Capitulo 15.

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       Reconocí su voz enseguida, no solo por lo sexy que siempre me había parecido, tampoco que fue por lo parecida que era al timbre de voz de ¨Damon Slavatore¨ en la serie ¨Diario de Vampiros¨, fue por como mi corazón se acelero al instante en que él pronunció la primera palabra y fue aún peor cuando pronuncio mi nombre. Abrí los ajos para encontrarme con una pared que haría babear a cualquiera que tuviera ojos para ver semejante ejemplar de hombre. Sus pectorales quedaban a la altura de mis ojos y podía decir que estaban muy bien formados y definidos, al igual que sus abdominales (ya sabía donde podía lavar mi ropa en una emergencia) mis ojos siguieron bajando y descubrí que una de sus manos estaba sosteniendo una toalla blanca para que esta no se cayera ya que rodeaba sus caderas para tapar sus partes intimas. ¨Oh por los dioses¨ En ese momento jure que Adonis tenía un hermano no reconocido. Entonces se aclaro la garganta para llamar mi atención.

-¿Te gusta lo que tus ojos ven?

¨¡Mierda! No otra vez¨ El primer día que lo conocí la situación fue parecida a esta. Cuando mis ojos se elevaron a los suyos vi el brillo pícaro mientras sus labios carnosos y besables estaban entre abiertos como si fuera una invitación a probar lo prohibido. Y dios sabe que intente resistirme al fruto prohibido, pero así como Eva fallo en su momento, yo también falle en el mio.

Mi mano soltó la espumadera y mientras esta iba de camino a estrellarse en el piso, mis brazos se estiraron hacia Christopher , mis manos pasaron por detrás de su nuca y entrelace mis dedos para que no se zafaran, entonces las use como palanca para bajar su cabeza hacía mi, aunque no tuve que hacer mucho esfuerzo ya que él mismo ayudo con el recorrido. Cuando nuestros rostros estaban a solo un centímetro de distancia mi boca se abrió y pronuncio las palabras ¨Te extrañe idiota¨ y antes de que él respondiera mis labios estaban sobre los suyos, probando lo prohibido. No fue como los besos lentos y tiernos como los que estaba acostumbrada a ver en las películas románticas, no, eran rápidos, hambrientos, llenos de deso acumulado. Sabía de aquellas personas que decían que lo prohibido tenía un sabor diferente a aquello que era permitido y siempre había pensado que era una idiotez. Ahora podía ver que mi pensamiento era una idiotez. Mis manos comenzaron a recorrer su torso y era como estar tocando el cielo. Christopher dejo de sostener la toalla para poder sujetarme de la cintura con ambas manos y yo lo tome como una invitación y subí mis piernas para envolverlas entorno a sus caderas mientras el me empujaba contra la pared. Entonces sus labios se apartaron de los míos y enseguida sentí la falta de ellos, los extrañaba, pero él comenzó a dejar un rastro de besos erráticos por mis mejillas, el cuello y la clavícula asta aterrizar nuevamente sobre mi boca. Pero esta vez si eran suaves y lentos, eran incluso mejor que los del principio. Mis dedos sujetaron su pelo por la nuca para poder tirarlo hacía atrás y que me viera a los ojos. Cuando lo hizo pude ver el deseo brillar en su mirada siendo un reflejo del mío, su respiración igual de agitada que sentía la mía.

-¿Por qué no respondiste a mis mensajes? Creí que te había pasado algo.

-Si este es el recibimiento que me vas a dar cada vez que me valla lejos y no responda el móvil durante tres días, entonces creo que iré a empacar de nuevo.

-No seas idiota – le reprendí mientras lo golpeaba suavemente en el hombro, lo que causo que se riera y yo sentí la vibración de su risa.- de verdad me preocupe.

Él frunció su entrecejo mientras elevaba una mano y colocaba uno de los mechones que se habían salido de mi coleta, detrás de mi oreja y luego planto un beso en mis labios. Sentí el deseo de morder su labio para que no retirara los suyos, pero debíamos hablar por lo que le perdone.

¨Contrato por un día.¨ [Completa ✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora