Y ahí seguíamos bailando, como si no hubiera gente alrededor de nosotros, su mirada se tornó oscura por un instante. Una corriente eléctrica recorrió mi cuerpo cuando sus dedos acariciaron la parte baja de mi espalda.
— Ven — casi fue una orden, me tomó de la mano y arrastró con el.
Todos se le quedaban mirando conforme íbamos pasando, yo agaché la cabeza por timidez, me sentía pequeña a su lado.
Nos metimos en una habitación no supe diferenciar lo que había en su interior puesto que estaba a oscuras. Me soltó la mano y perdí su presencia, me quedé justo donde me dejó esperando que dijera algo, de un momento a otro se encendió una tenue luz así pude ver la gran biblioteca.
Él se sentó en un sillón de piel oscuro, yo solo miraba el lugar, habían incontables libros perfectamente ordenados en las estanterías, la decoración parecía ser sacada de una época pasada, como de los años 20.
— Necesitaba salir de allí, me estaba agobiando — pronunció. — puedes irte si no estás cómoda.
— Estoy bien, solo que no me esperaba que estuviera esto en esta casa, es diferente — me senté junto a él.
— Mi madre decidió que fuera la única habitación que no se reformara — hizo una pausa. — Cloé.
Le miré y me sujetó por la cintura acercándome a el, pegó su frente junto a la mía. Mi corazón empezó a latir sin control.
— Espero que no te moleste. — dijo y fruncí el ceño, ¿molestarme el que?
Sin pensarlo unió nuestros labios, se movía lentamente con mucho cuidado, como con miedo a un rechazo. Mi mano fue hacia su pelo, me respondió con besos más rápidos y feroces.
En ese momento no quería pensar en nada, estaba disfrutando esta noche y me lo merecía.
Nos separamos para recuperar el aire, me miró a los ojos y en un movimiento me sentó encima de él, me pilló por sorpresa pero no me molestó. Paseó sus grandes manos por toda mi desnuda espalda y las posó sobre mi trasero, se acercó de nuevo a mis labios para seguir devorándolos, solté un pequeño gemido cuando me pegó mas a él.
Empecé a mover mis caderas a un ritmo lento, no me quería separar en ningún momento de sus suaves labios. El ambiente se sentía caldeado, nuestras respiraciones sonaban agitadas, cada vez los besos eran mas apasionados, como si fuéramos dos hambrientos de cariño.
Aless se apartó un momento de mí para quitarse la chaqueta torpemente, una de sus manos viajó hasta la lazada de mi cuello, me miró pidiendo permiso y asentí, puso su otra mano para poder deshacerla con facilidad.
— Esto parece mas fácil de lo que es realmente — susurró.
— Déjame que me gire mejor — dije suavemente.
Me levanté de sus piernas y me coloqué delante de él, tuve que agacharme un poco para que lo hiciera desde el asiento. Apartó mi pelo y pude sentir su respiración cerca, se me erizó la piel al notar sus dedos pasar por mi nuca.
Se abrió la puerta antes de que me desabrochara el vestido, me levanté sonrojada y me aparté de él rápidamente. No me atreví ni a mirar su reacción.
— ¡Por fin te encuentro! — entró una chica rubia.
— Andrea...— se acercó y ella se lanzó a sus brazos.
Aless me hizo un gesto de espera con la mano, me extrañé. ¿Quién era esa chica?
— Andrea — repitió — vas colocada, busca a tus amigas, no es el momento de que estés aquí.
— Ay Alessandro, creía que querrías verme, me he puesto este vestido por ti — sonó vacilando alguna que otra palabra.
— Creo que debo irme mejor — solté, la situación se me hacía incómoda.
— Si eso debes de hacer — contestó ella.
Levanté mis cejas, giré sobre mis talones y salí de ahí, no escuché nada más.
Ande por la casa hasta llegar al jardín de nuevo, vi a Amanda lo lejos en la zona de antes, me acerqué apresurada.
— Hey ¿Qué tal el bailecito? — bromeó ella, le mandé una mirada de socorro para que no siguiera con el tema. — eh... Hemos decidido que nos quedaremos a dormir aquí, he bebido y no nos pueden llevar tampoco.
— Estupendo — dije con sarcasmo.
Lo que menos me apetece es dormir en esta casa ahora mismo.
— Cloé quedan cinco minutos para tus 20, vamos a pasarla bien — concluyó Amanda.
Si, eso seguro...
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Mi Destino
Teen FictionEs el 20 cumpleaños de Cloé, después de una fiesta en el barrio pijo de su ciudad conoce a gente a la cual estará ligada en un futuro próximo. No sabe lo que se le avecina.