II

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Louis bajó los ojos distraído, usando su encendedor, pero los levantó al instante.

Podría reconocer esas piernas a kilometros de distancia.

Se acercó despacio y lamiendo sus labios, dando una buena calada a su cigarrillo, antes de terminar en la espalda de un muy ocupado Harry.

-Lo siento, dulzura, creo que tú me debes un cepillo de dientes.

-Oh, mierda.- Gimió, girándose despreocupado, con los ojos en su teléfono, pero le dio una mirada fugaz y una sonrisa.- No puede ser que al único que me quedo debiendo algo me encuentre. Mi economía no estará feliz, Lou Lou.

-No hagas promesas que no podrás cumplir.- Objetó, y le sonrió sincero cuando guardó el celular.- Nunca te vi en la universidad.

-Ni yo a ti.- Rio, acomodando su bandana.- Espero que no seamos compañeros de clase o algo así, porque será muy incómodo.

-¿Y por qué lo sería?- Fue él quién rio, fumando tranquilo, entrecerrando los ojos cuando el rizado revoleó los suyos.- No seas grosero, Hazzie.

-Empiezo a dudar de que sepas cuál es realmente mi nombre.- Observó girando su mochila, sacando un juguito de caja, infantil, y lo miró mal cuando soltó una risita.- No sé de qué te ríes, atrevido, pero no es gracioso.

-Tu singular gusto por un jugo infantil lleno de fructuosa y publicidad engañosa es hilarante, Harold.- Su tono fue cortés, pero rio cuando le revoleó su pajita de plástico.- Estoy bastante seguro de que necesitas esto.

-Di mi nombre, Louis.- Lo señaló en advertencia, recuperando su pajita, y el ojiazul mordió su lengua mientras sonreía, viéndolo colocarla y beber con el ceño fruncido.

-No soy un imbécil que fingió escucharte para abrirte las piernas, Harry Styles.- Le sopló el humo en la cara, haciéndolo reír y alejarse un poco.- También sé que las mandarinas te hacen muy feliz.

-Todo un príncipe azul.- Se burló, ofreciéndole de su jugo, pero frunció el ceño cuando Louis aceptó.- Debías ser amable y rechazarlo.

-Deberías ser inteligente y no ofrecerlo.- Puntualizó, sonriendo cuando le sacó la lengua.- Entonces, ¿nos sentamos en el mismo banco durante toda la carrera o...?

-Estudio Administración de Empresas.- Rio, apoyándose en la pared para deslizarse, y Louis lo siguió.- Mi hermano estudia en esta ala, está en su último semestre de Abogacía, me pidió que venga.

-Mi mejor amigo también está allí.- Buscó su teléfono.- De hecho, debería estar aquí, vine por él.

-¿Oh?- Fue amable, también agarrando su celular.

-Ciencias Políticas.- Fue su explicación.

-¡Mi hermanastro está allí!- Dijo feliz, levantando el rostro exclusivamente para sonreírle.- Niall Horan, ¿lo ubicas?

-¿La rubia irlandesa es tu hermanastro?- Rio divertido.- Mundo pequeño.

-Totalmente.- Y comenzó a teclear, quedándose tarareando en voz baja.

-Entonces...- Su tono fue casual.- ¿Eres de los que repiten o...?

-¿Qué...? ¡Oh!- Rio, mirándolo, sin importarle dejar su chat abierto.- Imaginé que tú no lo eras.

-No me opongo.- Se encogió de hombros.- Solo que no vuelvo a cruzarlos.

-Tiene sentido.- Comentó, arrugando la nariz.- No me opongo a repetir tampoco.

-¿Me das tu número entonces?- Le dio una sonrisa enorme y ojitos, haciéndole soltar una risita.

-Puedes tener mi número, Lou, pero dudo que lo uses.- Volvió a su pantalla.- No soy de los que solo follan.

-Oh, claro.- Frunció el ceño.- ¿Pero...?

-No estoy siendo claro.- Suspiró, aún sin mirarlo.- Disfruto del te follo y no te recuerdo, pero si va a ser algo de más de una vez me gusta tener una buena relación, ¿me explico?- Se frustró, buscando sus ojos.- No soy de los que van a un hotel, folla y se va sin decir una palabra.

-Viniendo de ti, lo entiendo.- Suspiró.- Carajo, realmente lo pasé bien contigo.

-Creeme, yo igual.- Arrugó la nariz.- No soy ni un poco impersonal, Lou, no podré evitar querer conocerte.

-Wow.- Sacudió ligeramente la cabeza, haciéndolo reír.- Correcto, no quiero sonar como una mierda, pero no me interesa ir por ese lado.

-Lo sé.- Soltó una carcajada.- Sonó más serio de lo que es en realidad, porque hablo de una amistad, Jesús, no voy enamorándome por la vida de mis follamigos.- Le sonrió con gracia, y Louis se relajó.- Estaría muy jodido de ser ese el caso.

-¿Muy?- Le levantó las cejas, inquisitivo y divertido.

-Bastante.

-Eres un sucio, Hazzie.

-No empieces.- Lo señaló, y el ojiazul no pudo evitar reír con fuerza, olvidándose por completo de todo el asunto.- Así que, seremos un recuerdo.

-Uno bueno al menos.- Tarareó, y giró su cabeza al verlo agarrar su mochila.- ¿Te vas?

-Sip.- Le sonrió, poniéndose de rodillas, y se inclinó a besar su mejilla con fuerza, sin un poco de vergüenza.- Niall está por doblar el pasillo, mi hermano lo envió.

-Supongo que te veré por ahí, dulzura.- Le guiñó un ojo desde el piso y Harry le sonrió una última vez antes de caminar hacia un corredor, sin mirar atrás.- Triste.- Su teléfono sonó.- Zee.

-¿Quieres conocer a mi novio?- Soltó a bocajarro, y Louis se atragantó.- Sorpresa, perra.

-... hijo de puta.

Liam era un chico bonito con una sonrisa de bebé y un rostro que le era familiar. Estudiaba Abogacía y vivía con su hermanastro, y miraba a su mejor amigo con tanta devoción que solo pudo caerle bien, porque Zayn parecía feliz.

-¿Qué dices?- El moreno rascó su rapada cabeza, nervioso, y vio a su novio alejarse trotando, disculpándose para encontrarse con su hermano.

-Que te mira como si fueras el sol.- Zayn no pudo, ni quiso, ocultar su sonrisa enorme.- ¿Me agrada? No lo conozco, Zee.

-Nada que una cerveza y mucho maní no arreglen.- Y Louis sonrió con maldad.

Liam le cayó excelente y la cerveza fue grandiosa, pero todo lo que pasó con el chico suave y bonito que terminó bajo él en su cama fue tan desastroso que casi lo deprimió.

Raspó su polla cuando se la chupó, y sus gemidos exagerados le molestaron. Tuvo que contener la fuerza de sus embestidas porque le gustaba el sexo suave, y llegó al punto de fingir una llamada de urgencia de su madre para que el jodido chico se fuera. Incluso soportó un beso de despedida y un papel en su mano con un número de teléfono que nunca iba a utilizar.

No pudo evitar suspirar cuando se acostó ya bañado y con sábanas limpias, pensando irremediablemente en Harry y en su forma de follarlo hasta la locura, siendo muy consciente que no podría evitar comparar a todos sus ligues hasta encontrar uno que esté a su preciosa y rizada altura.

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