Cierra los ojos [Jitzu]

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La calidez del agua rodeandola era muy agradable y relajante, en ese momento Jihyo era la primera en entrar a la bañera, mientras no muy lejos, Tzuyu aún estaba sentada en aquel banco de plástico, tallando su cuerpo y preparándose para ingresar a la bañera también. Por su parte, Tzuyu agradecía que la bañera en casa de los padres de Jihyo fuera amplia para caber ambas, aunque desde luego, permanecer en abrazando sus rodillas tampoco era del todo cómodo, sin embargo, mientras se tratara de Jihyo, entonces estaría bien. Con ese pensamiento, estaba ansiosa de terminar de lavarse para ir a la bañera con su Unnie.

La coreana tenía una tenue sonrisa en su rostro, disfrutaba amenamente de su tiempo a solas con Tzuyu, hace tanto que no tomaba un baño con la más joven en casa de sus padres, que simplemente le fue inevitable no sentirse felíz, aunque el proceso de verla desvestirse frente a ella fue fundiendo algo en su cabeza.

Desde el como quitó su camisa, la imagen de Tzuyu deslizando aquel pantalón por sus piernas y cuando estuvo por quitar el sujetador, simplemente apartó la mirada, sintiendo sus mejillas arder.
Jihyo comenzó a repetir aquella imagen en su cabeza una y otra vez, de forma involuntaria y dejándola con una sensación que se originaba en su estómago e iba en descenso...

-¿Llevarás a Tzuyu contigo a casa de tus padres?- preguntó Mina, a lo que Jihyo solo asintió.

-No habrá problema, antes solíamos ir juntas más seguido, a mis padres les agrada cuando llevo a Tzuyu y mi madre dijo que estaba bien hacerlo esta ocasión- Jihyo explico mientras tomaba un bocado a su desayuno.

Para Tzuyu fue inesperado pero emocionante, siempre que podía ir con Jihyo a la casa de sus padres se sentía sumamente acogida por la familia Park. Ellos eran sumamente amables y en cuanto a Jihyo, se sentía más cerca que nunca de ella, se divertían juntas, comían, se bañaban y hasta dormían juntas.

Su corazón latía fuerte de solo imaginar poder pasar más días así con Jihyo de nuevo, por lo que simplemente sonrió ante la idea de que pronto podrían volver a pasar un día así.

Y finalmente, volvieron a tomar con calma su desayuno.

-Realmente es agradable poder pasar tiempo a solas tu y yo- aquello lo dijo Tzuyu, sacando a Jihyo de sus pensamientos, la menor le dedicaba una gran sonrisa, de verdad hacía tiempo que no se trataba solamente de ellas dos.

Jihyo no contestó, simplemente asintio, pues a pesar de sentirse feliz, también estaba muy nerviosa. ¿Desde cuándo Tzuyu había crecido tanto? Hasta donde recordaba, la Taiwanesa era una pequeña de 13 años, tímida y silenciosa que apenas y podía hablar coreano. Ahora estaba ahí, una hermosa chica que, si bien aún no había terminado de crecer y madurar, iba por un muy buen camino.

Jihyo no mentiría, ver a Tzuyu así estaba matandola.

Por supuesto, después de mirar disimuladamente a la Taiwanesa, Jihyo comenzó a sentirse culpable. ¿Por qué tener pensamientos como esos de su compañera y amiga? Peor aún, de la más pequeña...

Negó nuevamente con la cabeza y la echó para atrás, dejando que el agua caliente siguiera haciendo su trabajo.

-Jihyo Unnie, ya casi termino ¿Podrías ayudarme a lavar mi espalda?- la voz de Tzuyu llamándola hizo que la mayor levantará la cabeza y mirara hacia la chica.

Los ojos de Jihyo se abrieron de par en par al ver a Tzuyu de espaldas a ella, aún sentada en aquel banco. Las gotas de agua escurrir por su espalda, hasta sus caderas y perderse al llegar a su trasero. Jihyo pudo jurar sentir el momento en el que sus pupilas se dilataban ante la bella vista.

-Cla-claro...- vaciló un momento.

Tragó pesado, y con cuidado, aún dudosa, se levantó de la bañera, para dirigirse de nueva cuenta hacia Tzuyu.
Una vez que estuvo lo suficientemente cerca, se hincó a la altura de la menor, esperando a que dijera algo.

Íntimos secretos [TWICE Ver]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora