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Jeon Jungkook es un hombre amoroso, amable y con gran espíritu luchador, casado con Kim Taehyung quien desde los cinco años cuido de él. Su vida siempre estuvo llena de obstáculos pero sobre todo son felices, pero sus nuevos sueños sacan a lucir...
Las amistades duran muchos años si estás están ligadas a la confianza y la seguridad que la otra persona te da, estás no suelen ser simples ni poco afectivas.
La verdadera amistad es la que se forjó en una relación y una conexión tan especial con otra persona que, puede durar años.
La amistad que estos siete niños de diferentes edades forjaron los llevo a pasar los peores tres años de su vida juntos haciéndose compañía, cuando el primero en irse del internado fue Jungkook hicieron una promesa.
Sin importar que afuera seremos desconocidos, para volver a ser conocidos.
Está promesa los acompañó gran parte de su vida hasta que uno por uno y por separado se volvieron a ver pasando así a ser considerados conocidos, entrando en confianza rápidamente como si nunca se hubieran separado.
Está claro que no olvidarán lo que pasa dentro de aquel cruel internado, pero ésto los reforzó para seguir adelante, los traumas que padecieron dentro de este lugar los llevan dentro de su ser. Está parte de su vida fue la que los siete adultos ahora quieren dejar atrás.
YoonGi quiere olvidar que en el lugar lo trataron mal sólo por ser más pálido que los demás, sus maestros ni siquiera lo ayudaban cuando sus compañeros le decían palabras irientes o lo lastimaban, gracias a ésto su forma de ser había cambiado con los meses.
NamJoon olvidaría el día en que su vida se volvió un tormento dentro del lugar, recuerda que una maestra había intentado hacerle algo que para un niño de seis años no era correcto y era verdad intentar que un menor hiciera algo a la fuerza estaba mal, más si era para intentar violarlo lo que causó que no confiara en nadie dentro del lugar, ni en su compañero de cuarto.
SeokJin dejaría atrás aquellos días donde sus compañeros de clase le decían palabras que llegaban a herirlo, no solo por qué el pensaba que era verdad sino que por el momento e inseguridad que le habían creado al hacerlo pensar que era feo y horrible.
HoSeok dejó atrás los días en los cuales sus compañeros de clase le molestaban llamándolo feo y muy chillón, cuando el simplemente les sonreía olvidaría las crueles palabras de sus maestras al sólo querer pintar con colores llamativos, era un niño que sólo quería se feliz.
JiMin olvidaría cómo sus compañeros y hasta maestros le llamaban cordito solo por ser más robusto que sus compañeros, los comentarios más hirientes eran cuando le decían chanchito, jalaban sus mejillas o le tiraban la comida encima.
TaeHyung quería dejar atrás su trauma hacia las promesas de las personas, empezando por las de sus padres y maestros, recuerda la promesa que su padre le dijo y no cumplió, por qué al final los golpes y las palabras duelen.
Estos seis chicos hicieron que Jungkook pasará por un problema menos doloroso que el de ellos, lo intentaron proteger de todos pero que podían hacer los niños si sus maestros los maltrataban o golpeaban, a Jungkook le habían golpeado cuando sus hyungs no lo podían cuidar por qué se encontraban castigados.
Ninguno había hablado con alguien sobre lo que habían pasado dentro del lugar, recuerdan haber presenciado dos muertes dentro, los niños eran mayores a ellos y sufrían más.
Pero todo esto se había ocultado tras una máscara de sonrisas, por qué hasta la más bella sonrisa esconde un gran secreto, y ellos podían decir que era verdad.
El haber salido con vida del lugar sólo había sido pura suerte.
- Hyung ¿Creó que ya es momento? - habló Jimin pasándole una fosforera al mayor.
Habían decidido incendiar el lugar, minutos antes habían rociado gasolina a todo el lugar, en las aulas, antiguos cuartos y en la capilla principal, Jin sería el que acabaría con todo.
Sus pesadillas y pasado ocultó daría su fin, por qué ellos querían ser felices y hacer feliz a aquellos niños que los están esperando sin importarles su pasado.
- Bien, díganle adiós al lugar - dijo antes de prender la fosforera y lanzarla.
El lugar no tardó en prenderse en llamás, sabían que nadie diría ni llamaría a las autoridades gracias a que el pueblo donde estaba ubicado el internado era uno fantasma.
- Es hora de ir por nuestros hijos.
Todos caminaron hacia sus respectivos autos luego de las palabras dichas por Hoseok, estaban dejando atrás muchas cosas y eso los hacia sentirse libres, por fin se habían desechó de lo único que los mantenía viendo al pasado, sólo faltaban las personas de estos hechos pero estás sufrirían de otra manera.
Los autos se alejaron del lugar dejando un edificio en llamás, el fuego consumía todo lo que podía, ya en esos momentos ninguno de ellos pensó lo que pasaría a futuro, solo vivirían el presente sintiéndose correctos en los brazos de sus seres queridos.
Sus hijos.
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- lelį ✨
_El futuro es incierto, pero no tú pasado ni mucho menos tu presente_
