XIII

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Louis besó mucho a Harry esa noche.

Lo besó despacio, pesadamente, de forma profunda y tranquila, tomándose todo el tiempo del mundo para adorarlo de forma perezosa. Y Harry no podía sentirse más drogado por eso, porque correspondió la exploración con la misma calma y devoción, negándose a soltar siquiera un poco el abrazo en su cintura. Ignoraron ruidos y la bendita serie corriendo en la computadora, pero tuvieron que alejarse un poco cuando un maullido salió de la nada.

-¿Cuándo entró Batcat?- Louis preguntó curioso, rozando sus labios por la cercanía, dibujando patrones en la piel de su cintura.

-Su guarida está justo bajo la cama.- Explicó sonriendo, aún con los ojos cerrados, y Louis supo que podría morirse en ese momento, porque moriría feliz.- Al menos no huyó esta vez.

-¿Crees que quiera dormir con nosotros?- Su tono ilusionado le hizo abrir los ojos, y lo vio mordiendo su labio.- ¿Por favor?

-Con calma, Lou, ¿siempre duermes solo y ahora quieres a dos a tu alrededor?- Se burló en un claro juego, y Louis lo mordió en protesta.- ¿Auch?

-¿Quieres dormir en el sillón así yo puedo hacerlo con Batcat?- Ofreció amable, riendo a su jadeo indignado, y se giró con una sonrisa cuando sintió un golpecito en el colchón, anunciando la llegada del enorme y gordo gato negro de Harry.- Hola, precioso.

-Sabes que aquí hay dos habitaciones más, ¿verdad?- Susurró meloso, suave como un cambio de carga en un arma, y Louis comenzó a reír con fuerza.- ¿Con una cama cada una, con no una, sino dos almohadas sobre ellas?

-No hay forma en el mundo de que vuelva a dormir solo cuando tú estás al rededor, dulzura.- Rio, picoteando su boca.- Voy a encadenarte a mi pie para que no puedas irte nunca.

-Tan romántico y tranquilo.- Suspiró enamorado.- Mi hombre.

La risa de Louis terminó asustando al gato.

Anne estalló en risas cuando entró a la cocina a la mañana siguien y los vio.

-¿Por qué están así vestidos?- Ambos vieron hacia abajo.- ¿Ahora desayunamos con la reina o qué?

-Si sabes que hoy se gradúa tu primogénito, ¿verdad?- Inquirió Harry, bebiendo de su café cargado; habían dormido muy poco, pero muy bien.

Louis la vio ponerse pálida antes de que salga corriendo a las escaleras.

Fueron solo ellos a la universidad, Anne no los dejó esperarla, y Niall se acercó a ellos al momento de verlos.

-¿Dónde está mamá A?- Asaltó, sentándose entre ellos, pero Louis se paró para volver al lado de Harry, y el rizado no ocultó su enorme sonrisa cuando fue abrazado por la espalda.- Okey, raro. No es mi asunto. Quiero a mamá.

-Creo que olvidó que hoy era hoy.- Comentó el ojiazul, jugueteando con los anillos de Harry.- Quiero decir, anoche sabía que Liam estaba graduándose, pero lo olvidó al despertar.

-Oh, claro.- Asintió, para nada sorprendido por la información.- No es la primera vez que le ocurre, ¿sabes que llegó tarde a su propio casamiento?

-Tuvimos que asegurarle a papi 2 que ella no había huido.- Harry rio, girándose un poco para verlo.- Solo se quedó tranquilo cuando papá le aseguró que había hecho lo mismo con él.

-¿Ustedes siempre hacen esto?- Rio.- ¿Tu padre es su padre, su madre es tu madre y todo el asunto?

-Por supuesto.- Afirmaron a la vez, haciéndolo reír.

Anne llegó corriendo y maldiciendo, pero sonrió con mucho amor cuando el rubio se abrazó a ella como una garrapata, feliz de verla.

-Tu padre llega mañana, bebé, así que quiero que vengas a casa para cenar, ¿entendiste?- Niall asintió, y miró a su hijo que estaba muy cómodo en brazos ajenos.- Ustedes también.

-Solo si me deja lavar a mí esta vez, señora A.- Canturreó, tranquilo, y subió el rostro al rizado que reía.- ¿Quieres compartir el chiste, dulzura?

-Eres tan malditamente encantador.- Chasqueó la lengua, y sustuvo su rostro con sus dedos gorditos.- Comprador de madres.

-Me estoy sintiendo muy atacado ahora mismo.- Comentó, pero cerró los ojos con una sonrisa cuando Harry lo besó.

La graduación fue hermosa. Anne le dio un discurso moralista a Des, el padre de Harry y Liam, cuando llegó casi tarde, y el hombre ni siquiera se dio cuenta cuando Louis lo encantó también, pero se encontró sonriendo y prometiéndole una tarde de juegos de mesa en familia.

Decir que Anne y Des estaban orgullosos era quedarse cortos, y se sostuvieron entre ellos y con lágrimas en los ojos cuando Liam, su pequeño niño justiciero y decidido se paró entre la multitud para acercarse al escenario, justo al micrófono, dando, sin vacilar ni una vez, el discurso que se le otorgó por ser el mejor de su grado.

-Nunca dejen que alguien les diga que su pasado fue un error.- Levantó los ojos directo a sus padres, y apretó los dientes para no llorar.- Aunque salgan de aquí y se den cuenta que no quieren ser los chupa alm... digo, los abogados que nos enseñaron a ser.- Todos rieron, y él volvió a concentrarse.- Cada paso en la vida es por algo, este solo es uno más, y es tan valioso como el resto. No importa si es un acierto o no, solo es un paso, porque si no les gusta o ya no es lo que quieren...- Sonrió al escuchar la risa descontrolada de su madre por un momento, y supo que fue su padre quién la silenció, seguramente igual de divertido.- Tienen toda la vida para cambiarlo. Sigan adelante, graduados, que hay otros iguales a nosotros pisándonos los talones.

Todos aplaudieron de pie, y fue él el primero en obtener su diploma y sus medallas de honor, y se tapó el rostro con una mezcla de vergüenza y orgullo al escuchar a sus hermanos, posiblemente sus padres también, chiflar como monos.

-¡Ese es mi muchacho!- Jadeó una voz cerca del grupo, y Des comenzó a reír con fuerza al ver a Bobby Horan agitado y bien vestido, recién bajado del avión.- Me cago en la mierda, ¿llegué tarde? ¡Maura, están aquí!

-Pon los fideos, Lou.- Harry se giró a susurrarle, divertido.- Porque ahora sí estamos todos.

-¿A todos ellos tengo que ganarles en el Scrabble?- Lo miró con falso horror.- No soy un super hombre, ¿sabes?

Louis se juró hacer reír así a Harry todo el tiempo que le regale la vida.

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