Capitulo 4.

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         La mañana estaba fresca pero era agradable, las nubes habían ocupado el cielo eclipsando el sol. Mientras esperaba a que la camarera trajera mi café hice un repaso mental sobre mi atuendo, solo la elección de el me había llevado dos horas por la indecisión. Quiero decir, no todos los días vas a una entrevista para ser contratada como novia. Por lo que la primera impresión lo sería todo. No llevaba un vestido ya que esto no estaría acorde con el día, por lo que elegí un vaquero negro ajustado con unas botas hasta las rodillas del mismo color con plataforma de unos cinco centímetros, una blusa color beige de mangas largas que parecía una camisa de dama pero era cerrada con escote en V con la parte frontal más corta que la trasera, y por encima un saco largo hasta los muslos con las solapas un tanto largas y anchas pero sueltas de un rosa pálido. Quizá no fuera la mejor combinación de moda pero era lo más elegante que tenía en mi guardarropas, ademas ese color resaltaba mi cabello cobrizo largo hasta la cintura y con ondas en las puntas, las cuales había dejado sueltas atando solo un mechón a cada lado de mi cabeza haciendo un moño en medio, por lo que quedaba una media cola pero solo con dos pequeñas partes de pelo. Aún así deje sueltos un mechón a cada lado de mi rostro para enmarcarlo, mis ojos avellana estaban más llamativos por el delineador negro y mis labios tenían un brillo rosa claro casi no se notaba. El olor a café llamo mi atención y vi que la camarera ya había dejado mi pedido.

        En ese momento un mercedes se detuvo junto a la acera a solo unos metros de donde yo estaba sentada. La puerta trasera se abrió, en ese momento pude notar lo nerviosa que estaba en realidad por haber aceptado este encuentro.


El día anterior:

         Luego de buscar por lo que pareció una eternidad un lugar discreto pero que fuera concurrido para la reunión, me decante por un café que conocía bien y estaba cerca por lo que podría ir a pie y si algo no salia bien, podría solo correr asta casa. Cerré la ventana en la cual estaba buscando y me quede solo con la del correo, desde que lo había abierto esa mañana hacia ya unas dos horas y media aproximadamente, no lo había cerrado por miedo a que este desapareciera. Tome aire y luego me troné los dedos de las manos y me puse a escribir.

Sr.

Le estoy realmente agradecida con esta oportunidad y espero no decepcionarlo. Me gustaría si es posible reunirnos mañana en la mañana en un café que se llama ¨Café Mary's¨. Es un lugar poco concurrido.

Atte: Katherin Dallas.

Le adjunte la dirección con una foto del local incluidas y la envié. Ahora ya no había marcha atrás. Su respuesta no se hizo esperar ya que recibí de inmediato un correo en el cual decía que el lugar era aceptable y que nos reuniríamos a las 09:00 de la mañana.


Presente:

         Lo primero que vi asomarse del auto fue un zapato de vestir negro brillante por lo que se veía que lo lustraba demasiado, el otro pie piso la acera y note que llevaba pantalón de vestir de un gris oscuro. Entonces una cabellera rubia se asomo por encima de la puerta, giro su cabeza en busca de alguien y comprendí que era a mí a la persona que buscaba, ya que cuando sus ojos me encontraron esbozo una sonrisa y elevo su mano a modo de saludo, yo le devolví el gesto mientras lo evaluaba. La puerta del vehículo fue cerrada abrupta mente una vez que él se encontraba fuera de su camino. La chaqueta que llevaba estaba a juego con su pantalón, la camisa que llevaba debajo era blanca y la acompañaba una corbata negra con rayas inclinadas de color gris y gruesas. Su pelo tenía un largo promedio que le permitía ser peinado de una forma elevada y para el lado derecho, sus ojos parecían ser verdes debajo de unas gafas de lectura. Comenzó su camino hacia mi mesa mientras que su brazo derecho blandía un maletín negro. Entonces sonrió alegremente pero de algún modo también logro que fuera profesional.

¨Contrato por un día.¨ [Completa ✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora