Probablemente yo no sepa mucho de amor. Pero sé mucho de ti. Te gusta la lluvia, te gusta que te quieran. Nunca buscas lujos, más que un buen hombro dónde te puedas apoyar y ser tú. Tus exigencias son limitadas, de vez en cuando quieras hacer locuras. Lo cual está bien, me gusta enloquecer contigo. Y ser parte de la felicidad por un momento en toda la historia del hombre. Yo sé que no soy mucho, pero sé qué mi poco te basta. Te gusta que te escriba y no por el menor acto de que te gustaba leer, te gusta presumir que te quiero. Y eso, eso estaba bien.