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Tenían una salida muy importante junto al Tem Sonic, y que mejor para Knuckles que presumir a su hijo frente a sus amigos. Sabía que le tendrían envidia, despues de todo, su hijo era hermoso ante sus hojos. Obviamente, después de todo; era su hijo. Muerete de envidia, Sonic.
Todo estaba listo, tú decidiste salir antes que Knuckles ya que debías ayudar a Amy con las decoraciones de la fiesta, más aparte, ir a una sesión de maquillaje con las chicas. Como encargo, Knuckles tenía la única tarea en el día que era vestir a su hijo.
Ahora eran el pequeño y él. Ya desayunados y Knuckles con unos simples zapatos y un chaleco de vestir. Ahora su hijo, un pequeño equidna rojo con tu color de ojos. Tan lindo.
Su día iba a ser de maravilla.
Exepto que su chiquillo no dejaba de moverse.
— Mier- ¡Hmg! — Knuckles reniega, intenta colocar el primer zapato, su hijo se mueve de un lado a otro mientras la camiseta que se suponía que debía estar limpia, ahora estaba llena de su baba y tendría que ser nuevamente cambiada. — Chaos, puedes sólo...¿Puedes sólo estar quieto? Hijo de tu linda madre. Y padre obviamente. — Knuckles intenta de la manera más delicada colocar el zapato, intento fallido.
Bufo, deja ya arto el zapato en el colchon de su cama. Mira a la criatura que ahora tiene los dedos en la boca y la camisa con un charco de baba, eso si; el niño no dejaba de ser lindo.
—¿Y ahora? ¿Qué le diremos a mamá?— Habla con el niño mientras lo toma en brazos y le quita la mano de la boca, suspira. — Tu camisa es un desastre. — Deja al pequeño y va en busca de una nueva.
Remueve los cajones , busca una de su agrado. Nada más que camisetas con cuadros, que horror.
— Mi hijo no debería vestir así.— Rueda los ojos y sigue rebuscando. Por fin, una camiseta desente y linda. — Bien, ahora quedate quieto.— El bebé balbuseo, sin su camiseta y observando a su padre, no entendía ni que hacía el mayor, pero bueno.
La camiseta fue fácil de poner, pero los zapatos... Chaos ¡Tarea imposible!
Termino llevando a su hijo sin zapatos.
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A él no lo veo siendo padre...
Pero finjamos que si jojo...
En contra de su voluntad, Shadow debía vestir a su engendro, cosa que nunca hizo. Por suerte, escucho tus consejos y seguirá el paso a paso de tu forma de vestir a la criatura.
— Hmm...— Shadow toma la camiseta sin botones. —Bien mocoso, no te muevas. — Él lo intenta, créeme que lo hace. Simplemente lo tierno no es lo suyo. En el intento de hacer que su hijo se ponga la camiseta, el niño de dos años se queja cuando su padre accidentalmente le pico uno de sus ojos. — L-Lo siento, aunque no hubiera pasado si ¡tú pusieras la cabeza dura!
Hay tenías al podre niño intentando meter la camiseta por el agujero del cuello de la camiseta, también tenias a un Shadow estresado que no sabía cómo hacerlo, además que no quería lastimar a su hijo y se empezó a sentir nervioso.
Pero, ¡Oh milagro! Lo logro cuando el pequeño levanto la cabeza para ver a su padre con enojo.
Después de que tu le preguntes si vestir a su hijo le costó trabajo, a lo que el contesta;
— Algo tan sencillo no le cuesta trabajo a la última forma de vida perfecta.
