7. El suelo me cuenta secretos

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Su grito resuena en toda la habitación, y apostaría lo que fuera a que en el resto del pasillo también la han escuchado. 

-Ya estás tardando, desembucha. -me sienta en la cama e intenta despertarme. -Quién ha sido? 

-Jayden. -sus ojos se abren, casi pareciera que se le van a salir de las cuencas. 

-Más le vale no encontrarse conmigo, porque haré que miles de espinas trepen por su nariz hasta que le salgan por los oídos! -le salen rosas en el pelo, pero rosas con espinas. 

Se las quito de la cabeza e intento tranquilizarla. -Solo necesito comer algo, tranquila. 

-Segura? Si quieres te preparo un té. 

-No tranquila, solo ayúdame a ponerme de pie y luego ya nos preocupamos del resto. -con su ayuda consigo mantenerme de pie cinco segundos, pero me empieza a dar vueltas todo y caigo de cara al suelo. 

-Estás bien? 

-No. 

-Llamaré a Iris y West. 

-Por favor. 

En menos de cinco minutos los dos están en la habitación. Iris y Tessa ayudándome a cambiarme y Wet mirando hacia la puerta para no ver nada. -Y el uniforme? 

-A partir del segundo día no es necesario ponerlo. -dice Tessa. 

-Lista, qué guapa! -sonríe Iris peinándome con sus manos. 

-Necesita transporte señorita? -West hace una reverencia hacia mí. 

-Qué burro. -río viendo su cara de ofendido. 

Me subo a su espalda y salimos los cuatro al pasillo. Hablan entre los tres mientras yo me agarro al cuello de West para no caerme. Bajamos la escaleras principales y entro en pánico al encontrarme con esos ojos negros de frente. Él está en uno de los sofás con sus amigos, pero me está mirando sin disimular nada. 

-No te preocupes por él, preocúpate por Tessa para que no haga que le crezcan raíces en las orejas. -susurra West haciéndome reír. 

Miro a Tessa apretando su puño con fuerza haciendo que sus huesos crujan. Iris quita las rosas que le salen en el pelo a Tes. 

-Venga, hay que darle de comer a Malía antes de que se muera por falta de azúcar. -recuerda Iris. 

-Tienes razón, Malía es más importante que ese idiota. 

Llegamos a la cafetería y nos sentamos en una esquina, hay poca gente, perfecto para mi dolor de cabeza. -Nosotros iremos a por algo de comer, ahora volvemos. 

-Yo me quedaré contigo. -sonríe Iris acariciando mi pelo con cariño. -Qué tal tu primer día en el RoseMary? 

-Bien, más divertido de lo que esperaba. -sonrío apoyando mi cara en la mesa. 

-Me alegro. 

-Tú eres una bruja? -pregunto.

-Sí, y West también. 

-Qué guay. 

-Yo domino la luz y West los elementos. 

-Qué suerte, sois increíbles. 

-Tú también Malía, no todos pueden ver el futuro. 

-Ya, bueno, tienes razón. -sonrío. Enseguida vuelven los chicos con dos bandejas cada uno. 

-Como no sabíamos qué querías hemos escogido un poco de todo lo que había. -me entran nauseas de ver tanta cantidad de comida frente a mí. 

-Ay madre. -vuelvo a pegar mi cara a la mesa. 

-Malía! -el grito de Tessa y West llama la atención de toda la cafetería. 

...

Después de varios donuts, tortitas y una buena taza de café por fin me encuentro muchísimo mejor, con energía para pelear contra un toro. Pero de momento mi única pelea será aprender a activar mi propio don. 

La directora se me acerca curiosa. -Qué tal Malía? Has descubierto algo? 

-Sí, creo que puedo percibir el aura de las personas y sentir lo que ellas sienten. -ella parece entre confundida y sorprendida. 

-Interesante. Y qué percibes ahora? -la miro a los ojos hundiéndome en sus sentimientos. Seguridad, confianza, confusión y tristeza, mucha tristeza. 

-Sé que me mintió, sé que no sabe lo que soy y que probablemente sepa menos que yo. -susurro. 

-Te molestó eso? 

-Sí. -aprieto el lápiz con fuerza. Mi mente divaga entre mis recuerdos, su mentira, la mentira de la que antes era mi amiga y a ese idiota que solo sabe estamparme contra las paredes como si fuerza un saco de boxeo. 

Me cierro en mi mundo, estoy cabreada de verdad. 

Y eso activa mi don. Me veo a mí, en medio del pasillo agarrando un brazo con fuerza, clavo mis uñas sacándole sangre al individuo, mis ojos se vuelven blancos  y estoy diciendo algo que no logro escuchar. 

Vuelvo a la realidad de golpe. -Joder... -el dolor de cabeza vuelve. -Es la primera vez que veo algo tan nítido. 

-Qué era? 

-Yo, pero tampoco era yo... No sé. Esto es muy raro. -cierro los ojos con fuerza, siento la emoción de mis compañeros por descubrir como activar sus poderes mientras que yo sigo estancada en lo mismo. 

-Lo has activado mediante una emoción negativa, la ira. 

-También cuando tengo miedo o estoy en peligro. -puntualizo inspirando para calmarme. 

-Todo mediante cosas negativas. Esto debo estudiarlo con tranquilidad. -la veo alejarse. 

-Directora, usted qué es? 

-Una bruja de la sabiduría. -tanta sabiduría y no sabe decirme lo que soy? Válgame la redundancia. 

-Interesante. -sonrío y dejo que se vaya. Alguien me pone una nube tostada en la cara. 

-Quieres? -pregunta un chico de pelo castaño con mechas rojas. 

-No gracias, no soy de chuches. 

-Vaya, pues tú te lo pierdas, hago las mejores nubes tostadas de toda California. -sonríe y se la mete a la boca. -Y tú? De dónde eres? 

-Wisconsin.

-Tú eres la chica que ve el futuro, cierto? 

-Sí, Malía. 

-Chase. -sus ojos brillan al decir su nombre, nos damos la mano y seguimos hablando durante lo que queda de hora, pero siento algo extraño, me están observando. 

The Monster I KnowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora