Louis se dejó caer al lado de Harry en el pasto, masticando un chicle.
-Niall me escribió, nos plantó.- El rizado se giró a él, sonriendo divertido, y Louis lamió sus labios al ver el chupetón que había en su garganta.- ¿Buena noche?
-Depende.- Divagó, mirando al escenario pequeño y raro, y se puso los lentes de sol cuando la luz le molestó.- ¿Y tú?
-Igual.- Sonrió burlón, bajando a su teléfono que vibraba.- Tenían buena cerveza.
-La tenían.- Concedió, riendo entre dientes al saber que eso sería todo.
Louis había besado mucho a Harry la noche anterior; no lo dejó alejarse cuando lo besó cerca de la puerta, pero el rizado tampoco lo dejó ir cuando fue él quien quiso separarse. Lo besó en la pista de baile cuando ambos ya estaban un poco ebrios, y Harry enredó sus largas y hermosas piernas en su cintura cuando lo besó por mucho tiempo en una pared oscura, sin inhibir ningún jadeo o gemido, volviendo completamente loco a Louis, que necesitaba follarlo hasta sacarle los sesos.
Las cosas no siempre salen como uno quiere.
-Es hora de que tú vayas a buscar un culo y yo una polla.- Harry jadeó tirando su cabeza hacia atrás, pero lloriqueó cuando Louis enterró la suya en su cuello, sintiendo su caliente y pesada lengua subiendo por su piel.- Ugh.
-Es tan absurdo lo que dices, Hazzie.- Susurró en su oído cuando llegó a él, mordiendo y besando piel.- Puedo hacerte sentir tan bien, dulzura. Tan, tan bien.
-No, Lou Lou.- Gimió al sentir su lengua otra vez.- Bésame.
-Como desees.- Sopló, sin poder contener una embestida dura cuando atacó sus labios, haciéndolos gemir a los dos, y tuvo que apretar la cadera de Harry cuando se movió sobre él, balanceándose.- No hagas eso.
-Bájame.- Jadeó, y él lo hizo a pesar de estar los dos a un paso de follarse como animales.- Te veré mañana.
-Sí.- Respiró hondo, alejándose un paso para no volver a besarlo, y se tiró contra la pared cuando el rizado se fue, dejándolo duro y agitado.- Mierda santa.
-¿Qué se supone que veremos hoy, Hazzie?- Se acercó un poco, volviendo al presente, y Harry le acomodó la capucha del buzo sin darse cuenta de sus acciones.
-Huh...- Giró la cabeza hacia el telón, pero Louis siguió mirándolo, completamente idiotizado.- ¿Pinocchio?
-¿En serio?- Rio, llamando su atención otra vez.- Qué bueno que a ti no te crezca la nariz cuando mientes, dulzura.
-¿Disculpa?- Jadeó, indignado, y le robó los lentes de sol, haciéndolo reír.- No te he mentido ni una vez.
-¿Entonces sí encontraste alguien que te folle mejor que yo?- Volvió a insistir con su pregunta, sintiendo un recorrido eléctrico en su columna cuando esos ojos imposiblemente verdes lo miraron.
-Jamás dije eso.- Objetó, tranquilo y sonriente, y miró rápido su boca.- ¿Chicle?
-Chicle.- Afirmó, alejando todo el asunto de ellos follando fuera de su mente; Harry no estaba en esa página.- ¿Quieres?
-Quiero el que tú tienes.- Soltó seguro, y Louis se tensó.
-Entonces ven por él, dulzura.- Le alzó las cejas, bastante encantando.
Harry rio, y fue en ese momento en que el espectáculo empezó. Estaban rodeados de niños, adultos y abuelos, y ambos se interesaron un poco por el asunto, porque parecía divertido.
Es una lástima que Harry conozca de memoria la historia de Pinocchio.
-Lou.- Murmuró, y cuando el ojiazul se giró lo vio muy cerca de su rostro.- Tu chicle, sostenlo con los dientes.
-De verdad vas a hacer esto, Hazzie?- Rio en voz baja, girando su cabeza para amoldarse a él sin siquiera pensarlo.
-Solo quiero mi chicle.- Parpadeó inocente, y Louis no apartó los ojos de los suyos cuando lo empujó lentamente para que pudiera tomarlo.- Gracias.
-Hazzie.- Habló suave y casi sobre su boca cuando el rizado le sacó el chicle sin tocarlo ni un centímetro.- ¿Te follaron como yo lo hubiese hecho? ¿Anoche?
-¿Quieres la verdad?- A Louis le picaron las manos; quería agarrarlo de esos muslos preciosos y sentarlo sobre él.- Me fui solo. Y cuando me follé con mi juguete pensando en ti grité tu nombre tan fuerte que los vecinos golpearon mi pared.- Sonrió muy lento sobre su boca, porque no había dejado sus ojos ni un segundo, y verlos dilatarse por él lo hizo sentirse poderoso.- Fue un orgasmo explosivo.
-¿Tan explosivo como los que yo puedo darte?- Sopló en sus labios, levantando solo un poco su rostro y muy despacio, acariciando su nariz con la suya, suave.- Dime, Hazzie, ¿ese asqueroso juguete puede hacerte gritar como yo?
-No.- Susurró.- Solo tú puedes hacerlo.
-Quiero follarte tanto, dulzura.- Casi suplicó, importándole una mierda la indecencia en un parque a las nueve de la mañana de un sábado.
-No voy a perder tu amistad por esto, Lou.- Él también sonaba ahogado.- No me importa que tan alucinante seas.
-No vamos a dejar de ser amigos.- Aseguró, sacudiendo casi imperceptiblemente su cabeza.- Estuvimos toda la noche besándonos y aún así estamos aquí.
-¿De verdad?- Insistió.- ¿Estás seguro de eso?
-Bastante.- Afirmó tranquilo, tan cerca como antes, sin el aura asfixiante del deseo inmediato entre ellos.- Y solo si tú lo estás.
-Lo estoy.- Concedió tranquilo, y lamió sus labios mientras estiraba su sonrisa, masticando un chicle que ya no tenía sabor.- ¿Estás disfrutando de la obra o...?
-Joder, nos vamos de aquí.- Exclamó, separándose de golpe, y Harry lo siguió riendo, poniéndose unos lentes de sol que no eran suyos.
ESTÁS LEYENDO
pillows
Short Story-Y yo pensando que realmente mi almohada no estaba bien para ti. -Bueno, técnicamente no lo está.- Refutó, aún escondido en su cuello, sin importarle que camine hacia cualquier lado.- Porque quiero una para mi, para Harry Styles, tu novio y el amor...