Velma caminó de un lado a otro de su habitación tratando de encontrar el lugar de donde provenía aquel molesto ruido que había comenzado a escuchar hace diez minutos. Ya se había asomado debajo de la cama y detrás de los muebles, así como se había asegurado que ninguna de las partes tecnológicas que guardaba en una esquina de la habitación, listas para futuras investigaciones, estuviera sonando indicándole de algún fallo. No encontraba nada, hasta que se dirigió a la ventana y vio una luz encendida en el jardín. Eran cerca de las 10 p.m., Shaggy se había ido hace ya rato y nadie más que conociera había quedado de visitarlos, mucho menos les había informado que ocuparía su jardín para no sé qué cosa.
Bajó las escaleras a hurtadillas, dirigiéndose a la puerta trasera de la casa y tomando el bate que siempre solía dejar escondido cerca de la misma. Sujetándolo con ambas manos, salió al patio trasero, de donde había visto aquella luz y estaba más que segura de que provenía aquel ruido.
Vamos, Velma, tú tienes un bate y la ventaja de que, quien sea que se encuentre en tu jardín, no sabe que has bajado a observarlo. Contrólate y sigue caminando. Se dio ánimos a sí misma cuando el miedo amenazó con presentarse, inhalando una buena bocanada de aire antes de salir de su escondite tras el arbusto. Conforme fue acercándose, la silueta de una mesa desplegable se abrió paso frente a ella e identificó que la luz que había visto realmente provenía del teclado de la laptop que se encontraba sobre ella ¿Quién dejaría una laptop en su jardín? Se preguntó, mucho más considerando que estaba prendida. El vello de la nuca se le erizó cuando la conclusión de que, si la computadora seguía prendida, eso quería decir que quien fuera que estuviera trabajando con ella debería de seguir cerca. Sus músculos se tensaron y sujetó el bate con más fuerza mientras giraba la cabeza en búsqueda de cualquier indicio que le dijera el camino que había tomado la persona en cuestión y por el cual seguramente regresaría.
- Hola, Velma.- sin detenerse a pensarlo, comenzó a agitar el bate en todas las direcciones, tratando de golpear lo que estuviera a su alcance, esperando que en una de esas pudiera encontrar al dueño de la voz.- Hey, hey, tranquila, Velma, soy yo ¡Baja ese bate!
Velma detuvo su alocado golpeteo en cuanto reconoció la voz, bajando el bate hasta sus piernas, pero sin soltarlo.
- ¿Kirby? - la silueta del chico fue haciéndose cada vez más visible conforme se acercaba a la luz proveniente del aparato. Hasta que, finalmente, no hubo ninguna duda de que se trataba de él.-¡¿Se puede saber qué estás haciendo en mi casa y a esta hora?!
- ¿Ni siquiera una bienvenida? ¿Nada? ¡Vaya! Eso es demasiado descortés, incluso para ti. Haces que piense replantearme si ha valido la pena venir hasta aquí para contarte las nuevas noticias- el chico la miró desde detrás de su computadora, en donde había comenzado a escribir algo que ella no alcanzó a distinguir.
- ¿De qué estás hablando, Kirby? ¿Qué noticias puedes traerme que tengan la importancia como para estar aquí a estas horas?
Velma dio unos pasos hacia él, confundida, esperando el momento en el que él simplemente le dijera que era una broma más para fastidiarla.
- Te sorprenderás, incluso yo lo hice y sabes que no soy fácil de impresionar, pero antes de soltar cualquier información, permíteme ahora sí felicitarte, ya que no me concediste el gusto de hacerlo debidamente cuando saliste del salón a penas unos segundos después de que el maestro de química te nombrara competidora oficial en el concurso en que participará la escuela- Kirby se acercó a ella, estrechando su mano en cuanto la tuvo al alcance y dedicándole una sonrisa- no podría imaginar mejor compañía con quien competir que tú.
- Querrás decir que no consideras a nadie más como calificado para competir a tu lado ¿no es así?
Kirby soltó una risa y se separó de ella hasta quedar recargado con un codo sobre la mesa, aún con la sonrisa exhibida en sus labios.
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Hello... Sweety
RomanceTodos tenemos nuestras propias pesadillas ¿No es así? Y de alguna manera tratamos de lidiar con ellas. Pero ¿Qué pasa cuando estas pesadillas salen de la mente y los recuerdos y se vuelven realidad? ¿Realmente se está listo para enfrentarlas? "- No...