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Sin aliento llegó al el cuarto 4018, importándole poco que estaba en el área VIP del hospital, donde solo celebridades, políticos o magnates podían entrar

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Sin aliento llegó al el cuarto 4018, importándole poco que estaba en el área VIP del hospital, donde solo celebridades, políticos o magnates podían entrar.

Corrió tanto como sus piernas le ayudaron.
Abrió la puerta de golpe observando a sus dos pequeños.

—¡Abuelita!

Hoyeon quien era alimentado en la boca por Jaeyun grita animadamente.

—Yeonie no te muevas tanto.

Jaeyun le reprochaba mientras se levantaba para ir a abrazar a su madre.

Su querida madre Jaeni como amaba a su querida madre. Ella había sido de gran ayuda cuando Hoyeon llegó a su vida, económicamente hacia lo que podía, le mandaba dinero que no era mucho pero era apreciado y bien administrado por Jaeyun, le daba consejos cuando ambos peleaban o le pasaba recetas que harían bien para un pequeño niño.
Siempre estuvo para apoyarlos, viajaba cuando podía con Jaeyun y cuando gozaban de unos días de descanso Jaeyun y Hoyeon no dudaban en correr con Jaeni.

—¿Cómo se encontraba pequeños?

—Muy bien ahora que puedo ver a mi abuelita.

Sonrió amplio Hoyeon.

—Uy este pequeño diablillo es bueno con las palabras, ¿de quien habrá aprendido?

—De Sunghoon.

—De papi Hoon.

Ambos contestaron al mismo tiempo.

—Bueno ahora tengo más ganas de conocer al tal Sunghoon.

Jaeni ya sabía de Sunghoon y estaba encantada con el, de verdad quería conocerlo cara a cara. Ya habían hablado por teléfono varías veces, se podía notar los nervios incluso desde el aparato.

—Hablando del rey de Roma, aquí viene.

Observaron cómo Sunghoon entraba con una maleta.

—Mami, este es Sunghoon mi novio, Hoonie está es mi madre, Jaeni.

Sunghoon dejó caer la maleta que cargaba en sus brazos, se acercó sorprendido a la mujer y la saludó cortésmente.

—Mucho gusto señora Jaeni, es una lastima conocerla de esta manera.

—Oh no te preocupes cariño algún día nos conoceríamos y puedes decirme mamá, ya seremos familia.

Sunghoon y Jaeyun tosían avergonzada mente.

Hoyeon observaba divertido toda la situación desde la comodidad de su cama comiendo lo que su papi le daba hace un momento.

—Muy bien mamá.

Sunghoon totalmente rojo de las orejas murmuraba.

—¿Y como llegaste tan rápido mama? Te dije ayer.

𝘚𝘰𝘯𝘳𝘪𝘦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora