〖Capitulo XVII〗

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─Tranquilo, tranquilo, Kookie,─JiMin ciertamente él no estaba nada tranquilo, pero su instinto rugía por calmar a su omega, le batía la sangre. ─Tranquilo amor, pronto llegaremos.─

 JungKook no podía hablar, solamente lloraba y se tocaba el vientre. Hizo un intento de asentimiento que JiMin vió por el rabillo del ojo. También estaba llorando, pero su deber era calmar al omega.

─Mi─Minie,─ gimió el omega, intentando contener un sollozo que logro escaparse igual. Tenía una mano en la boca, y los rulos hechos un desastre. Estaba rendido en el asiento.

Estaban en el auto de JiMin, yendo directamente al hospital donde la Dra, la médica JungKook, se encontraba. Salieron así como estaban, con los pijamas puestos. Cuando el alfa cayó en cuenta de lo que estaba sucediendo, lo único que hizo fue agarrar su billetera, las llaves del auto y el celular. Cargó al rizado, incluso en el ascensor, con un nudo gigante en la garganta y el estómago.

 JungKook se prendía por su cuello, mientras era cargado. Para ese momento no podía hablar, sólo desear que todo estuviera bien y no perder a su bebé...

El camino parecía eterno, y JiMin quería volar por encima del tránsito. Trataba de hablarle al chico para que se tranquilice y dejaba que apretase su mano con fuerza, no importaba si le cortaba la circulación, más o menos.

Le susurró palabras para tranquilizarlo todo el camino, aunque estuviera lejos de sentirse tranquilo él mismo. No podía...no podía concebir que algo le sucediera al cachorro o a JungKook, rogaba que no fuera así. Quería que fuera un mal sueño, de esos que uno se despierta agitado y perdido, pero que al instante sabe que no fue real y todo eso quedaba atrás. Eso quería. Estar en un sueño, y no yendo de urgencia al hospital.

Luego de varios minutos, en dónde le preguntaba constantemente a JungKook si se sentía bien, si le dolía algo o si seguía sangrando. El omega contestó a penas que se sentía bien, aclaró que físicamente no le dolía nada y no había vuelto a tener alguna pérdida, y eso era lo que más miedo le daba. No sentir nada. JiMin estacionó lo más cercano a la puerta de entrada posible. A toda velocidad bajó, rodeó el auto y abrió la puerta del acompañante, colocando un brazo por debajo del chico y otra en su espalda y lo saco con sumo cuidado, cerrando la puerta con una pierna.

Se apuró con él en brazos.

─¡Ayuda!─ Gritó, entrando por la puertas corredizas. ─¡Alguien que nos ayude, por favor!─

Para cuando había terminado de pronunciar la palabra, ya habían dos enfermeras a su lado con una camilla. JiMin subió a su chico a ella.

─¿Situación?─ Preguntó, una omega colorada.

─Es─está de diecinueve semanas de embarazo, más o menos, y s─sangró,─ la voz le temblaba, mientras caminaba con JungKook mirándolo a los ojos suplicante de que no lo dejara solo. ─Lo traje de inmediato.─

Ambas asintieron, y cruzaron un par de puertas con paso apresurado. JiMin le indicó quien era la doctora que estaba llevando el embarazo adelante y ellas dijeron que se iban a comunicar de inmediato con la médica.

─Lo siento, no puede seguir desde aquí señor,─ dijo amablemente la otra enfermera, un beta de piel oscura. ─Es un área restringida,─ le informó, cuando JiMin estaba por protestar. ─Ni bien sepamos algo, va a salir alguien a informarle.─

JiMin sentía que se desgarraba de dolor.

─Por favor, por favor,─ rogó JiMin. JungKook ya había sido llevado por la peliroja. ─Salven a mi omega y a mi cachorro,─ susurró, con lágrimas en los ojos.

Ella le sonrió amablemente, y asintió.

─Haremos todo lo posible, está en buenas manos,─ segundos después había desaparecido por el mismo lugar en donde se llevaron a JungKook, junto con su corazón.

Burdel «JIKOOK» OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora