Dudas e instintos floreciendo

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Había pasado ya un día desde aquel suceso que extraño en demasía a Sabito. Ahora mismo estaba siendo objeto de un dolor de cabeza a causa de sus concurrentes pensamientos y especulaciones acerca de lo sucedido ayer con su hermano pequeño.
Al principio no le tomó mucha importancia al extraño comportamiento de su hermano, pues pensaba que se debía a alguna banalidad acerca de los amuletos o sobre el viaje. Sin embargo lo que escucho ayer le hizo replantearse las razones por la cual Tanjiro andaba muy nervioso últimamente.

-No crees que Tanjiro...actua un poco raro últimamente?- pregunto tratando de lucir relajado mientras fingía acomodar las cuerdas del caballo que siempre llevaban para ayudarlos en la recolección de frutos y verduras.

-Tanjiro?, mmm ahora que lo mencionas. Tanjiro ha estado oliendo a celo últimamente no? Pensé que ya lo habías notado.- dijo totalmente calmado, como si lo que acabara de decir fuese lo más banal del mundo.

-QUE?!

- En un principio pensé que talvez estaba alucinando debido a que no hemos tenido contacto con un omega en años, pero ayer durante la cena pude oler claramente que estaba excitado en nuestra presencia- cuando terminó de decir esto último Sabito se había lanzado encima suyo para tratar de intimidarlo

- Se puede saber porque hablas con tanto gusto sobre la condición de Tanjiro?!- pregunto exaltado el pelimelocoton. A su parecer Gyuu sonaba como si no le avergonzara que ayer Tanjiro estuviese mojado por el olor de ambos- Tienes otras intenciones con el?! Dime!

-Tranquilizate idiota- dijo disgustado Gyuu mientras lo lanzaba a un lado de un manotazo- Por como hablas pareces ser tu quien esta más afectado por su pre-celo, además cuando he dicho que quiero reclamarlo?. Tanjiro no es solamente un niño que decidimos proteger, el ya es parte de la manada y parte de nuestra familia. Jamás le haría algo que no quisiese.- Apesar de sus palabras Gyuu tambien estaba profundamente preocupado por como afrontarian el celo de Tanjiro.
Sabia que sería muy difícil, por no decir casi imposible que el y Sabito no perdieran los estribos ante el celo de Tanjiro. Se sentía culpable por tener sentimientos hacia el pequeño aún cuando su segundo genero no estaba del todo claro. Desde mucho antes Gyuu sintió un lazo formarse entre ellos y que cada día cresia más y más, un lazo que ahora se manifestaba en el como las ganas de querer reclamar a Tanjiro.

Se sentía hasta cierto punto, algo enfermo, pues el libido que sentía cada vez que estaba cerca del pequeño no era muy puro que digamos. Tanjiro era una completa belleza, y eso lo sabía muy bien tanto el como su hermano. Su cuerpo era pequeño pero sigiloso casi como un gato en vez de un lobo y su cara era como ver la de un adorable Ángel solo que en vez de rezarle Gyuu quería deformarla en una de éxtasis y placer, sus hermosos muslos eras rellenos y suaves,en su piel se hallaba el pecado pues a cada ligero toque se volvía rojiza y brillaba como porcelana, sus pesones eran de bonito color rosa, y por último, su trasero.

Oh dios, su trasero era la fantasía de sus sueños humedos todas las noches.

Apenas fue ayer cuando Giyuu sacio sus retorcida fantasías en la bañera y sin embargo ahora mismo sentía como su libido se encendía como una llama imposible de apagar, como si lo de anoche no hubiese sido más que un chiste para su amiguito.
Aunque en parte entendía de buena manera el porque su pequeño amiguito de repente se había vuelto un monstruo con ganas de ser envuelto hasta vomitar, pues había pasado mucho desde la última vez que Gyuu y Sabito tuvieron alguna clase de encuentro sexual.

Giyuu y Sabito ANIKIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora