucharlo, a pesar de estar en primer piso.

La menor corrió para alcanzar a su tío hasta llegar a la puerta de su cuarto.
-"Yo si..." comentó Dolores agachando la cabeza. "¡Hm!" Chilló Dolores. Bruno volteó para verla.
-"Dolores...Lamentó que hayas tenido que escuchar eso en todo su esplendor. Solo fue otra visión que asustó al pueblo. E-es todo..."
-"Si, ¿por qué actúan a este punto? ¿Qué no todas tus visiones son así?" Bromeó Dolores con una sonrisa, pero su rostro cambió de golpe "Me- me refiero, ya sabes siempre tienes visiones inesperadas y-"
-"Descuida se lo que quisiste decir ¡y estoy de acuerdo contigo!" Bruno parecía disfrutar bromear con ella y seguir la corriente.

Dolores y Bruno parecían jugar con ese tema como si no fuera tabú para la abuela y el resto de la familia.

Ellos dos se llevaban tan bien. Lastima que Bruno se tendría que ir en un futuro. Dolores solo se quedaría con ese recuerdo.

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En plena noche en la casa Madrigal se escucharon unos pasos, seguidos de sonidos de platos. Si podías ver el plato a pesar de la noche notarás que estaba lleno de arepas.
¿Arepas solas, en medio de la noche? ¿Por qué?

Los pasos sonaron de nuevo; eran muy silenciosos pero en la soledad eran fáciles de identificar. Los pasos resonaron pero ahora en las escaleras, después los pasillos y finalmente a una puerta, la cual se abrió. La puerta era de Dolores.

Dolores estaba en su habitación. Tenía insomnio. Su cabeza daba vueltas sin embargo unos chillidos robaron su atención. Era una rata, entró por un pequeña grieta de su cuarto. El roedor tenía una nota en su hocico, la cual Dolores tomó.

-"Gracias por las arepas" leyó en voz baja. No era tan difícil de leer por las velas y lámparas de su cuarto "De nada, tío Bruno". Musitó la chica.

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Dolores en la actualidad daba vueltas con una sonrisa boba por los pasillos.

-¿Por qué tan animada?" Pregunto Bruno, quien iba pasando para ir al patio.
-"Ah, nada solo ¡una cita con el hombre de mis sueños!" Dolores dio un suspiro enamorado después de casi gritar a los cuatro vientos de amor.
-"Que bueno, me alegra que mi profecía no se haya cumplido por completo..." Bruno lucía como si la culpa lo atacara. "Lamentó haberte dicho eso. Quiero decir, te lo dije cuando apenas tenías 10 años" Bruno se cubrió su cara con su ruana.

A Dolores ya no le importaba esa visión hacía tiempo que la acepto y ahora le ve como una verdad a medias.

-"Oye, descuida, ya se rompieron esos lazos con Isabela." Dolores dio un pequeño golpe de ánimo a Bruno. "Además...un pajarito me dijo que te basaste en mi vida amorosa en una de tus novelas~" se burló Dolores
-"Estoy pensando en dejar esa novela...ya no está tan buena...y tengo mejores" El bicho de la curiosidad picó a Dolores.
-"¿como cuáles?" Bruno se volvió a ella con una sonrisa de oreja a oreja.
Y le contó.

-"¿¡por qué Angelica no se queda Catalina?! Sebastián no se merece a Catalina." Replicó Dolores a Bruno. Bruno sonrió ante lo dicho.
-"Porque Catalina debe casarse con Sebastian ya que "le conviene" a ella y su hija. No olvidemos que Catalina ayudaría su familia de cualquier forma posible." Bruno explicaba "Y sin olvidar que les traería mala reputación por parte del pueblo"
-"Pero el pueblo le tiene respeto; además si quiere tanto a su hija siempre estaría con Angelica ya que la hija le tiene confianza."

Bruno y Dolores crean aún y desarrollaban la novela. Dolores incluso ayudó con la interpretación de las ratas.

Parece que ambos se extrañaban más de lo que recuerdan.

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Bruno y Dolores se llevarían bien...a pesar de la predicción de Bruno sobre Dolores; pero todos ya sabes que no es culpa de nadie más que del destino.

Aviso rápido: ya no haré capítulos cada 2 días.
1. Me estoy quedando sin inspiración.
2. Regrese a clases y me tratan como una esclava.

En fin. Espero que tengan una maravillosa tarde/noche/madrugada. ❤️💝💓💗💕💘💞💖❣️