He sobrevivido a mi primera semana de clases. No han ido del todo mal. Tampoco han ido del todo bien, siento que todo el mundo se ha puesto manos a la obra y yo sigo en vacaciones, pero bueno, ya tendré tiempo para ponerme al día.
Ahora me dirijo junto a Finn a una hermandad donde me han dicho que organizan las mejores fiestas del campus. Una fiesta es justo lo que necesito. Socializar, bailar, beber algo, reírme, ver al equipo, conocer a chicas... Sí, definitivamente tengo muchas ganas.
Finn, sin embargo, ha estado a punto de quedarse en la residencia, pero lo he convencido. No puedo dejar que se pierda todo esto. Sé que le cuesta un poco arrancar pero, cuando está aquí, termina pasándoselo bien.
—¡Miller! ¡Finn! —nos saluda Ethan invitándonos a ir con ellos.
Me gusta que, aunque Finn no esté en el equipo, lo traten como si lo estuviera. En la fiesta de la semana pasada se llevó muy buena impresión de los chicos y, durante esta semana, ha venido a recogerme a un par de entrenamientos y hablaba con el resto como si fueran amigos de toda la vida.
La casa está a reventar. Gente por todas partes, música a todo volumen, alcohol (mucho alcohol)... Esta fiesta promete.
Henry nos pregunta si queremos algo de beber y ambos aceptamos. Cuando este desaparece entre la multitud de la fiesta para traernos dichas bebidas, aparto la mirada y la veo.
Danielle Arnold.
En un mini vestidito que me hace recorrer sus preciosas piernas unas cuantas veces. Joder, es la primera vez que la veo así. El par de veces que he coincidido con ella en clase iba más arreglada que a los entrenamientos, como es lógico, pero ahora mismo estoy sin palabras.
Lleva su largo y oscuro pelo suelto ondulado, recogiendo un par de mechones con unas pinzas. Está subida a unos tacones no muy altos negros y su vestido rojo es todo lo que está bien en esta vida.
Me ve mirarla y me hace un gesto con la cabeza a modo de saludo. La imito y me decido a acercarme a hablar con ella, pero alguien me llama y me agarra del brazo.
—Tu bebida —me dice Henry dándome un vaso.
—Gracias. —En cuanto dejo de mirar a mi compañero de equipo y busco con la mirada a Danielle, ya no me está mirando, y me da más rabia de la que quiero admitir.
Un chico se le ha acercado y le ha dicho algo que la ha hecho reír. Sonrío. Está muy guapa cuando se ríe. Conmigo se ha reído un par de veces, pero casi siempre me mira mal. Una lástima. Quiero hacerla reír.
Dejo de mirar la escena y decido que es mejor que la deje divertirse con ese chico. Ya tendremos tiempo de hablar.
—Ven, Miller, te voy a presentar a una chica —me dice Ethan pasando su brazo por mis hombros y comenzando a caminar a mi lado.
—¿Es de tu edad? —le pregunto frunciendo el ceño, ya que él tiene dos años más que yo.
—Las dos son un año mayor que tú, por tanto un año menor que yo.
—¿Las dos? —frunzo el ceño y me detengo—. ¿A dónde me llevas, tío? —le pregunto y le hago reír.
—Una es con la que quiero liarme esta noche, capullo. La otra es su amiga. Mi cita no quiere dejarla sola, y ahí es donde entras tú.
Me encojo de hombros.
—Suena bien.
Continuamos hablando y me presenta a las chicas. Anna es la que le gusta a él, Dinah, su amiga. Es muy guapa. Tiene la piel bronceada, pelo rubio oscuro, sonrisa bonita... Sí, muy guapa, sin duda.
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MILLER
RomanceMarlon Miller está preparado para enfrentarse a su primer año de universidad, dispuesto a vivir los mejores años de su vida. Él nunca se ha querido atar a nada, si algo sabe la gente que lo conoce es que Miller es un anticompromiso, y tiene la inten...