Capítulo 30

330 32 4
                                    

Hola! Gracias por leer esta historia, esta es muy importante para mi porque fue una idea que se me ocurrió en el año 2014, tardé un tiempo largo en retomarla, creí que no podía darle un final, pero finalmente lo logré, disfruté mucho a estos personajes.. En la idea principal todo iba a ser un guión que soñaba escribir para una novela de televisión futura (siempre a soñar en grande?¿) pero terminó siendo esta novela que les quise compartir.
Gracias por acompañarme y leer esta historia.
Martina.
—————

La ansiedad estaba matándome, los siguientes tres días solo supe que los policías estaban revisando todo, la oficina de Leonardo, las ex oficinas de la O.P.E, la casa de Ricardo, todos los gastos y depósitos que le había hecho a otras personas, dieron vuelta absolutamente todo, para fortuna mía encontraron varias cosas.
Fui hasta la cárcel donde estaba mi ex jefe, ni Peter ni Nicolás sabían que yo había pedido un taxi hasta ahí.
-Se te terminó toda la jodita, fin de tu imperio mafioso-le sonreí cantando victoria- me subestimaste mucho, creíste que te podías salir con la tuya, pero soy muy inteligente, y muy buena haciendo lo que sea para conseguir mi objetivo-elevé mis cejas, él se rió de mi, no entendí porqué.
-Podes lograr que me quede presos por años, que tal vez muera acá, pero te prometí que ibas a pagar..-me sonrió- yo soy una persona de palabra
-No me asustas más, solo venía a despedirme-lo saludé con la mano y lo saludé, salí de la cárcel sintiéndome algo rara, había logrado intimidarme, estaba por parar un taxi cuando se apareció el auto de Peter, me tocó bocina.
-¿Cómo?-me sorprendí.
-Te conozco Marianita, sabía que podías estar acá saboreando tu victoria..-me miró- igual, no lo provoques, mejor no provocar a la gente mala
Solté un suspiro y me senté en el asiento del acompañante, tal vez tenía que hacerle caso, tal vez cantar victoria en las narices de Ricardo no había sido la mejor idea del mundo.

PETER

Poco a poco Lali se fue relajando, Ricardo iba a quedarse un tiempo largo metido ahí adentro, mientras que Leonardo y Martinez también terminaron tras las rejas, con una sentencia menor, pero como habían estado involucrados iban a estar vigilados.
Iba a hacer lo posible para que el hijo de puta del ex jefe de Lali se pudra en la cárcel, la hizo sufrir mucho, e intentó seguir haciéndole mal.
Llegué a nuestro nuevo departamento y la vi acomodando libros en un estante, ella estaba en la habitación de nuestro bebé.
-Siempre quise ser de esas mamás que les leen a sus hijos, bueno.. En realidad nunca quise ser mamá, pero quiero hacer eso..-asintió con la cabeza y me sonrió.
Ella estaba hermosa, su panza enorme, eso me causaba gracia porque ella de tamaño era muy chiquita.
La ayudé con la decoración y me quedé encantado con todo, habíamos soñado con que todo esto iba a verse así, después de mucho nos permitimos soñar, proyectar, disfrutar el momento, el ahora, el día a día.
La rodeé con mis brazos y le dejé varios besos en su cuello.
-¿Ésta es la última vez?-elevó sus cejas mirándome con picardía- ya casi no puedo hacer nada..-soltó un suspiro- no sé como todavía me deseas..
-Ey-llamé su atención y me reí- obvio que te deseo Mariana-escondí mi cara nuevamente en su cuello, se lo llené de besos, ella soltó un jadeo, le sonreí ahora sobre su boca, había logrado mi objetivo.
Fui muy cuidadoso con ella, ahora más que nunca, ella también intentó ser delicada, no muy salvaje, pero estaba en su naturaleza ser así, la llené de besos por todas partes, le acaricié la cara y le dejé un besito en sus labios.
-Te amo mi chiquita..
-Te amo a vos Pit..
Terminamos abrazándonos como podíamos, recostados sobre la cama completamente cansados.

Una de las madrugadas Lali rompió bolsa, estaba muy nerviosa, manejé rápido hasta la clínica que habíamos elegido juntos para el gran día, ella estuvo horas haciendo fuerza, pero tuvieron que hacerle una cesárea, estaba muy asustada, me impresionó ver eso, cuando vi a mi hijo no pude dejar de mirar otra cosa, él lloró cuando llegó a este mundo, se me aflojaron las piernas, lo habíamos esperado y cuidado tanto.
Lali estaba medio drogada, pero igualmente se emocionó cuando pusieron a nuestro bebé sobre su pecho, él se calmó estando con ella, eso me pareció sorprendente, como se dio cuenta de que era su mamá, ella le habló en un susurro, lo saludó.
-Hola Bruno lindo..-le acarició la carita, noté que tenía la misma boca perfecta que ella.
Se lo llevaron para hacerle exámenes.
Lali estaba recobrando la conciencia.
-¿Podes no perderlo de vista Pit? Tengo miedo de que algo pase..-se le cayeron algunas lágrimas, todavía seguía con eso, varios miedos, asentí con la cabeza, vi a los enfermeros revisar a nuestro hijo.
Cuando la llevaron a Lali para una habitación ella se puso a llorar fuerte, no quería dejarlo a Bruno solo por tan solo unos minutos, me quedé con ella sosteniéndola de la mano.
-Hola chiquito..-le hablé cuando lo trajeron en una cunita transparente, lo cargué en mis brazos y le dejé un besito en su manito- está bien La..-se lo aseguré, asentí con la cabeza, ella dejó de estar tan a la defensiva, se lo coloqué sobre ella para que le de la teta, me quedé mirándolos maravillado, ella me sonrió, sentí que finalmente se sacó una carga muy pesada, íbamos a poder ser felices, ya éramos una familia.
Mis papás y mis primos se acercaron hasta la clínica para verlo a Bruno, le trajeron globos, muñecos, miles de regalos, todo fue felicidad hasta que llegaron los papás de Lali, me di cuenta porque se le borró la sonrisa que tenía en la cara, su humor se transformó.
-¿Qué haces por acá? ¿Ya terminó el crucero que recorrió por todo el mundo?-los miró desafiante, la noté muy nerviosa, por eso me quedé a su lado para traerle algo de calma.
-Hija...-su mamá quiso hablar pero ella la interrumpió.
-No vengas con el discurso de "te extrañamos, fuimos malos papás, perdón, ¿puedo ver a mi nieto"
Sus papás se pusieron mal.
-Lali-su papá la miró con seriedad- fuimos tarados, pero nos dimos cuenta de que no estábamos listos para ser papás, nos saltó madurar mucho, éramos muy jovencitos cuando te adoptamos..
-Eso no justifica nada, prácticamente me crié sola, y como no los tuve presentes tomé varias malas decisiones que me cagaron la vida por mucho tiempo-soltó un suspiro-¿se pueden ir?
Lali se mostró firme, sus papás se alejaron, justo cuando se fueron se apareció Guillermo, en el momento menos oportunos.
-No quise.. Pero escuché un poco de la conversación..-la miró, supe que era mi momento de dejarlos solos.

LadronaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora