Jackacio - 🦋 Little Puppy 🦋 +18

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Como cada día, esperaba en la puerta de entrada a su querido amo que llegaba tarde del trabajo.

De rodillas y moviendo su peluda cola de un lado a otro, como el mayor le había enseñado.

Era un cachorro mimado y bien entrenado, Conway siempre le había enseñado buenos modales, y como recompensa tenía intensas noches con su amo.

La puerta se abrió provocando que sus ojos brillen con emoción, su cola se agitaba con emoción de un lado a otro, sus orejas se alzaron al oír su voz.

- Buenas, cachorro. ¿Me extrañaste?

- Si, si, amo.

Recibió una caricia en su cabello y orejas, provocando que cierre sus ojos ante su dulce tacto.

Le encantaba ser mimado y consentido, tanto como los castigos que el mayor le ponía.

- Hoy te he traído algo por ser un buen chico, ¿Quieres probarlo?

- ¡Sí, amo!

Hizo una señal con su mano indicando que se levante, y comenzó a caminar al baño que había junto a su habitación, seguido del menor que no paraba de mover su cola aún más emocionado por su "sorpresa".

- Vamos a bañarte primero.

Se quedó parado levantando sus brazos sintiendo como era desvestido por su amo, el roce de sus manos contra su piel le causaba escalofríos y un cosquilleo en su estómago y parte baja.

En cuanto le sintió bajar sus pantalones y ropa interior bajó su mirada mirándolo, le estremecía ver a su amo tan cerca de su sexo, pero sabía que debía aguantarse o recibiría un castigo por pensar cosas de su amo.

- Ven, cachorro. A la bañera.

Le ayudó a entrar y comenzó a llenar la bañera con agua tibia, mientras buscaba las cosas para bañarlo.

Cerró los ojos sintiendo el agua relajar su cuerpo, dejando caer su cabeza sobre el borde de la bañera.

Las manos de Conway comenzaron a masajear su cabello y sus orejas con delicadeza y cariño.

- Amo, ¿Cómo ha ido tu día?

El mayor sonrió mientras bajaba su mano acariciando su rostro y cuello, masajeando y enjabonando.

- Bien, ocupado como siempre.

Conway era bastante serio, sus respuestas eran justas y necesarias, aunque a veces dejaba salir ese lado tierno que a Horacio tanto le gustaba. Muy rara vez.

Aún así, disfrutaba de oírle hablar, aunque sean dos palabras.

Abrió un poco sus ojos viendo como las manos recorrían ahora su pecho y abdomen, bajando lentamente. Tragó en seco y giró su cabeza mirando a un concentrado Jack.

- Amo... ¿Puedes besarme?

El nombrado levantó su vista mirándolo extrañado, no era sorpresa que el cachorro le haga dicha petición, era normal en él. Subió una de sus manos a su mejilla y se acercó besándolo con lentitud mientras seguía enjabonando el resto de su cuerpo.

- ¿Qué sucede? ¿Estás teniendo otra vez esos pensamientos? Sabes lo que pasa cuando piensas así de tu amo.

- Amo, por favor. Es imposible si me acaricias así.

Bajó aún más su mano, a propósito, a su erección, acariciando desde la punta a su base.

- Ya lo sabes, Horacio. Debes tener un buen comportamiento con tu amo.

O.S - Volkacio, Gustacio, Jackacio, etcDonde viven las historias. Descúbrelo ahora