𝐈𝐦𝐩𝐚𝐫𝐚𝐛𝐥𝐞 - Peter Parker

22. Despedida.

Ese día el grupo de héroes estaba de luto, todos vestían de negro. En otras circunstancias Peter habría amado estar con todos los Vengadores reunido. Isabelle prometió presentarle a Thor una vez.

Todos estaban destrozados, algunos no lloraban, pero desde lejos podía notarse su pena.

Wanda era la que peor se encontraba, Peter se acercó a ella.

—¿Eras muy cercana con Isabelle? - Wanda levantó la mirada y vio al chico del que tanto le había hablado Isa.

—Prácticamente hermanas. Tú debes de ser Peter Parker, Spiderman.

—¿Cómo lo sabes?

—No sabes las miles de veces que Isabelle me hablaba de ti, cada día más enamorada.

Una lágrima se escapó de los ojos de Peter.

—Ella era especial, desprendía alegría a todos los sitios donde iba. - Se unió Steve Rogers a la conversación de los más jóvenes.

—Señor Rogers..

—Lo siento mucho Peter. -Steve dio un abrazo a Peter.

El chico se encontraba muy angustiado, no se creía lo que estaba pasando. Isabelle no podía haberse ido, ella tenía que estar en su mesa el lunes en la hora de bioquímica para quejarse de lo difícil que es esa asignatura, debía estar cada vez que Peter llegase por su ventana con muchas heridas, o incluso para la pasta que le preparaba tía May.

Tony Stark llegó junto con Pepper Potts, la mayoría de los presentes se acercaron a darle el pésame. Peter prefirió esperar para estar solos y hablar mejor.

El chico quedó solo frente a la tumba de su chica después de que la ceremonia terminase, habían pasado dos días desde lo del buitre y se le habían hecho eternos, sentía que estaba viviendo una pesadilla.

—Peter. -La voz de Stark le hizo girarse y secarse las lágrimas.- Tengo que hablar de algo contigo, algo importante.

—¿Debe ser justo hoy señor?

—Precisamente quiero que sea delante de ella.

—Dispare.

—Vas a formar parte de los Vengadores. Fue lo último que Isabelle pidió antes de morir, aunque yo ya lo tenía en mente. Ahora debes hacerlo, ella lo quería.

Peter sonrió asintiendo con algunas lágrimas.

—Cuando quería conseguir algo no se rendía.

—Así es, Peter.

Tiempo después Tony se fue, el héroe se quedó solo y estuvo hablando hablando frente donde descansaba Isabelle.

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Seis meses después.

Peter llegó al cementerio, como todos los días después de clase, pasaba por allí para contarle el día a Isabelle. Ned y Liz también pasaban a menudo. Liz se sentía demasiado mal por haberle hecho lo que le hizo a Isabelle y no haberse podido disculpar con ella.

—Hoy hemos tenido los exámenes finales, ¿sabes Isi? Ned y yo hemos aprobado con notas muy altas. Seguro que tú nos habrías superado.

El chico sonrió de lado, con pena. Poco a poco sus heridas irían sanando.

—Mañana tendré la primera reunión con los Vengadores, no te he dado las gracias por haberme ayudado a entrar. Sabías que era un sueño para mí.

Peter dejó unas flores sobre la tumba de Isabelle.

—No sé si haya donde estés podrás oírme, pero no te olvido Isabelle. Jamás lo haré

Peter suspiró.

—No puedo dejar de pensar que como equipo habríamos sido imparables.