[-🌻]Nueva casa,nuevas amistades,nuevas experiencias y nuevos amores.
Para T/n Miller no es tan complicado llegar a un nuevo lugar,después de todo,era lo que hacía desde pequeña,viir en algún lugar con el nuevo envío de su madre y esperar a que est...
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Narra T/n
La película había terminado así que Austin había subido a terminar su tarea,y yo solo a no hacer nada,pero en mi cama.
Mientras leía en mi teléfono,escuchaba música con mis audífonos,que no escuche como mi ventana era abierta.
—Hola—Maxine apareció de repente frente a mi y sonriendo.
Me asusté,y solamente atine a lanzar un golpe.
—Lo siento—me disculpe,por lo menos había fallado.
—Linda bienvenida—dijo sarcástica.
Se acostó a mi lado como de costumbre,y me abrazo por la cintura.
Estuvimos abrazadas y platicando un rato,hasta que alguien entró a la casa,bajamos para ver,encontrándonos con Marcus y Ginny,parecían ebrios.
—¿Ginny,estas bien?
—Marcus,¿que demonios?
—Pregúntale a este tonto,perdió en la máquina de peluches—se quejó Ginny,arrastrando las palabras.
—¡¿Entonces porqué pediste cinco helados?!
—¿Eso que tiene que ver con que bailaste con esa chica?
Su pelea ni siquiera parecía tener sentido,uno decía algo y el otro otra cosa.
Maxine y yo solo nos veíamos confundidas.
—Si tanto quieres,te devuelvo tu tonto dinero—dijo Marcus,dandole una envoltura de chocolate.
—Yo solo quería una paleta—se tiró al suelo,llorando como una niña pequeña.
—Me llevaré a mi hermano,no creo que mis padres estén felices—dijo Maxine.
Nos despedimos y ayude a Ginny a subir a su habitación.
—¿Dónde está Logan?—me pregunto mientras yo quitaba sus zapatos.
—¿Quién?
—El chico lindo y alto...tiene bonita sonrisa-supe que se refería a Marcus después de dos minutos de explicación-¿Tiene novia?—me pregunto en susurro.
—Si,tú.
—¡Si!—festejó.
Luego de unos minutos,después de vómitar y cambiarse de ropa,por fin se durmió.
Me dirigí a mi habitación y me acosté en mi cama,revise mi teléfono hasta que escuche la puerta principal abrirse.
Vi la hora,2:09 a.m.
Eran mi madre y Paul,y no quería escuchar nada más de lo que debería,no como la otra vez,así que me puse mis audífonos.
Escuché música toda la noche mientras leía.
La misma rutina se repetía todos los días,solo dormía en la tarde unas dos o tres horas como máximo.
Eso había provocado que comenzara a tener ojeras y mucho sueño todo el día,y mi madre lo había notado.
Aunque solo cambiaba de tema cuando hablaba con ella.
[...]
Pasaron dos semanas de la misma estúpida rutina,más tareas y ejercicios.
Aunque hoy por fin haría algo distinto,Abby,Marcus y yo habíamos sido invitados a una pequeña fiesta de uno de los amigos de Abby del campamento al que había ido.
Aunque no tenía tantas ganas de ir,había aceptado porque necesitaba una excusa para salir de casa.
Abby llegó a mi casa,las peleas de sus padres cada vez eran peor,por lo que siempre venía acá,y no tenía problema con eso.
—Y entonces,¿crees que este allí?—termine de poner mi sudadera.
Justo en ese momento,Marcus entró por mi ventana.
—Si sabes que tenemos puerta,¿no?
—Es más divertido asi-dijo-¿Y de que hablan?
—Conocí a alguien en el campamento,era tan lindo—decía sonriendo.
—Que raro,creí que salías con el chico de artes,¿como se llama?—se dirigió a mi,solo negué,dando a entender que no sabía.
Abby se acercó a mi con su teléfono en mano y me enseñó la foto de ella y el tan querido chico.
—Bueno,si es lindo—dije sincera.
—Yo quiero ver—dijo Marcus.
Al ver la foto,nos dio la razón.
—Definitivamente si es atractivo—dijo él,mientras comía galletas que estaban en mi escritorio.
—No creo que deberías comerlas,son de hace una semana.
—¿Que no limpias?
—Si,pero no a diario—dije obvia.
Las dejo donde estaban anteriormente y se lanzó a mi cama.
—Como sea,¿crees volver a verlo?—pregunté mientras terminaba de ponerme un collar.
Ella pensó unos segundos,para después asentir con una mínima sonrisa.
—Estoy confiada,sé que lo volveré a ver—sonrió.
Marcus aún no entendía muy bien nuestra conversación,así que luego de casi quince minutos explicándole por fin entendió.
—El resumen de todo es que crees que el amor de tu vida podrá ir a la fiesta,¿no?—dijo obvio.
Nos volteamos a ver ambas y solo asentimos.
—Bueno,vamonos.
Salimos de la casa y nos subimos a mi auto,agradecía tanto haber aceptado las clases de manejo que quiso darme mi madre.
Aunque no fue tan buena idea que haya estado medio ebria esa noche.
Pero por lo menos aprendí.
Luego de una hora sin encontrar la dichosa fiesta,llegamos a una casa muy grande y linda.
Y como ya estaba oscuro,todo se veía muy lindo debido a las luces que adornaban afuera.
La música se escuchaba demasiado alto,haciendo que mi cabeza empezara a dolerme.
—¿No se podía más alto?—preguntó sarcástica Abby.
Caminamos hasta la entrada y antes de poder ingresar dentro,alguien llamó a Abby,mientras la tomaba del brazo.
