Capitulo XV. Lobito.

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POV DOMINICK.

El asqueroso chupasangre trata de liberarse de las esposas que están en sus muñecas y tobillos ganandose un puñetazo en el abdomen.

Doy otro golpe certero en su nariz haciendo que cruja por tercera vez en menos de diez minutos-Lo diré por última vez y por el bien de tus asquerosas manos espero que respondas maldita rata.

Recorro lentamente con el filo de la katana la piel de sus sucias muñecas. La hoja de esta brilla cuando la luz de la bombilla sobre nosotros impacta en ella. El chupasangre me mira directamente a los ojos retando mi paciencia al ver cómo sus orbes rojizos brillan con diversión y malicia. Respiro profundo a la vez que hago sonar mi cuello, mientras me repito a mi mismo que no lo puedo matar. No aún.

Las ganas que tengo de saber en cuántos ángulos diferentes puedo doblar sus huesos hasta que se rompan uno por uno, son inmensas.

El asqueroso chupasangre me escupe los zapatos y se echa a reír como un maldito desquiciado. Yo por mi parte también me río aunque mi risa es seca y sin una pizca de humor. El me observa extrañado por mi acción pero no deja de reírse.

Antes de que siquiera pueda notarlo corto de un tajo limpio su mano derecha. Arrugó la nariz con el putrefacto olor que desprende su sangre mientras que busco un pañuelo para limpiar la hoja de la katana. Termino de limpiarla mientras reviso que no haya tenido ningún daño y cuando termino mi revisión la dejo sobre la mesa donde reposan varios implementos de tortura. Me giro hacia al chupasangre que no ha dejado de gritar ni un maldito momento.La mano cercenada se encuentra tirada en el piso mientras que la muñeca gotea sangre manchando el suelo de la celda.

-¿Ves lo que sucede cuando le faltas el respeto al alfa? Espero que no vuelva a suceder o está vez no medire consecuencias. Ahora no tengo tiempo y mucho menos para una escoria como tú así que por última vez ¿Quien te envío? Y quiero una respuesta contundente si no quieres que te corte la otra-mi voz es afilada y el tinte de desprecio que hay en ella refleja la diferencia entre los mi clase y la suya. Los chillidos de dolor que salen de su boca hacen que me duelan los tímpanos. En el piso hay cada vez más sangre ya que la hemorragia está en pleno apogeo y si dejo que pasen otros cinco minutos perderá el brazo.

Marica.

-Voy a contar hasta tres maldita rata y si no hablas ten por seguro que mi lobo no es tan misericordioso como yo-el terror invade sus facciones y trata inútilmente de zafarse de nuevo de la silla. El puñetazo que le doy le saca el aire y tarda unos segundos en poder abrir la boca para tomar oxígeno. Su piel palida se encuentra llena de cardenales morados y verdes.

-Uno-ya no hay diversión en sus pupilas rojizas ahora en ellas solo está alojado el pánico al saber que no estoy jugando-Dos-acorto la distancia que hay entre nosotros de dos pasos y agarró con fuerza su cuero cabelludo jalando hacia arriba haciendo que me mire directamente a los ojos.-Tre...

No termino la frase cuando el chupasangre empezo a gritar desesperado-!FUI ENVIADO POR NUESTRO REY DAMO...-fracturo su mandíbula de un solo puñetazo haciendo que escupa sangre junto con algunos dientes. No necesito que me repitan quien es esa escoria.

-¿A qué te enviaron?-todo su cuerpo tiembla debido a los espasmos mientras que su mirada está clavada en el algún punto del suelo sin prestarme la más mínima atención.

-HABLA AHORA-doy otro puñetazo está vez a su abdomen haciendo que se contorsione de una manera extraña.

-Me-me mandaron a las-ti-timarla-hilillos de sangre bajan por su quijada y al tener la mandíbula fracturada le cuesta hablar. Mis manos tiemblan y se que mis nudillos están blancos gracias a toda la presión que ejerzo en ellos tratando de no abalanzarme sobre el. Necesito que termine. Necesito saber que tanto saben de ella.-las órdenes del re-rey fueron claras. Asustala y haz que crea que la matarás, déjale un par de golpes para que el perro sepa que tuvimos a su pequeña mate a toda nuestra disposición. De matarla me encargó yo, pero antes quiero jugar con ella para recordar viejos tiempos.

La Mate del AlfaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora