Ella, una chica que se muda a Corea del Sur luego de ser expulsada en su escuela, adinerada, y mestiza, la azabache no se metía en problemas por gustó, solo cuando era necesario y necesitaba defenderse, pero jamás creyó que al entrar en Shinhwa le s...
Su teléfono vibró, un nuevo mensaje le había llegado.
Ji Hoo.
Chan Mi, ¿estas ocupada?
No, ¿por qué?
Necesito un consejo. ¿Podemos vernos?
Claro.
Genial, déjame entrar a tu casa, estoy afuera.
Ella bajo las escaleras casi que corriendo, y abrió la puerta viendo a un Ji Hoo triste, lo dejó entrar y el se sentó en el sofá y ella se quedó parada.
—Algo me dice que tardaremos mucho ¿quieres algo de comer? —él asintió
La chica llamó a una de las empleadas y preguntó si aún había helado, la mujer un tanto mayor le trajo dos botes grandes de helado.
—¿Prefieres hablar aquí o en mi habitación? —posiblemente no tendrían privacidad con Soo andando por ahí. Ji Hoo abrió un poco sus ojos— ¿en mi habitación, dices? Okey —caminó a las escaleras con él detrás
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Unas horas después Ji Hoo había terminado.
—Y entonces no se que hacer —toco su cabeza, sosteniendo su helado con una mano
—Si tanto la quieres ve por ella, compra un boleto a París y ve con Seo Hyun —metió otra cucharada de helado en su boca
—¿Es una buena idea? —cuestionó él
—¿Yo doy malas ideas?
—No se si debería de responder a eso —río
—Me dueles, Ji Hoo, me dueles —puso una mano en su pecho— pero si, hazlo, ¡tu puedes!
Yoon sonrió, estaba muy feliz, se acercó a Kim y besó su frente seguido de un abrazo.
—Gracias, Chan Mi, en serio, gracias, gracias
—De nada. Pará eso están los amigos ¿no? —si, le dolió decir esas palabras
—Si...
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