POV DOMINICK.
La sala queda en absoluto silencio. Silencio que es interrumpido al cerrar la puerta tras mi espalda. Los miembros de la élite se levantan de inmediato haciendo una ligera reverencia en señal de respeto mientras mantienen la vista gacha.
—Alfa—hago un ademán de manos y todos se sientan de inmediato. Puedo notar el nerviosismo que desprenden sus gestos y las miradas furtivas que se lanzan entre ellos. Tomo mi puesto en la punta de la mesa, Patrick me devuelve la mirada desde el otro extremo y puedo notar como se encuentra tenso ante la situación.
Los observo a todos y trato de mantener la compustura ya que se que mi luna está en la planta de arriba y no quiero que se alarme al escuchar un escándalo.
—En este mismo instante los podría matar a cada uno de ustedes—mi voz está llena de veneno y rabia contenida ya que me han decepcionado enormemente—Cada uno de una manera distinta y cada vez más sádica mientras los demás observan.—sus cuerpos se mantienen estáticos y da la impresión de que ni siquiera respiran. —¿Alguno de ustedes sabe porque se encuentran aquí?—Silencio. Ninguno se atreve hablar y mientras pasan los segundos se va acabando la poca paciencia que he logrado reunir y las ganas de asesinarlos a todos incrementa cada vez más.
—Di una maldita orden— cuando estoy por mandar todo a la mierda y ejecutarlos a todos una voz un tanto infantil rompe el silencio.—La lu-luna sufrió un atentado por parte de los chupasangre mi alfa—busco con la mirada a la dueña de la voz pero no la encuentro por ningún lado.
—Ponte de pie—el sonido de la silla moviéndose hace que todos los presentes se volteen hacia una pequeña pelinegra que estaba al fondo.—Tu nombre—no debe pasar los veinte años y la reconozco como una de las arqueras—Ashley Green.
—Green puedes sentarte—la chica me obecede de inmediato mientras la sala entera se encuentra sumida en un tenso silencio. —Como dijo la señorita Green la luna ha sufrido un ataque hace unas horas por parte de los chupasangre. Den gracias a la diosa luna de que se encuentra bien. Son tan incompetentes que dejaron que un maldito chupasangre se infiltrara en pleno día a la vista de todos. Y por si fuera poco dejaron a su luna sin ningún tipo de protección sabiendo que estamos en guerra.
La sangre me hierve y se que mis ojos ya se encuentran dorados ante la impotencia que siento en estos momentos—Estabamos en nuestros entrenamientos diarios alfa y...
—!ME IMPORTA UNA MIERDA LOS PUTOS ENTRENAMIENTOS! Su maldito y único deber es mantener a la luna de esta manada a salvo. Mentanse en la puta cabeza que ustedes viven y mueren por su luna. Nada es más importante que su seguridad den gracias que llegué a tiempo a salvarla porque sino ya todos estarían empalados en mi maldito patio trasero. —las muecas de horror y asombro no se hacen esperar ya que saben que estoy hablando enserio.—Todos ustedes son unos malditos incompetentes de mierda de ahora en adelante quiero a un puto escuadrón vigilando día y noche la mansión. Quiero que todas las salidas y entradas estén cubiertas. Quiero que estén preparados porque estamos en una maldita guerra y no podemos bajar la guardia. Mañana vendrán refuerzos que se instalarán en las fronteras y puntos débiles de la manada. Nadie sale ni entra a la manada sin mi autorización. Para mañana quiero un inventario completo de lo que hace falta en los refugios ¿Entendido?—todos me miran procesando la información—Si alfa.
—La luna y Miriam no saldrán de la mansión hasta nuevo aviso. Montarán guardia por la noche también en grupos rotatorios. Además de que en la semana llegara un cargamento con armas bañadas con Atrix que estarán a la disposición de sus mates humanas.—puedo sentir el ambiente más pesado a mi alrededor. Y entiendo que no quieran arriesgar la vida de sus mates pero para terminar esta guerra habrá que hacer sacrificios. Además todos y cada uno de los humanos que viven en la manada están entrenados para este tipo de situaciones. —No teman no pondré a ningún humano directo en el campo de batalla solo estarán encargados de la seguridad de los refugios, de los niños y ancianos.
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La Mate del Alfa
WerewolfSummer Harrison es una adolescente de 16 años que lleva una vida normal junto a sus padres estrictos y su irritante hermano mayor. Lectora emperdenida, inocente y testaruda esas palabras podrían describirla perfectamente.Pero varios hechos traumátic...