03 final

1K 122 160
                                    

Cuando Tzuyu despierta esa mañana, no es capaz de entender por qué el ambiente se siente tan pesado.

Se suponía que hoy sería un día hermoso, un día lleno de oportunidades y cosas nuevas, amor y cariño. ¿Por qué estaba todo tan oscuro y por qué sintió que algo la golpeaba profundamente en sus entrañas?

Se estiró y gruñó, ignorando el golpeteo de las gotas por la lluvia que se deslizan por el cristal de su ventana.

Una sonrisa ansiosa se dibuja en su somnoliento rostro, se para de la comodidad de su cama y se acerca a su escritorio desordenado con un objetivo, se inclina y se encarga de dar los últimos detalles a su último proyecto de arte. Con la ayuda de Mina, Tzuyu tuvo acceso a algunos materiales cuando la chica se ofreció a llevarla a comprarlos y echó manos a la obra para seguir aquel tutorial que había encontrado en Internet. Tan sólo debía afinar algunos pequeños retoques más para terminar el ramo de flores de papel maché. Por supuesto, Mina y ella pudieron haber comprado flores reales aquel día, pero entonces no sería algo hecho por ella y eso no la haría sentir nada bien. Al contrario, la haría sentir inútil.

Mientras pegaba los papeles arrugados, sintió una oleada de dolor en la cabeza y no lo entendió. ¿Acaso era por los nervios? Tal vez eso era correcto, pues hoy sería un día de crucial importancia.

Hoy, le iba a preguntar a Minatozaki Sana si puede ser su novia.

//

— ¿Y, para qué es todo esto? —cuestionó Mina mientras las dos caminaban por el centro comercial en busca de una tienda para materiales de manualidades.

Tzuyu había entrelazado sus manos para no perderse entre la multitud y la chica de lunares sonreía con ternura cada cierto tiempo, jamás había convivido con menores antes, y admitía que en ocasiones encontraba a Tzuyu como una hermana menor desde que había comenzado a salir con la mayor de las Im, cada día la veía crecer y en cierta parte le era difícil, no quería que esa inocente niña que la hacía reír a carcajadas con sus malos chistes o sus locuras se esfumara de un momento a otro cuando tuviera que exponerse al mundo real qué estaba fuera de su hogar o de su imaginación.

Mina no sabía que todo lo que hacían era fingir, lo mejor era vivir en su imaginación.

— ¿Cómo supiste que estabas enamorada de Nayeon Unnie? —respondió con otra pregunta, su ceño estaba ligeramente fruncido y sus labios torcidos con la cabeza ladeada.

— Oh —vaciló y presionó sus labios mirando hacia todas partes— no lo sé, simplemente sucedió, cuando la vi pensé en lo muy linda que era y en lo mucho que deseaba hablarle e invitarla a salir —narro los pequeños detalles que recordaba y mordió su labio— ¿Nayeon te dijo que me preguntaras esto?

La niña negó.

— ¿Sentiste un cosquilleo en la barriga y tu corazón muy agitado, cómo si corrieras un maratón? —siguió con otra pregunta y Mina se detuvo para procesar mejor esa charla, empezaba a tener la vaga idea de a dónde quería llegar con todo eso y honestamente no tenía un buen presentimiento.

— Si, algo así sentí —suspiro y se colocó delante de la menor— ¿Por qué? ¿Te sientes así por alguien?

Tzuyu bajo la mirada.

— ¿Quizás... Por Sana? —intuyo Mina.

Una media sonrisa se dibujo en el rostro de la niña y Mina solo pudo sonreír con tristeza, abrazo a Tzuyu con fuerza y se trago el nudo en su garganta.

— Hey cariño, esta bien, algún día tendrías que pasar por esto... Y nada me pone mas feliz que saber que sientes algo tan lindo por Sana. —se inclino y beso su frente— Vamos, hay una tienda cerca, apuesto a que encontrarás todo lo que necesites para hacerle algo muy bonito y sorprenderla.

</3 [satzu] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora