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❝𝑴𝒆 𝒕𝒐𝒎𝒐́ 𝒆𝒏 𝒔𝒖𝒔 𝒃𝒓𝒂𝒛𝒐𝒔 𝒚 𝒎𝒆 𝒅𝒊𝒋𝒐: 𝒄𝒖𝒂𝒏𝒅𝒐 𝒕𝒆 𝒉𝒂𝒄𝒆𝒔 𝒎𝒂𝒚𝒐𝒓, 𝒕𝒖 𝒄𝒐𝒓𝒂𝒛𝒐́𝒏 𝒔𝒊𝒈𝒖𝒆 𝒗𝒊𝒗𝒊𝒆𝒏𝒅𝒐 𝒅𝒊́𝒂𝒔 𝒔𝒂𝒍𝒗𝒂𝒋𝒆𝒔, 𝒑𝒊𝒆𝒏𝒔𝒂 𝒆𝒏 𝒎𝒊 𝒔𝒊 𝒎𝒊𝒆𝒅𝒐 𝒕𝒊𝒆𝒏𝒆𝒔

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❝𝑴𝒆 𝒕𝒐𝒎𝒐́ 𝒆𝒏 𝒔𝒖𝒔 𝒃𝒓𝒂𝒛𝒐𝒔 𝒚 𝒎𝒆 𝒅𝒊𝒋𝒐: 𝒄𝒖𝒂𝒏𝒅𝒐 𝒕𝒆 𝒉𝒂𝒄𝒆𝒔 𝒎𝒂𝒚𝒐𝒓, 𝒕𝒖 𝒄𝒐𝒓𝒂𝒛𝒐́𝒏 𝒔𝒊𝒈𝒖𝒆 𝒗𝒊𝒗𝒊𝒆𝒏𝒅𝒐 𝒅𝒊́𝒂𝒔 𝒔𝒂𝒍𝒗𝒂𝒋𝒆𝒔, 𝒑𝒊𝒆𝒏𝒔𝒂 𝒆𝒏 𝒎𝒊 𝒔𝒊 𝒎𝒊𝒆𝒅𝒐 𝒕𝒊𝒆𝒏𝒆𝒔...❞

Bajó del auto y fue directo a tocar la puerta de aquella chica a la que tanto amó

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Bajó del auto y fue directo a tocar la puerta de aquella chica a la que tanto amó.

Un golpe, dos golpes, tres, cuatro, hasta que finalmente la puerta se abrió dejando ver a una adormilada chica de cabellos café.

La vió parada en frente suyo con aquel característico brillo que emitía siendo ella misma, la recordaba exactamente como la había dejado ir; ya no pensó más y sólo la abrazó.

La abrazó tan fuerte intentando transmitirle todos esos sentimientos que no había podido demostrarle por miedo en sus épocas de estudio. Aquellos fuertes sentimientos que a medida que pasaba el tiempo iban creciendo más y más, como si solo tuvieran como objetivo hacerle ver que estaba desperdiciando su oportunidad de amar.

—¡ChaeRyeong!—le dijo una vez la soltó—¡Perdóname por nunca haberte dicho todo esto que siento!—expresó—Por favor, si no es demasiado tarde, dame una oportunidad.

La recién nombrada apartó la mirada de esta hacia su departamento; sabía que había alguien allí que esperaba paciente su regreso.

—Y-yo—susurró ChaeRyeong—L-lo siento YeJi... no puedo—finalizó soltandose del agarre de su mayor.

La recién nombrada bajó la vista apenada y suspiró. No quiso insistirle así que simplemente se giró dándose camino a su carro.

Oyó como la chica que nunca pudo tener se alejaba lentamente de donde estaba. Dejó caer unas lágrimas; lágrimas que delataban sus sentimientos hacia la joven de oscuros ojos, recordó las veces en las que la veía bailando en la sala de ensayos de la universidad.

Recordó las veces en las que compartió buenos momentos junto a ella, aquellos momentos que no olvidaría ni aunque pasarán ochenta años.

Había desaprovechado cada una de las oportunidades que tuvo para decirle lo que sentía pero las dejaba pasar por culpa de sus inseguridades y miedos.

Entonces lo recordó; apretó el puño y se dió vuelta corriendo tras la chica de sus sueños, no dejaría pasar esta oportunidad; ya no más.

—¡Chaer!—exclamó mientras intentaba detenerla.

—S-sueltame por favor—susurró la castaña.

—Escúchame por favor—suplicó—Treinta y siete años Chaery—explicó—Tengo treinta y siete años y solo sé que he dejado pasar cada una de las oportunidades que tenía para decirte lo que realmente siento por ti.

ChaeRyeong abrió los ojos con sorpresa al escuchar las palabras de su mayor. Si bien, ambas eran ya adultas para los amoríos de juventud, ambas sentían lo mismo por la otra, un amor real es muy difícil de olvidar.

—Por primera vez en mi vida me siento libre de hacer todo lo que quiero sin remordimiento de por medio—dijo acariciándole la mejilla—Disfrutemos juntas este momento—susurró.

YeJi se acercaba lentamente al rostro de ChaeRyeong decidida a hacer eso que nunca pudo hacer en la universidad, quería besarla. Estaba a unos centímetros de sentir los labios de su amada hasta que.

—¿Chaer?.

Ambas chicas se separaron bruscamente al oír una tercera voz.

—YuNa—susurró ChaeRyeong—YuNa yo, puedo explicarlo.

La recién nombrada sólo empezó a reír.

Tanto ChaeRyeong como YeJi la miraban atentas a lo que podría llegar a hacer. YuNa levantó la cabeza dejando ver unas claras lágrimas que caían por sus mejillas. ChaeRyeong intentó acercarse pero la más alta la detuvo. 

—Sé que... nunca sentirás por mi lo que sientes por ella—dijo—Y tampoco pienso obligarte...

YuNa sonrió mientras ponía una mano sobre el hombro de ChaeRyeong—Por más que me duela, debo hacerlo por ti; tu felicidad también es importante para mi—expresó sonriendo.

ChaeRyeong asintió lentamente mientras unas lágrimas brotaban de sus ojos, sintiendo el dolor de haber lastimado a la pequeña que tan bien la había tratado.

—Si eres feliz con ella no voy a interponerme Chaery—soltó con una sonrisa—Por favor, no llores, sonríe, eres muy bonita para esto—le dijo secando sus lagrimas con su pulgar—Se feliz Chaery.

ChaeRyeong abrazó a la más alta en una forma de despedida, dejó un corto beso en su mejilla y dolorosamente se separó.

YuNa cambió el semblante rápidamente al ver a YeJi, se acercó a esta para luego darle un puñetazo en el rostro.

—Esto es por todas las veces que la hiciste llorar—Espetó—Espero que la cuides ahora.

YeJi se sobaba el rostro y sonrió—Me lo merecía—dijo—Cuidaré de ella, te lo aseguro.

YuNa seguía con el semblante serio pero al ver el rostro de preocupación de su amada lo suavizó, se despidió nuevamente de ella con una sonrisa.

YeJi tomó la mano de ChaeRyeong y la llevó corriendo hasta su coche, era el momento de iniciar con su aventura.

𝐓𝐇𝐄 𝐍𝐈𝐆𝐇𝐓𝐒 | 𝐘𝐄𝐑𝐘𝐄𝐎𝐍𝐆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora