Giyuu y Sabito ANIKI

Llegada y dolores de estomago

La silueta de dos Alfas adultos se lograba visualizar a lo lejos aproximándose a la casa junto al arroyo, mientras sostenían unos cuantos cadáveres de animales recién cazados.

-Aniki Gyuu, Sabito! - exclamo emocionado el pequeño pelirrojo corriendo hacia sus hermanos mayores- Porque llegan tan tarde?- Hizo un puchero adorable que Sabito se encargo de estirar.

-Jajajaj, pequeño Tanjiro, Gyuu y yo nos tardamos de mas porque queríamos cazar algo especial para dártelo en tu cumpleaños- dijo alegre Sabito mientras cargaba a Tanjiro en sus brazos.

- Eso dice Tanjiro, pero la verdad es que nos tardamos porque Sabito no es muy buen cazador que digamos- Soltó con sorna Gyuu mientras susurraba lo ultimo a los oídos de tanjiro una vez entraron a la casa
Tanjiro sonrió dulcemente a las palabras de Gyuu, ,mientras un adorable color rojizo se instalaba con fuerza en sus mejillas. Algo que le extraño mucho a Tanjiro pues, desde hace varios días que sentía su cuerpo un poco extraño siempre que estaba en compañía de sus hermanos.

Estará a punto de resfriarse? Esperaba que no, pues pronto tendrían que emprender el largo viaje hasta la manada del agua, por lo que por ahora Tanjiro decidió guardar sus acaloramientos y revoloteos de estomago para si mismo con el objetivo de no preocupar a sus queridos hermanos mayores.

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- Estas seguro que no quieres bañarte Tanjiro?- pregunto Gyuu atónito pues si de algo es fanático Tanjiro es pasar un buen rato junto a el y Sabito en la tina de madera que se encontraba en el cuarto de la chimenea.

- ah, n-no- respondió Tanjiro un poco nervioso mientras negaba efusivamente a la propuesta de su hermano de bañarse juntos mientras Sabito cocinaba algo antes de cenar. Ese extraño malestar de hace rato le estaba empezando a molestar, pues de alguna forma arruino sus ganas de bañarse junto a Gyuu y lo remplazo por una extraña punzada en su vientre que llego hasta el punto de marearlo y sentir su vista un poco nublada.
Al poco rato sintió unas cuantas gotas caer de su rostro debido a la frustración, tenia miedo de decepcionar a sus hermanos por enfermarse justo unos días antes de su partida.

-Tanjiro? Por que lloras?- pregunto Sabito al descubrir a Tanjiro llorando en el pasillo que conectaba a la cocina. Sin embargo, a pesar de su preocupación, no obtuvo respuesta de parte del pelirrojo - Al menos puedes decirme porque no me quieres decir?

-Si le digo a Sabito Aniki, se va a enojar conmigo- pronuncio el pequeño entre gimoteos, mientras se tapaba el rostro para evitar que sus lagrimas cayeran al suelo.

-Ya ya. Sabito Aniki no se va a enojar ok?, sabes que puedes confiar plenamente en mi.- dijo el mayor con la esperanza de que Tanjiro por fin se tranquilizase y le pudiese contar que le sucedía, sin embargo Tanjiro parecía no dispuesto a decirle.
Con una cara de comprensión Sabito decidió desistir de presionar a tanjiro para que dijese lo que tenia que decirle, después de todo Sabito ya imaginaba la cuestión por la cual Tanjiro estaba tan escandalizado.

Apenas fue hace unos dos días atrás que Gyuu y el habían encontrado los amuletos que les dio su padre rayados con unos garabatos extraños. Seguramente Tanjiro al ser un chico tan dulce se había sentido tan mal de haber dañado los importantes amuletos que se puso a llorar de la desesperación de que talvez ellos se enojaran con el.

-Esta bien pequeño, no te voy a presionar si? Te parece si me lo cuentas luego?

-Si Sabito onii-san, me cargas?

-No estas un poco grande para eso?- sonrió encantado por la actitud adorable de Tanjiro.

-Esta bien si ya no me quieres!- sentencio el pequeño en una adorable rabieta que hizo al estar indignado.

-Esta bien, esta bien! Era una broma okey?- dijo divirtiéndose con el extraño juego que estaba teniendo con el pequeño.- Sabes que tu hermano te quiere muchísimo verdad?- dijo por ultimo mientras lo levantaba para estrujarlo entre sus brazos y empezarle a hacer le cosquillas en el cuello.

-S-Sabito ni-san! jajajajajaj- carcajeaba el pelirrojo mientras intentaba inútilmente zafarse del agarre de cosquillas mortal de Sabito que le estaba haciendo sentir como si su cuerpo se sobrecalentara. Sus mejillas se acaloraron con vergüenza al sentir que las caricias que le proporcionaba su hermano estaban convirtiéndose en algo placentero, por lo que llego un punto en que Tanjiro no trataba de apartarse sino que se empezó a restregar contra Sabito en busca de mas toqueteos.- A-Ahh.
Soltó un gemido extraño que detuvo todo movimiento, tanto de el como de Sabito. Por alguna razón ese sonido le resulto tan extraño que se avergonzó tanto que quiso desaparecer de la vista de Sabito.

-mmm, Sabito ni-san?
-s-si?
-me bajas?
-si! perdón...seguiré haciendo la cena.
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