Jongho no se caracterizaba por ser celoso, no lo era para nada, tampoco le gustaba la sensación de serlo porque se sentía fuera de lugar y como un maniático controlador. Pero bueno, justo en ese momento, los celos pasaban a ser algo más a su cotidiana vida tranquila, y no era por culpa de Yeosang.
Jihan lo estaba aburriendo, y no solo ella, al parecer todos sus amigos estaban conspirando contra él y a favor de Jihan por su notorio gusta hacia su lindo novio quien, tan inocente y bonito, no se daba cuenta de las intenciones de la chica. ¿Lo peor? tampoco podía interferir, porque para todos, seguía siendo el mejor amigo de Yeosang y nada más.
"Podríamos salir hoy", habló Jihan en el almuerzo, lo suficientemente fuerte para que todos escucharan, pero mirando a Yeosang quien jugaba con su comida, dejando en claro que realmente, solo quería salir con él, y sus amigos, tan ajenos que tampoco podía culparlos realmente, mirándose entre ellos con obvias intenciones.
Jongho cerró los ojos, queriendo calmarse lo suficiente para no sentir la desagradable sensación de posesión hacia Yeosang en su pecho, no le gustaba sentirse así y tampoco quería que Yeosang se sintiese mal porque sabía, que al menos, Yeosang veía una bonita amistad entre Jihan y él -aunque fuese unilateral, pero de eso, su novio no tenía idea-, y realmente, Jongho no quería entrometerse y hacer sentir mal a Yeosang.
"No puedo, debo ir a buscar a mi hermana", excusó Yohan.
"Bomin y yo tenemos práctica de fútbol", habló Sanha, con una falsa mueca de disculpas que solo le hizo apretar los puños bajo la mesa.
El rostro de niña de Jihan se giró hacia los dos restantes, especialmente hacia él, casi rogándole con esos ojos de cordero degollado que se excusase con alguna tontería, pero Jongho no planeaba hacerlo, de hecho, Yeosang en la mañana le había contado de una nueva película animada que quería ver junto a él y Mujin en la tarde, y él definitivamente no iba a tirar por la borda el plan que tenía de pasar la tarde con su novio por darle el gusto y las ilusiones a una niñita. Jihan pestañeó ante su silencio, instándole silenciosamente al igual que sus amigos a ayudarla, pero Jongho se mantuvo firme y neutral, casi con una mueca de desagrado cruzando el rostro mientras le sostenía la mirada a la chica.
"Hoy quedé con Jongho", murmuró Yeosang, todos girándose hacia él que recién en ese momento alzaba la vista de su bandeja de comida, ajeno a las intenciones de todos en esa mesa. Jongho suspiró de alivio por lo bajo al ver la sonrisa de disculpa hacia el rostro descompuesto de Jihan, "Perdón, tampoco te puedo invitar, ¡pero podemos salir otro día!", sugirió antes de volver a su comida.
Jongho sonrió inconscientemente, apoyando su mejilla en la palma de su mano para ver a su lindo novio comer como si nada hubiese pasado, y él por supuesto, evitando la mirada de odio de Jihan y la incredulidad de sus amigos.
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Al final del día, Yeosang lo elegía a él siempre.
Fue dos días después, Jongho estaba esperando en la entrada del instituto a Yeosang para ir a casa como todos los días, por lo que le había dicho su peligris, debía hablar con un profesor sobre unos detalles de sus notas, y Jongho se quedó viendo su celular por mientras luego de despedirse de Bomin y Sanha. No tuvo que esperar mucho cuando sintió a Yeosang colocarse frente a él, por lo que bloqueando su celular para guardarlo, alzó la vista para sonreirle.
