Volkacio - 🌸 Voy a cumplir tus fantasías 🌸 pt.2 +18

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Los días de trabajo en el FBI eran cada vez más pesados, y para Horacio, aunque disfrutaba a veces el atrapar ladrones y jalar del gatillo, siempre terminaba echado en su cama durmiéndose.

Pero ésta vez fue distinto.

Llegó al edificio aparcando en el estacionamiento subterráneo, al bajar del coche vió a un hombre parado contra la pared donde se encontraba el ascensor, llevaba una sudadera negra y lentes de Sol, chasqueo su lengua y caminó ajustando su máscara negra.

- ¿Se va a quedar ahí parado o piensa subir al ascensor?

El sujetó lo observó le siguió entrando junto a él.

Le daba muy mal rollo.

Se mantuvo algo alejado de él, apoyado en una de las esquinas teniendo visión completa, por si llegaba a hacer algún movimiento brusco, pero solo estaba ahí parado con sus manos en los bolsillos.

- ¿En qué piso se piensa bajar? Ya pasamos el cuarto.

- Me bajaré con usted, si no le molesta.

Horacio frunció su ceño y se paró frente a él.

- ¿Disculpe? Quitese los lentes.

El mayor sonrió obedeciendo a la orden de Horacio y guardando sus lentes en los bolsillos.

- No me ha respondido, director. ¿Le molesta que baje con usted?

Se quedó observándolo unos minutos y sonrió de lado.

- Para nada, comisario. Venga, le haré un tour por mi habitación, si le parece bien.

Sujetó la mano de Viktor y bajaron del ascensor, ambos con una sonrisa divertida en sus rostros.

Al entrar y cerrar la puerta del departamento comenzó la fiesta.

Horacio se apoyó de espaldas a la puerta, siendo rodeado por los brazos de Volkov y atacado por su boca que repartía besos y mordidas a lo largo de su cuello.

Quitó su máscara arrojándola a alguna parte de la entrada y le bajó la capucha a Volkov, dejando ver su cabello platinado.

- ¿Me mostrará su habitación como dijo?

- Claro... venga por aquí, comisario.

Lo llevó hasta su cuarto de la mano y una vez dentro le dió un leve empujón dejándolo caer de espaldas a la cama.

Se quitó la camisa arrojándola a su armario.

- Por ahí, tiene mi armario.

Lo siguiente fueron sus botas, que cayeron cerca de la puerta de su baño privado.

- Ahí está mi baño.

Se bajó los pantalones manteniendo su vista en el rostro de Viktor, que mordía su labio y miraba atento cada movimiento que hacía.

Los hizo un bollo con su mano y lo lanzó por alguna parte sin prestar atención.

- ¿Quiere que le haga otro tour, comisario?

- Sorpréndame.

Se subió sentándose a horcajadas sobre la cintura de Volkov, sujetó una de sus manos y la dirigió hasta su cuello, bajándola de a poco

- Por aquí está mi cuello... mi pecho... abdomen... y aquí abajo, lo que usted me provoca, Volkov.

El ruso sonrió masajeando el bulto de Horacio con suavidad.

- Así que ¿Ésta es su fantasía?

- Solo una de ellas. Tengo muchas con usted, ¿Nunca soñó así conmigo? El otro día parecía disfrutarlo.

Gruñó ante las palabras del menor y le quitó la única prenda que llevaba, dejándolo completamente desnudo sobre él.

Sujetó su erección con algo de fuerza y comenzó a masturbarle de manera rápida, provocando gemidos por parte del de cresta.

- Admítalo, comisario. Le encantó follarme y quiere hacerlo de vuelta, ¿No es así?

- Cierre la boca.

- ¿O qué? ¿Me dará con la porra?

Se levantó dejando caer a Horacio de espaldas en el colchón, en la posición que anteayer se encontraba él. A los pies de la cama, comenzó a quitarse la ropa, complaciendo a la vista de Horacio que observaba todo deseoso de tenerlo para si.

- Dese la vuelta.

El menor obedeció colocándose boca abajo y acomodándose para su comisario.

Volkov se acomodó entre las piernas de Horacio, que las mantenía separadas, y levantando un poco su trasero comenzó a azotarle con su cinto dejando sus nalgas rojas y marcadas por el cuero.

Los jadeos de la boca de Horacio era placer para los oídos del ruso, cada sonido de su boca le provocaba mil emociones.

- Te gusta, ¿Cierto?

- Me encanta, Volkov.

Dejó el cinto a un lado y le masajeó un poco, para aliviar el ardor.

- Espere un momento.

Observó como se arrastraba hasta una de las mesitas de noche y sacaba un pomo rosado de uno de los cajones.

- Tome, use ésto.

Sujetó el lubricante y le echó un poco en su entrada, y otro en su mano para pasarse por su erección que palpitaba de excitación.

Se acomodó y de a poco fue metiéndolo dentro. No iba a admitirlo, pero desde la última vez, había soñado con volver a estar con el menor, más de una vez.

Llevó una de sus manos hasta el cuello de Horacio, haciéndole voltear un poco su rostro, besándolo con placer. Sus lenguas jugaban en la boca del otro y sus labios hacían un sonoro sonido cada vez que se separaban.

Lentamente comenzó a mover sus caderas, entrando y saliendo.

Los gemidos comenzaban a hacerse notar y sus cuerpos emanaban un calor que llenaba la habitación.

Las embestidas aumentaban, al igual que sus jadeos y sus respiraciones agitadas.

Sacó su miembro de dentro de Horacio, sorprendiéndolo también.

Recostándose a su lado, le hizo una seña para que éste se subiera encima suyo.

Con una sonrisa, se recostó de espaldas al pecho de Viktor y abrió sus piernas facilitándole la entrada.

Con ayuda de su mano, metió lentamente su miembro y se acomodó sosteniendo a Horacio de sus brazos.

- ¿Está cómodo, comisario?

- Lo estoy.

De a poco fue haciendo sus movimientos de caderas, con ayuda de los movimientos de Horacio para sentirlo más profundo.

Mordió y beso su cuello con más facilidad, mientras acariciaba los pezones ya duros, excitándose aún más con las reacciones que le provocaba.

No tardó mucho en llenar su cavidad de su semen, y el menor de llenar su pecho del líquido blanco, dejando a ambos jadeando agotados, uno sobre el otro.

- ¿Se quedará a dormir aquí? Ya es algo tarde.

Bajó su vista observando a los ojos bicolores que le miraban atento y con un hermoso brillo.

- Solo ésta vez. Mañana debemos trabajar.

- Lo sé.

Horacio se bajó de encima suya y se recostó a su lado aún mirándolo.

- Volkov, ¿Usted piensa cumplir mis fantasías sexuales o cómo va ésto? Porque no lo entiendo.

Viktor rió y se acomodó en la cama dándole la espalda, con una sonrisa.

- Ya lo veremos, Director Pérez.

O.S - Volkacio, Gustacio, Jackacio, etcDonde viven las historias. Descúbrelo ahora