Todo se volvió un caos desde que los androides se revelaron contra los humanos, SM no ha dado una explicación de la situación, tal vez sea un error de software. Pero los robots estaban artos de ser tratados como un simple plástico.
Es más que una hi...
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Kai se encontraba sentado frente al divergente, con una mesa separándolos. JongIn lo estaba interrogando pero el androide se rehusaba a responder cualquier tipo de pregunta, mantenía un cabizbajo. Por una parte su actitud era entendible, pues los humanos le han causado mucho daño como para confiar en ellos.
Entonces JongIn se rindió y salió del interrogatorio. Aseguró que el divergente no diría nada por más que lo forzaran a hablar. Era una total perdida de tiempo.
—No estaría demás golpearlo un poco. Después de todo, no es humano... — sugirió JungWoo.
—Los androides no perciben dolor. Solamente lo averiaría y tampoco diría nada. Los divergentes tienen una tendencia a la autodestrucción cuando están en situaciones estresantes.
—Bien, sabelotodo. ¿Qué debemos hacer?
—Quizá pueda interrogarlo.
Jungwoo se burló del androide.
—No perdemos nada. —esta vez intervino Kai. — adelante, el sospechoso es todo tuyo.
Retiro la piel de su mano para acceder al cuarto, una vez adentro exploro el archivo encima de la mesa mostrando las fotografías de los sucesos acontecidos al igual que las evidencias acusando al androide. Tomó asiento y antes de iniciar, analizo el resto de su cuerpo; los daños ocasionados por el bat de beisbol, el uniforme repleto de sangre seca perteneciente a la víctima, quemaduras ocasionadas por cigarro en el brazo izquierdo, modelo DH200 con señales de inestabilidad en el software y bajas probabilidades de autodestrucción. Sabiendo estos últimos datos inició su interrogación.
—Estás maltratado. ¿Lo hizo tu dueño? ¿Te golpeó?
No hubo respuesta.
—Detecto una inestabilidad en tu programa. Eso puede activar un sentimiento raro, como el miedo... de los humanos.
Nada. Lucas busco la manera de hacer contacto visual pero el divergente mantenía su mirada en sus manos esposadas a la mesa.
—Te acusan de asesinato en primer grado. Sabes que no se te permite arriesgar la vida humana bajo ninguna circunstancia. ¿Tienes algo que decir en tu defensa? — demandó. — Creo que no comprendes la situación. Asesinaste a un humano. Ellos te desarmarán si no dices la verdad.
El nivel de estrés aumentó, necesitaba llegar a un nivel óptimo de lo contrario el androide se autodestruiria.
—Estoy aquí para ayudarte. — trato de inspirar confianza. — Pero debes confiar en mí, lo único que quiero es sacarte de esto. — hizo ademán.
—¿Qué...?— tartamudeo —¿Qué van hacerme?—finalmente el divergente formó su pregunta. — Me van a destruir, ¿no es así?
En ese instante Lucas tuvo un diminuto debate interno entre mentir o decirle la verdad, quizás podría mentir y así ganar la confianza del divergente pero el nivel de estrés bajaría, tampoco podía causar su autodestrucción.
