Shuumatsu no Valentín

1.

"San Valentín"

Un nuevo día daba inicio y no era cualquier día, era uno especial dedicado a los amigos, a las parejas y los amantes, sin embargo muchos no sabían la existencia de este día o si eran consientes pero simplemente lo olvidaban o ignoraban por no ser de su agrado. Era temprano en el hogar de las hermanas valkirias la mayor de ellas, Brunhilde aún se encontraba durmiendo en su cómoda cama, hasta que repentinamente alguien irrumpió en la habitación.

-¡¡¡Hermana levantate!!!- Exclamó emocionada la menor de las valkirias, Geir mientras hacía sonar una cacerola con una cuchara para hacer ruido.

-¡GEIR DEJA ESE ESCÁNDALO!- Gritó muy enojada la mayor al ver su sueño interrumpido por culpa de su hermanita.

-Pero Hermana, ¡¡es hoy!! ¡¡es hoy!!- Trataba de decir mientras era echada a patadas fuera de la habitación.

Brunhilde al darse cuenta que ya no podría dormir se alistó para el día y salió de su cuarto rumbo a la cocina donde estaban todas sus hermanas reunidas en la mesa.

-Buenos días- Saludó a sus hermanas menores mientras se sentaba con ellas en la mesa.

-Buen día querida hermana- respondieron todas las presentes al mismo tiempo.

-¡Bien! Ya que estamos todas les daré sus regalos- Geir estaba muy feliz al ver a todas sus hermanas juntas y procedió a entregarles una cajita de dulces a cada una de ellas.

-Gracias hermanita, es muy lindo de tu parte- Agradeció Randgriz con una amable y cálida sonrisa al recibir el pequeño obsequio.

-Ohh Geir, no te hubieses molestado pequeña ternurita- Thrud estaba muy conmovida por el pequeño detalle de su hermana menor.

Mientras todas agradecían a la pequeña, Brunhilde aún no entendía el porqué Geir estaba dandole regalos a todas, hasta donde ella sabía ninguna estaba cumpliendo años y si fuera así el regalo sería para una sola no para todas...

-Geir gracias... Pero se podría saber ¿porqué nos das regalos a todas?- Cuestionó finalmente la mayor de las hermanas valkirias.

Sus hermanas se extrañaron con aquella pregunta, todas se miraron entre ellas y después miraron a Brunhilde la cual obviamente estaba confundida.

-¿Ehh? Pero hermana Hilde ¡¿no sabes que día es hoy?!- Preguntó la más joven de manera dramática.

La pelinegra solamente negó con su cabeza.

-¡¡¡Es día de San Valentín!!!- Exclamó finalmente Geir, haciendo que su hermana se sobresalte un poco.

-¡¡¿QUEEÉ?!! - Miró el calendario en la pared y vio que efectivamente era el día anteriormente mencionado, como una tonta lo había olvidado Completamente- ¡¡NO PUEDE SER, NO TENGO NADA QUE DARLE!!- Siguió gritando desesperada ante la mirada atenta de sus hermanas.

-No te preocupes, no tienes que darnos nada- Respondió Reginleif mientras se acomodaba sus lentes.

-Es cierto hermana Hilde, nuestro mayor regalo es estar contigo- Mencionó Geir tiernamente tratando de consolar a la mayor.

-¿Y quien dijo que estoy hablando de ustedes?- Dijo fastidiada Brunhilde mirando a las demás- ¡¡¡Me refería que no tengo nada para regalarle a Buddha!!!- Gritó mientras se agarraba el cabello como desquiciada.

Después del Ragnarok la mayor de las hermanas valkirias decidió darle una oportunidad al Dios que tanto la había ayudado, empezando así una relación con él, la cual hasta el momento marchaba relativamente bien, ambos tenían gustos en común y se entendían muy bien claro que también eran diferentes en ciertos aspectos pero sabían sobrellevar sus diferencias. Al resto de valkirias no pareció importarles mucho lo dicho por su hermana de hecho algunas seguían en sus propios asuntos como Hlokk que estaba cepillado su cabello mientras se veía en el espejo, sin embargo solo una se preocupó.