Siempre me gustaste demasiado siempre supuse que contigo valdría la pena intentarlo una y otra vez hasta aprender a fluir siempre me gustaste demasiado fue una especie de combustión espontánea la que provocaste en mi horizonte visual y a las partículas de carbono de mi imaginación yo nunca he sido de enamorarme con el tiempo a mi me bastan los instantes porque estoy constantemente despierta conversando con lo invisible y hablando en mi soledad con la fantasía.