A Puppy? •°Lixbi

∆EXTRA 4∆

Observé la gran casa tomando aire aceleradamente, toqué mi pecho unos minutos para mantener estable mi aliento a causa de correr sin parar durante 30 minutos.

Mordí mi lengua acercándome a la puerta de entrada, presione mis manos en puño.

—Ya estás aquí, no puedes arrepentirte. Seungmin te espera.

Con duda toqué la puerta de la casa, sin respuesta toqué varias veces el timbre.

La puerta se abrió dejando ver a la alfa rubia con el ceño fruncido.

—¿Qué haces aquí?

—Vengo por Seungmin.

—No te llevaras a mí hijo, tú lo botaste cómo si fuera un pedazo de basura.

—Su hijo tiene mi marca, así qué es mío. —tensé la mandíbula. —Y vengo por él.

Soltó una carcajada mientras negaba.

—¿Olvidaste qué lo dejaste por alguien más hace años, Changbin? ¿O ya se te olvido?

—Usted crea lo qué esté a su conveniencia porqué eso jamás pasó. —dije entredientes. — Seungmin es mio, me pertenece.

—¡No es así! ¿Sabes cómo mi hijo sufría por ti? ¿Te das la idea del sufrimiento qué pasaba? —se acercó quedando a centímetros de mi rostro queriendo intimadarme. — Desde el primer día qué te conocí supe qué no merecías a Seungmin. Ahora vete.

No pude responder pues cuando menos me dí cuenta azotó fuertemente la puerta en mi rostro, despeine mi cabello buscando una solución a cómo llevármelo sin tener qué pasar por la madre de Seungmin: jisoo.

—¿CHan? ¿Eres tú?

Observé detrás mío a Mina, hermana menor d Seungmin qué traía consigo bolsas de comida de tienda de conveniencia.

—Mina, ayúdame.

—¿Vienes por Seungmin? ¿Al fin mi hermano podrá darme sobrinos?

—Te daré todos los qué quieras pero ayúdame.

—Te ayudaré, odio ver a mi hermano deprimido en su habitación, estoy segura qué el también te ha estado esperando. —mostró sus dientes en una sonrisa.

Sonreí triste observando nuevamente a la casa.

No te deprimas más mi hermoso beta, tú alfa volvió por ti.

—Esté es él plan. —susurre acercándome a ella.

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Abrió la puerta dejándola entreabierta y buscando a jisoo con la mirada qué parecía estar en la cocina completamente seria.

—Ya regrese mamá. —dejó la bolsa sobre la barra de la cocina. —¿Estás bien? Te ves enfadada.

—¿Cómo está Seungmin? ¿Ha comido lo qué le has llevado?

Mina negó con la cabeza.

—Él dice no tener hambre.

Jisoo suspiró cubriendo su cara cansada, lamia constantemente su labio.

Bien, Mina, comienza el plan. Pensó.

—Mamá, ayer qué me estaba duchando vi algo en la tina qué no me dejó tranquila —rasco su mejilla. —Parecía una bola negra muy grande en donde se va el agua.

—¿Enserio? ¿Porqué no me lo dijiste ayer? —dejó de tomar su café yendo en dirección al baño.

—Me daba mucho miedo y cómo quiero bañarme, quería sacar eso primero. —hizo puchero.